Empresas

Grupo Energía de Bogotá está cerca de comprar otra energética en Brasil para aumentar su expansión

En entrevista con SEMANA, el presidente del GEB, Juan Ricardo Ortega, también reveló que ya se logró un acuerdo con las comunidades de la Sierra Nevada en medio de las consultas en La Guajira para el proyecto Colectora. Se refirió, además, a la intención del Distrito de vender 9,4% de las acciones del GEB.

19 de diciembre de 2021
Según Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB, este grupo tiene cupos de endeudamiento hasta por 5.000 millones de dólares para participar por la operación con ISA.
Juan Ricardo Ortega, presidente del GEB. | Foto: karen salamanca-semana

El presidente del Grupo Energía Bogotá, Juan Ricardo Ortega reveló, en entrevista exclusiva con SEMANA, que la compañía está próxima a cerrar una negociación para adquirir la empresa AVT en Brasil, por intermedio de la sociedad brasileña Argo Energia Empreendimentos e Participações S.A. (Argo), en la que tiene el 50% de la participación accionaria y aumentar así su expansión en el país sudamericano.

Ortega detalló que el GEB va a adquirir infraestructura, líneas de transmisión para continuar aumentando los activos en cabeza de Argo. Esta negociación se sumaría a la que el GEB logró hace poco cuando suscribió un contrato de compraventa de acciones con Rialma Administração e Participações S.A., para adquirir la totalidad del capital social de Rialma Transmissora de Energia III S.A. (Rialma III).

Por otro lado, el presidente Ortega anunció que ya se logró un acuerdo con los pueblos de la Sierra Nevada en medio de las consultas en La Guajira para el proyecto Colectora por lo que muy pronto el GEB podría tener vía libre para iniciar la construcción.

Finalmente, Juan Ricardo Ortega le mandó un mensaje al Gobierno para que preste más atención en la calidad de la regulación del sector energético en Colombia.

SEMANA: ¿Cómo reciben desde el GEB la intención de la Administración Distrital de vender 9,4% de sus acciones?

Juan Ricardo Ortega: Es una buena noticia para el mercado y que los fondos puedan invertir más en acciones como el gobierno corporativo ayuda a todo el mundo. El país va invertir los ahorros de la gente en activos que desarrollan en la región y en activos muy seguro y de rentabilidades estables y estas empresas público privadas pueden tener menor participación de lo público y mantener lo público. Uno puede ver empresas como Red Eléctrica en donde el gobierno español ya bajado su participación hasta en un 30% pero con reglas de que ellos siguen controlando, es decir, no permiten que ninguno de los otros accionistas tenga una posición dominante para proteger los activos estratégicos y lo mismo sucede Engie en Francia o con Enel en Italia.

Entonces en el mundo de estas empresas públicas se ha aprendido que, con el buen Gobierno Corporativo, la participación del Estado no necesita ser alta, solo que maximiza valor, demasiado Estado a veces permite que se politicen y las empresas se deterioren en su capacidad de gestionar las cosas bien. En el caso del GEB estamos viendo una combinación muy sana donde la ciudad gana, los accionistas ganan y la empresa se continúa fortaleciendo en su gobierno corporativo que es una de las metas de la alcaldesa.

SEMANA: Para llevar a cabo este proceso de venta se firmó un contrato interadministrativo entre el GEB y la Secretaría de Hacienda. ¿En qué va la ejecución de ese contrato?

J.R.O.: Está en el proceso de buscar banqueros y abogados y lo más probable es que eso se dé el próximo año, por ahora se están preparando todos los pliegos, los cuales ya los han visto algunas firmas y estamos esperando a ver qué responden y se entraría al proceso final después de escuchar todos los comentarios de la calidad de los pliegos.

SEMANA: ¿Cuál podría ser la fecha en la que salgan a la venta esas acciones?

J.R.O.: Es difícil decirlo ahora, pero claramente no tiene sentido con el ruido electoral, creo que cuando se resuelva el ruido electoral y la gente pueda anticipar mejor el futuro del país, pues sería más fácil en ese momento. Probablemente agosto o septiembre serían meses muy razonables para terminar la transacción.

SEMANA: ¿Cuánto dinero podría recibir el Distrito por la venta de las acciones?

J.R.O.: Es un proceso que depende de una valoración y es difícil dar una cifra, pero serían más de $2 billones, esperamos que la acción siga valorizándose con base en lo que hemos venido haciendo. Por ejemplo, hoy le puedo revelar que estamos cerca de comprar otra empresa en Brasil y ahí seguimos creciendo, entonces creo que hay opciones de dar buenas noticias de aquí a agosto para que la acción siga teniendo un desempeño acorde a la capacidad del Grupo de Generar Valor.

SEMANA: ¿Cuál es esa empresa que va comprar el GEB en Brasil?

J.R.O.: Es como la de Rialma III en la que entramos hace poco, que es una línea de transmisión en el Nordeste brasilero, Rialma III está a cargo de la construcción de 322 kilómetros de líneas de transmisión a 500kv. Ahorita vamos a comprar otra que se llama AVT, es infraestructura, son líneas de transmisión para continuar aumentando los activos en cabeza de Argo que es la empresa que tenemos en sociedad con Red Eléctrica de España que es nuestro gran aliado.

SEMANA: ¿Ya se cerró la negociación de esa infraestructura?

J.R.O.: Estamos muy próximos a cerrarla y probablemente así lo anunciemos la otra semana.

SEMANA: Retomando a las ventas de las acciones del GEB, ¿cree usted que es decisión estratégica vender las acciones del GEB para financiar la segunda línea del metro?

J.R.O.: En Colombia la gente quiere hablar como en blancos y negros y yo creo la discusión sea de blancos y negros. Le voy a hacer un paralelo, en el año 1996 Fabio Chaparro tuvo la brillante idea de conseguirle un socio a la ciudad siendo parte de la empresa Grupo Energía de Bogotá recibió más de US$8.000 millones siendo una empresa más sólida, con menor riesgo y mejor manejada. Fue una de las mejores decisiones que se han tomado en gestión pública no solo por lo que se hizo, sino cómo se hizo, entonces si se logra un buen proceso de continuar fortaleciendo el gobierno corporativo y se garantiza que la empresa va estar bien manejada, la ciudad gana mucho más que si tiene acciones que debilita el gobierno corporativo y la empresa es mal manejada.

SEMANA: ¿Pero con esta operación no habría riesgo de que una nueva administración también piense en vender acciones y el GEB pase de ser pública a privada?

J.R.O.: Es lo que le decía de Red Eléctrica en donde gobierno de España solo tiene el 30% y continúa siendo una empresa pública y los presidentes de la compañía siempre tienen filiación con lo público, entonces yo no creo que un porcentaje de acciones exclusivamente determinen cómo se define una empresa. En Colombia se pueden fortalecer las definiciones de una serie de activos estratégicos en los cuales lo público tiene que tener mayorías relativo a los otros accionistas, que eso no quiere decir 50% y que les permita nombrar la cabeza del grupo, eso es una cosa perfectamente factible y así operan buena parte de las empresas en el mundo, operan con carácter público y gestión pública, aunque los porcentajes de participación oscilan entre el 30% y 35%.

Electrobras está haciendo un proceso así en Brasil con la condición de que ningún otro accionista pueda tener más de 5% y que en la Junta Directiva el Gobierno tiene veto en un conjunto de temas como emisión de acciones. Entonces es una línea continúa en donde se pueden poner muchas reglas para traer más capital privado, más veeduría, transparencia, más fondos de pensiones, más sociedad civil y a la vez preservar la esencia de lo que es público y las empresas crecen más, valen más y generan más plata para todos.

La pregunta en Colombia siempre es ¿qué pedazo del ponqué me tocó?, todo el mundo pelea, pero la discusión que deberíamos tener es ¿qué ponqué tan grande podemos construir, de tal manera que todos comamos más. Entonces todo es relativo y depende de qué capacidad tenemos de crecer y generar valor y esa es la apuesta que tenemos.

SEMANA: El GEB siempre se mostró dispuesto a participación en la venta de las acciones de la Nación en ISA, pero el Gobierno siempre fijó su atención en Ecopetrol, ¿qué piensa hoy en día de esta transacción?

J.R.O.: Que ISA sigue siendo una gran empresa y el Gobierno Nacional por el bien de todos los colombianos tiene que dejar un gobierno corporativo más sólido que nunca, dado que está en un conglomerado gigante, en un país en el cual a veces lo público atrae tentaciones no sanas y la gestión que se haga va ser muy importante por el bien del país y nosotros estaremos siempre apoyando y trabajando con ISA que es una de las mejores empresas sin lugar a dudas.

SEMANA: ¿De qué forma fue que Enel y el GEB lograron poner fin a un conflicto de más de cuatro años?

J.R.O.: Fuimos capaces de pensar en el futuro y vimos que podíamos generar mucho valor juntos, pelearnos por cosas del pasado no se compadecía a la capacidad que tenemos de hacer cosas juntos y ya en ese diálogo, hemos logrado resolver el tema del alumbrado y ya hay una inversión muy importante de nuevas luminarias para la ciudad y el alumbrado va crecer para garantizarles seguridad y calidad a todos los ciudadanos.

Estamos haciendo inversiones muy importantes, Enel ya se ganó otra nueva oportunidad de generar en renovables no convencionales de tal manera que el parque de generación, gracias a esta alianza, va a pasar de los 3.400 megavatios a más de 7.000 para 2027 y ya definitivamente, con total claridad, a más de 5.400 megavatios en 2025 con una voluntad de invertir en el país $2,5 billones en estos años haciendo todo lo que van a ser los desarrollos de eólico y solar que van a ser los pilares de estas nuevas formas de generar energía eléctrica y todo eso se ha logrado gracias a que pensamos en el futuro.

SEMANA: En la solución de este conflicto se creó la marca Enel Bogotá, ¿para qué fin se creó esta marca?

J.R.O.: Enel Bogotá se creó para prestar los servicios de distribución, para algo que llamamos generación distribuida que va crecer mucho y es la rentabilidad que tiene para la gente instalar paneles solares en sus casas y poder contar con fuentes de energía y en algún momento baterías y medidores inteligentes y que puedan cargar sus carros eléctricos, patinetas en horarios de precios bajos de energía, todas esas discusiones son a la que le apostamos.

SEMANA: El acuerdo también se dio para que el GEB empezará a incursionar en el negocio de energías renovables, ¿cómo va esa incursión?

J.R.O.: El acuerdo es que en Centroamérica, Colombia y Venezuela vamos juntos y la plata se invierte a través de Enel y Enel es la que gestiona el activo, nosotros somos socios. Sabemos de las competencias y el liderazgo mundial en este tema y quedamos que ellos desarrollaban la actividad e invertíamos ambos era a través de Enel.

Nosotros hacemos renovables no convencionales en Perú y hacemos nuestros pinos en una empresa que tenemos allá de distribución y generación eléctrica que se llama Dunas, pero es un tema en el cual el grupo todavía no tiene suficiente experticia, nosotros somos buenos en transmisión y la decisión estratégica del grupo es la priorizar el negocio de transmisión, obviamente el ideal es que haya sido Colombia, eso no se logró y estamos enfocados en Brasil y en oportunidades en Estados Unidos donde vemos que hay un crecimiento indiscutible porque los eólicos en el Brasil están en su mayoría en el Nordeste, donde hay menos infraestructura, luego le vas tocar invertir bastante y lo mismo Estados Unidos. Durante los próximos 20 años la transmisión eléctrica tiene un gran potencial y creemos que esas energías, que sin indiscutiblemente el futuro por lo limpia, tienen el gran problema de ser interrumpibles y cuando se interrumpa toca tener energía almacenada y las dos formas de almacenar energía es el hidrógeno, pero a eso le falta todavía para desarrollarse; baterías, que van a tener el reto del coltán y todavía no es nada claro que vaya haber suficiente en el mundo occidental, la mayoría está en China.

Nosotros creemos que el gas es esencial para poder apoyar esa capacidad de las energías renovables no convencionales de seguir creciendo y volviéndose el centro de la fuente de generación. Por consiguiente, el gas en un país como Colombia juega un papel muy importante para toda esta gran transición energética en los próximos 30 años.

SEMANA: ¿Cómo van las consultas en La Guajira para el proyecto Colectora?

J.R.O.: Acabamos de cerrar un acuerdo con todos los pueblos de la Sierra Nevada, eso muestra que con enorme transparencia y una profunda convicción de conocer la realidad de los pueblos, pues ya tenemos más consultas previas que las que se han hecho en territorio en el país, ya van más de 125, todas resueltas de manera razonable, objetiva, sin ceder a solicitudes a veces un poco desproporcionadas y llegando a un entendimiento de verdad de cuáles son los impactos del proyecto y lo que es una compensación justa y es una enorme satisfacción poder haber logrado un acuerdo con los kankuamos, wiwas, koguis y arhuacos.

Tenemos un problema todavía en La Guajira porque hay mucho conflicto social, donde la gente no se está queriendo reunir por la llegada de algunos wayú de Venezuela y la disputa sobre la propiedad de algunas rancherías, entonces hay 40 comunidades que está desafortunadamente en unas condiciones difíciles para poder avanzar producto de la falta de sistemas constructivos de solución de controversias, la violencia sigue siendo una plaga endémica de nuestro país.

SEMANA: Después de estos acuerdos, ¿qué viene ahora para el proyecto?

SEMANA: ¿A futuro desde el GEB ya tienen planes para participar en otros proyectos?

J.R.O.: Nosotros queremos hacer la transmisión y el proyecto de energía directa que se planea hacer en unos años es el de aprovechar todo el enorme potencial de energía eólica que tiene La Guajira. La gente puede ver un vídeo de lo que es España llena de estos molinos de energía eólica, España tiene hoy en día 16 gigas, esos son 16.000 megas, eso equivale a toda la potencia que tiene Colombia sólo en eólica por todo el país y eso es transformador.

SEMANA: ¿Cómo califica el 2021 para el Grupo Energía Bogotá?

J.R.O.: Es un año que muestra lo que se logra cuando hay claridad de propósito y se logra construir con todos los socios una visión conjunta de futuro, cuando se trabaja en equipo y se confía, siempre se pueden lograr cosas grandes y eso es lo que nosotros estamos dedicados al interior del grupo y eso es rentable para todo el mundo.

SEMANA: ¿Cuáles son esos retos en los que se debe enfocar el GEB para 2022?

J.R.O.: Que el país logre ver en el gas el energético el determinante de la competitividad de su aparato económico, para el sector transporte, particularmente de larga distancia, es una forma de poder generar esa transición energética de una forma costo eficiente y que todo el mundo gana. Nosotros en Perú estamos logrando condiciones muy favorables para el transporte de larga distancia con gas licuado. Colombia tiene una incertidumbre en el abastecimiento de gas, el liderazgo del Gobierno y la presión en la transparencia de cuál es la capacidad del país para los próximo 20 o 30 años va ser determinante para el desarrollo del sector.

El reto también es demostrar que invertir en transporte y en distribución de gas es bueno para el consumidor, es un energético que el carbón.

SEMANA: ¿Qué comentarios le genera la resolución de la Creg que hace una actualización tarifaria periódica en el transporte de gas?

J.R.O.: La calidad en la regulación en estos momentos es más importante que nunca y que el país pueda reconocer el valor de esos reguladores, Dios quiera que les paguen más, Dios quiera que traigan las personas más competentes que Colombia tiene en el sector porque vienen años en los que se va a transformar el mundo y sino tenemos lo mejor que sea capaz de tener esa visión y reconocer el enorme potencial que tiene el sector energético para Colombia en Ecopetrol, ISA, GEB, EPM, Colombia tiene ahí un potencial gigante para ser líder a nivel mundial, pero eso va a depender mucho de la calidad de los reguladores y la regulación, ese en un tema de vida o muerte para el futuro del país, atraer gente de granes ligas que sea capaz de generar el marco para ver si se desarrolla el hidrógeno, para que el gas de verdad tenga la dimensión que debe tener, para que la energía eléctrica sea más competitiva y los precios mejoren para el aparato productivo y que se empiece a hacer la transición de manera que la gente no tenga que pagar más como está pasando en Europa. Ahí está lo de fondo, esos cuatros reguladores son algo de vida o muerte.