Fenalco insiste en que no es el momento para tramitar una reforma tributaria

La radicación del proyecto de ley de reforma tributaria que realizó este jueves el Gobierno nacional en el Congreso de la República ha generado todo tipo de comentarios, desde sectores políticos, económicos y sociales, lo que demuestra que el debate no estará nada fácil.

Ante los cambios que se proponen en el articulado para temas clave como la renta a personas naturales, el IVA, los programas sociales y otros, los gremios económicos han manifestado sus inquietudes y han puesto en duda que esta reforma sea totalmente necesaria, pese a que la nación necesita los recursos.

El presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), Jaime Alberto Cabal, reiteró la posición del gremio y dijo que no es el momento de tramitar una reforma de este calibre.

“El proyecto radicado hoy es bastante fuerte, es un proyecto ambicioso, quizás el más ambicioso de la historia del país y que merece detallado análisis. Seguimos insistiendo en que quizá no es el momento oportuno de presentarla; la pandemia avanza, las restricciones siguen y obviamente las posibilidades de trabajo y empleo son menores”, señaló.

A esto, el gremio sumó que el proyecto, de ser aprobado, reducirá “fuertemente” el ingreso disponible de las familias y afectará el consumo.

“Entendemos que el Gobierno necesita recursos para lograr equilibrio fiscal y financiar los proyectos sociales, pero en principio nos preocupa la magnitud del proyecto presentado y las implicaciones que tendrá para la clase trabajadora y las familias colombianas. Esperábamos esfuerzos más contundentes en la austeridad del gasto y en la reducción del tamaño del Estado”, agregó Cabal.

Frente a las propuestas de control del gasto y de austeridad, Fenalco expresó que son convenientes, pero que en contraste debería haber una meta exacta de “disminución de gastos”.

Además, el presidente del gremio pidió al Gobierno nacional que abra un espacio extenso de discusión con los gremios para hablar sobre la la reforma que comenzará a tramitarse en el Congreso de la República. El pasado 24 de marzo el Gobierno realizó una mesa con los gremios del Consejo Gremial Nacional, en donde presentó una mirada al texto de reforma que preparaba, pero sin entrar en detalles exactos sobre el articulado.

Entre tanto, en el Congreso de la República, particularmente, que es donde se debatirá y tramitará la propuesta, tanto los parlamentarios de la oposición política al gobierno de Iván Duque, como los integrantes de otros partidos, están destacando lo que rechazan del proyecto.

Y no es para menos. El documento contiene profundas transformaciones al sistema tributario actual, pero, principalmente, se destaca el fuerte apretón que habrá, en materia de impuestos, para los trabajadores y ciudadanos con ingresos desde los 3 millones de pesos.

Algunos mencionan el IVA, que desde que se empezó a hablar de la necesidad de una reforma tributaria ha sido considerado como una columna vertebral del objetivo de recaudar 26 billones de pesos.

La propuesta de gravar los ingresos que, en Colombia, no son tan altos –pues están asignados a una clase trabajadora que pertenece en su mayoría al escalón vulnerable de la pirámide (clase media pero tirando a vulnerable)– también es otro de los puntos álgidos.

El senador Efraín Cepeda, del Partido Conservador, que suele respaldar gran parte de las propuestas del Gobierno, se mostró en desacuerdo con un impuesto de renta a partir de una base gravable de 2,4 millones de pesos, lo que pondría a tributar a los colombianos de alrededor de 2,5 salarios mínimos.

De inmediato, se escucharon voces que confirman que no acompañarán una reforma que “grave las pensiones bajas, que incremente la carga a la clase media y trabajadora y que imponga un IVA a los servicios públicos”.

Así lo expresó John Milton Rodríguez, senador por el partido Colombia Justa Libres.