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Hasta la iglesia salió en defensa de Justo & Bueno, salvada por un fondo chino
La cadena de tiendas será comprada por JF Capital, que pondrá 628 millones de dólares para pagar las deudas de la compañía.
La compañía Mercaderías S.A.S., que opera en Colombia bajo el nombre de Justo & Bueno, aseguró que confía en que a más tardar el 10 de mayo lleguen los 628 millones de dólares que comprometió JF Capital International Limited para pagar las deudas de la empresa.
Con esta inyección de capital, Justo & Bueno, que pidió acogerse a la ley de insolvencia para dar paso a un proceso de reorganización, podrá pagar las acreencias causadas entre el 18 de enero y el 30 de abril de este año, así como las deudas dentro del proceso reorganización.
El pasado 28 de abril, durante la audiencia pública que adelantó la Superintendencia de Sociedades, se conoció que Justo & Bueno presenta un déficit de caja de 135.000 millones de pesos al 30 de abril, solo por gastos de administración de la reorganización, y la operación de 603 tiendas de las 1.118 antes activas, la reducción del personal que laboran en ellas, entre otros supuestos que comprometen la operación de la compañía.
“Apreciamos el gran esfuerzo demostrado por JF Capital para completar esta compra en tiempo récord y que normalmente en el mercado tomaría no menos de seis meses”, destacó Justo & Bueno, que será comprada por este fondo chino no solo para fortalecer su operación en Colombia, sino para expandirla a otros países como México, Ecuador y Argentina.
JF Capital es una plataforma que desde 1990 realiza inversiones alrededor del mundo en compañías con enfoque social y tiene una concentración especial en inversiones en commodities, con presencia en el sector de alimentos y en tecnología de automatización de supermercados y centros de distribución.
Otro apoyo a Justo & Bueno llegó desde la iglesia, a través de la Conferencia Episcopal Ecuménica Mundial, una confederación de iglesias mundiales de orden eclesiástico con presencia en América, Asia, Oceanía, Europa y África.
“Justo & Bueno estaba pasando por una situación compleja de liquidez debido a la pandemia y otros factores, y tenía como única opción ser salvada para seguir aportando a tantos miles y millones de personas no solo en Colombia, sino en Latinoamérica”, aseguró la Conferencia Episcopal Ecuménica Mundial.
Así mismo, aseguró que JF Capital es su aliado mundial y colocador de capital que busca oportunidades de negocio para otros fondos en todos los continentes, y que la compra de Justo & Bueno es una oportunidad de negocio con carácter puramente social.
Hay 501 denuncias de incumplimientos y 20 tutelas contra Justo & Bueno
Durante la audiencia pública de Justo & Bueno también se conoció que hay 501 denuncias de incumplimientos con los gastos administrativos, 20 tutelas provenientes de acreedores y arrendadores, y 98 memoriales laborales desde que se inició la reorganización empresarial.
Además, el pasivo post-reorganización de Justo & Bueno ascendía hasta marzo a 96.583 millones de pesos. De igual manera, se presenta una disminución en el número de trabajadores producto de renuncias, así como un descenso en el número de tiendas abiertas, lo que tiene preocupados a los empleados, a los exempleados y a los proveedores.
Mujeres sin recibir pagos estando en licencia de maternidad, con bebés por alimentar; personas desempleadas que no han recibido recursos de liquidación para enfrentar la desocupación; trabajadores activos sin sueldos desde hace varios meses; fueron algunos de los testimonios que dieron los intervinientes en la audiencia.
Más de 7.000 trabajadores
César Higuita fue uno de los voceros de los trabajadores y recordó que son más de 7.000 trabajadores que esperan impacientes el pago de sus salarios, con atrasos superiores a 90 días. También se registran atrasos en los pagos de seguridad social, por ejemplo, hay deudas con Porvenir, Protección, Colfondos y Colpensiones, por cuenta de aportes a la seguridad social.
Las desvinculaciones laborales serían del 15 %, de acuerdo con lo expresado por los trabajadores; mientras que los que fueron despedidos estarían esperando sus liquidaciones, en ocasiones, desde que empezó el año, sin tener recursos con los cuales sostener a sus familias. Hasta los aprendices del Sena se declararon afectados y muchos trabajadores dijeron que siguen metiendo el hombro pese a que deben llegar a los lugares de trabajo a pie, sin tener con qué pagar un transporte público.
Deuda con la Dian
Una vez escuchados los trabajadores, se le dio paso a los acreedores fiscales y fue la Dian la que abrió el ramillete de cobradores. Según el vocero de la entidad, en impuesto al consumo, solo por los meses de enero y febrero, la cadena debe 16,2 millones de pesos, mientras que por retención en la fuente adeudan 20.400 millones, contando con los atrasos, desde septiembre de 2021 hasta marzo de este año, más los intereses.
En segundo lugar, el tema de arrendamiento incluiría deudas superiores a los 30.000 millones, toda vez que habría cesión de pagos desde febrero.