¿Hacia la vacunación obligatoria?

El rápido avance de la variante delta del coronavirus en la propagación de casos y muertes prendió las alertas mundiales. Se revivió el debate sobre si las vacunas contra la covid-19 deben ser obligatorias para los trabajadores o si, por el contrario, la emergencia sanitaria no da para tanto.

La disyuntiva no es menor. Por un lado, millones en el mundo se han inmunizado o desean hacerlo con el fin de enfrentar la pandemia. Y, por otro lado, algunos no desean ser inyectados, argumentando motivos personales, de salud y hasta religiosos.

A medida que avanza el proceso de vacunación, se observa que un número importante de personas no están dispuestas a aplicarse las dosis. Y la situación se está saliendo de control. En el planeta ya se han aplicado más de 4.000 millones de vacunas, y varios países de la Unión Europea lograron inmunizar completamente a más de 70 por ciento de la población. Sin embargo, en las últimas semanas, la rápida expansión de delta encendió nuevamente las alarmas.

Muchos de los países más avanzados en temas de vacunación dieron un paso atrás y exigieron nuevamente el uso de tapabocas en sitios cerrados por el aumento de casos. Lo que más les preocupa a las autoridades sanitarias es que dicha variante es mucho más contagiosa. En Estados Unidos, donde ya es dominante, los casos han aumentado a más de 70.000 diarios, una cifra no vista desde hace meses.

Según información de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), publicada por The New York Times, hasta los vacunados se estarían contagiando. No obstante, esto no quiere decir que las vacunas no sean eficaces. De hecho, son la única solución para prevenir casos de enfermedad grave por covid-19 y la muerte.

Ni más ni menos, esto quiere decir que las personas completamente vacunadas que se contagian terminan en muy pocos casos en una unidad de cuidados intensivos. Los datos de los CDC lo confirman: cerca de 97 por ciento de los que se encuentran en hospitales de Estados Unidos no están vacunadas.

Anthony Fauci, asesor de enfermedades infecciosas de ese país, ha sido contundente y advirtió que vendrán días difíciles si los casos siguen aumentando al mismo ritmo. Además, alertó sobre lo catastrófico de la situación si la gente se sigue negando a vacunarse.

Para Fauci, las personas sin inmunización afectan a los demás y fue enfático en afirmar que este tema no se trata solo de libertad personal. “Están pisoteando los derechos de los demás al hacerlos más vulnerables”, le dijo a la cadena ABC.

Es por esto que, hoy más que nunca, Gobiernos de todo el mundo se encuentran en una contrarreloj con la vacunación. Eso sin contar con que adoptaron medidas para que la gente que aún no recibe las dosis lo haga lo más pronto posible.

Estados Unidos, por ejemplo, anunció que la vacuna será obligatoria para los trabajadores federales, cerca de 4 millones de personas, y para los miembros de las Fuerzas Militares. Desde el sector privado, también toman el rumbo de la obligatoriedad. Grandes empresas ya les informaron a sus empleados sobre la necesidad de presentar el certificado de vacunación si quieren seguir vinculados.

Google, Apple, Facebook, Twitter, Morgan Stanley y The Washington Post son algunas de las compañías que tomaron la decisión de exigirles a sus empleados que se vacunen. E, incluso, extenderían esta medida a otros países en donde operan, teniendo en cuenta la disponibilidad de las dosis. También, restaurantes y bares de diversas latitudes optaron por exigirles el certificado de vacunación a sus clientes.

Francia ha sido uno de los países que más ha endurecido sus requisitos. El presidente Emmanuel Macron anunció que los trabajadores sanitarios no podrán ir a trabajar ni cobrar su salario si no se vacunan antes del 15 de septiembre. Y extendió el uso del pasaporte sanitario a bares, restaurantes, centros comerciales y el transporte público. Sin duda, se trata de una tendencia que ha suscitado todo un debate en el ámbito mundial. Más cuando muchos consideran que la obligatoriedad atenta contra la libertad individual de las personas.

¿En Colombia qué?

En el ámbito local, ya se aplicaron más de 28 millones de dosis, y casi 13 millones de colombianos cuentan con su esquema completo. Sin embargo, según el Dane, un 11 por ciento de la población no está dispuesta a vacunarse. Aunque en el país las personas siguen acudiendo masivamente a los centros de vacunación, preocupa que un número importante de colombianos de los grupos priorizados no lo han hecho.

De ahí que en el país también se empiece a discutir sobre la necesidad de un pasaporte sanitario. Según el ministro de Salud, Fernando Ruiz, por el momento, la vacuna seguirá siendo voluntaria, ya que primero se debe garantizar que las personas tengan acceso, y el plan se abra a todos los grupos poblacionales. No obstante, el debate de la obligatoriedad ha empezado a tomar fuerza y a provocar muchas dudas.

Sobre todo, porque, pese a que los contagios han cedido de manera importante, al cierre de esta edición se habían confirmado cinco casos de delta en Colombia, uno en Cali y cuatro en Bogotá. Esta realidad origina una alerta, y la pregunta es si las empresas podrán exigirles a sus empleados que se vacunen.

Tatiana Garcés, abogada experta en derecho laboral y socia de la firma Baker McKenzie, explica que, legalmente, ninguna compañía puede tomar esta decisión. Según Garcés, existe jurisprudencia de la Corte Constitucional en la que ha quedado claro que la historia clínica es un documento privado sometido a reserva, y el hecho de exigir el certificado de vacunación violaría los derechos del trabajador.

Si bien el mundo no estaba preparado para este escenario, explica, la vacunación sigue siendo una decisión personal, por lo que ninguna empresa o Gobierno puede declararla como obligatoria.Y en el caso en que una compañía les exija el certificado de vacunación a sus trabajadores, se podría constituir como una forma de discriminación.

En la práctica, esto implica que no se podría terminar el contrato a un trabajador o supeditar un proceso de selección a la vacunación, por más que su decisión afecte a sus compañeros y demás ciudadanos.Lo mismo aplicaría en colegios o universidades que realicen dicha exigencia a sus alumnos. De hecho, la justicia ya ha fallado tutelas en este sentido a favor de padres que se han negado a vacunar a sus hijos.

Sin embargo, la experta explicó que las empresas tienen la potestad de decidir quién ingresa o no a sus instalaciones, por lo que podrían negarles la entrada a sus colaboradores no vacunados siempre y cuando les garanticen el derecho al trabajo, por ejemplo, a través de labores remotas o virtuales.Así las cosas, es claro que, con la legislación actual, ni el Gobierno ni las compañías podrán declarar obligatoria la vacunación. Pero, por ejemplo, establecimientos como restaurantes, bares, gimnasios, al ser de carácter privado, podrían permitir la entrada únicamente a personas vacunadas si así lo quisieran.

Al respecto, el Gobierno, por medio del ministro Ruiz, ha explicado que la estrategia para convencer a la población de que se vacune se centrará en incentivos.

A medida que más personas acuden a los puntos de vacunación, se han realizado iniciativas de todo tipo del sector privado. Varios centros comerciales anunciaron descuentos para los clientes que presenten su carné de vacunación, y lo mismo han hecho restaurantes y marcas reconocidas del país, como Totto, Arturo Calle y Sura, entre otros. Se espera que en los próximos días el Gobierno también anuncie nuevos beneficios para los colombianos que se vacunen. La pandemia no da espera.