Gigante estadounidense Kellogg’s anuncia que se divide en tres compañías

Kellogg’s, el gigante estadounidense de los cereales, anunció este martes que planea separarse en tres compañías independientes, escindiendo sus negocios de cereales y plantas en Estados Unidos, Canadá y el Caribe, que en conjunto representaron aproximadamente el 20 % de sus ventas netas en 2021.

El negocio restante, que representó alrededor del 80 % de las ventas de la compañía en el 2021, se centra en refrigerios globales, cereales y fideos internacionales y desayuno congelado en América del Norte.

Kellogg’s aseguró que las separaciones propuestas crean un mayor enfoque estratégico, operativo y financiero para cada empresa y sus partes interesadas, y se basarán en el impulso actual de la compañía.

La primera empresa de la división será Global Snacking, con cerca de US$11.400 millones en ventas, se enfocará en refrigerios globales, cereales y fideos internacionales y desayuno congelado en América del Norte. La segunda será North America Cereal, con ventas cercanas a US$2.400 millones, tendrá el negocio de cereales en Estados Unidos, Canadá y el Caribe.

La tercera y última empresa será Plant, con ventas por alrededor de US$$340 millones, se centrará en alimentos de origen vegetal. Kellog’s dijo que tiene “una oportunidad significativa para capitalizar las sólidas perspectivas de categoría a largo plazo, invirtiendo más en la penetración en América del Norte y la futura expansión internacional”.

Kellogg’s aseguró que esta división se realizará con el fin de desbloquear todo el potencial independiente de estas nuevas empresas, y se planteó como objetivo completar la división a fines del año 2023, sujeto a la aprobación de los reguladores de Estados Unidos.

“Todos estos negocios tienen un potencial independiente significativo, y un enfoque mejorado les permitirá dirigir mejor sus recursos hacia sus distintas prioridades estratégicas. A su vez, se espera que cada negocio cree más valor para todas las partes interesadas, y cada uno está bien posicionado para construir una nueva era de innovación y crecimiento”, dijo el presidente y director ejecutivo de Kellogg’s, Steve Cahillane.

Estrepitosa caída de Ecopetrol en la BVC tras triunfo de Gustavo Petro

En la primera jornada bursátil, después de la elección de Gustavo Petro como presidente de Colombia, las acciones de las empresas nacionales comenzaron a resentirse. Como se esperaba, la más afectada es Ecopetrol, que arrancó con una caída de 1,33 % y, tras una hora de negociaciones, pierde 11,49 % de su valor. Una de las bajas más altas en la historia bursátil de la petrolera nacional.

Tanto los inversionistas locales como los internacionales temen ante el anuncio del nuevo mandatario de marchitar el negocio de exploración petrolera en Colombia. Como resultado, el ADR de Ecopetrol (que es el título que se negocia en la bolsa de Nueva York) cae en las mismas proporciones que las acciones en el país.

Pero la caída no es solo de Ecopetrol, también se derrumban otras acciones importantes como Bancolombia, que baja 5,51 %, y Grupo Aval, 5,82 %. Además, el índice MSCI Colcap, que es el de referencia del mercado nacional y que muestra la evolución promedio de todas las acciones, cae 5,09 %

No disfrutó del alza

La acción de Ecopetrol no solo es la más afectada hoy, sino que, justo por la posibilidad de que Petro fuera presidente, no se ha podido beneficiar del alza en el precio del petróleo, cuyo barril supera los US$100. En lo corrido de este año (hasta el viernes pasado), solo había subido 2,6 %, pese a la disparada del crudo.

El plan del nuevo mandatario de los colombianos consiste en no continuar con los contratos de exploración petrolera para llevar a una transición energética del país, pero esto no solo pone en peligro a la mayor empresa colombiana, sino a la generación de divisas y regalías para Colombia.

Según la Asociación Colombiana de Petróleo y Gas (ACP), si se avanza en el plan de descarbonización de Petro, en cinco años la producción caería 47 %, en el caso del petróleo, y 27 % en gas, con una pérdida anticipada en la autosuficiencia energética, que llevaría a importar gas a partir de 2026 y petróleo desde 2028.