El trabajo en casa seguirá siendo una realidad en Colombia. Por eso, era necesario tener reglas de juego.
El trabajo en casa, tema de un nuevo estudio de la Universidad del Rosario. | Foto: istock

TRABAJO EN CASA

¿Hay indisciplina de empleadores con reglas del trabajo remoto?

Esto dice un estudio de la Universidad del Rosario. Lo que está en la ley, a la que le falta la firma del Presidente, está sucediendo al revés en la realidad, según las personas que respondieron la encuesta.

30 de abril de 2021

Muchos de los 4 millones de colombianos que laboran todavía en las distintas modalidades de trabajo a distancia, ya sea en teletrabajo, trabajo en casa, o en alternancia, dicen estar en condiciones contrarias a lo que indica la ley que está próxima a ser sancionada por el Presidente Iván Duque.

Estas opciones se tuvieron que implementar en Colombia, de manera más acelerada de lo previsto, en pos de seguir la actividad laboral -los que podían- en medio de la emergencia sanitaria para ayudar a contener el avance de los contagios con covid-19.

Ahora, los trabajadores sienten que están con mayor carga laboral; sin límites para pedir su participación en la actividad que realizan; sin posibilidad de tener una vida familiar y personal.

Al menos, así dijeron sentirse los trabajadores, en estudio del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, presentado el jueves en Bogotá.

Hiperconexión digital

La investigación se llevó a cabo a partir de encuestas que reflejan el agobio de los empleados, lo que nunca llega como reclamo ni denuncia ante el Ministerio del Trabajo. De hecho, el ministro del ramo, Ángel Custodio Cabrera, dijo en SEMANA que no hay quejas oficializadas sobre el trabajo remoto.

Sin embargo, de acuerdo con el informe de la Universidad del Rosario, los ciudadanos que continuaron su actividad en la distancia, “evidenciaron espacios de exacerbación de los poderes patronales, diluyendo espacios de intimidad de los trabajadores, aumentando el control empresarial, al tiempo que se llega a superar los límites fundacionales de limitación de la jornada y los tiempos de disponibilidad laboral (soberanía del tiempo del empleado) como consecuencia de la hiperconexión digital”.

De esa manera, si la disciplina legal alrededor del trabajo en la distancia incluye “limitación de la jornada de trabajo y derecho al pago de recargos por trabajo suplementario, dominicales y festivos (Corte Constitucional, sentencia C-103 de 2021); derecho a la igualdad salarial respecto de los trabajadores que siguen sus actividades en la sede física de la empresa; auxilio de conexión por el cual el empleador tiene la obligación de proveer y garantizar el mantenimiento de los equipos de los teletrabajadores, conexiones, programas, valor de la energía, desplazamientos ordenados por él, necesarios para desempeñar sus funciones; adscripción al programa de seguridad en los planes y programas de salud ocupacional”, entre otros, se estaría presentando cierta indisciplina.

El gran problema, según lo explica Iván Jaramillo, del Observatorio universitario, es que “con la incorporación de las tecnologías de la información y las comunicaciones se han evidenciado espacios de control patronal que son muy complejos de limitar con nuestra legislación laboral de 1950″.

Así se sienten los trabajadores en casa

De los resultados de la encuesta aplicada para el estudio se desprenden varias estadísticas:

1. ¿Cuántos son?

“Un 83,5% de los trabajadores desarrolla sus actividades o bien en teletrabajo (Ley 1221 de 2008) o trabajo en casa (Circular 021 y 041 de 2020 del Ministerio del Trabajo).

| Foto: Ingimage

2. ¿Tienen las herramientas?

El tema alrededor de quién debe poner las herramientas para realizar el trabajo en casa ha sido controversial. Según la encuesta, el 68,64% no han recibido un computador como parte de las herramientas para el desarrollo de actividades encomendadas.

3. ¿Se estiraron las jornadas?

En relación con la extensión de la jornada está en el horizonte la discusión acerca de la flexibilidad laboral versus los límites para que el trabajador pueda tener espacios dedicados a su vida personal y familiar, sin que el trabajo se interponga en ello. Entre los participantes en el estudio de la Universidad del Rosario hay una percepción alta de jornadas laborales más largas, con un 76,22% de encuestados que dijeron estar trabajando más ahora que permanecen de forma remota.

El 48,19% de encuestados dijo que le resulta positivo tener la posibilidad de hacer más compatible sus horarios de trabajo, un factor crucial en los momentos de confinamiento estricto, en los que surgen otras actividades del hogar como atención a los hijos, lo que es incompatible con jornadas laborales presenciales (los padres llegan y los hijos ya están dormidos).

4. ¿Obligado a usar cámara?

Es probable que el trabajo a distancia haya llevado a que se evidencien otros problemas que hacen parte del ambiente laboral. Por ejemplo, la confianza en la gente que está al servicio de una misión empresarial. En ese contexto, se ha generado controversia alrededor del derecho a encender o no encender una cámara en una reunión, lo que buscaría probar -por parte de los jefes- si efectivamente el empleado está en su puesto de trabajo, en su casa, o está respondiendo desde un celular en cualquier otro sitio.

De acuerdo con los resultados del estudio, “en general, los trabajadores parecen tener la libertad de encender o no la cámara, sin embargo, la interacción vía WhatsApp ha sido un canal utilizado intensivamente por los empleadores”.

5. ¿Desean los trabajadores continuar bajo la modalidad de trabajo en casa?

Esta fue una de las preguntas que plantearon los autores del estudio.

Según los resultados de la encuesta, “la mayoría de trabajadores estaría de acuerdo con no realizar su actividad totalmente presencial. La alternancia (algunos días presencial) es la opción con mayor aceptación, con un 50,71%.

En el informe, los investigadores expresan que ese resultado está asociado a las ventajas que han tenido los trabajadores, en relación con una reducción en los costos de movilidad, la posibilidad de realizar otras actividades en el hogar sin desconectarse. Pero, así como hay beneficios, está la dificultad de no poder tener un límite entre la vida personal y laboral, como sí la había en la presencialidad.

6. ¿Estaban preparados tecnológicamente?

Otro de los interrogantes que resolvió el estudio es el de la preparación para el manejo de herramientas digitales. En Colombia, desde el Concejo Privado de Competitividad se ha menciona que más del 90% de las empresas tienen tecnología, pero la utilizan para lo básico: enviar correos y similares. El trabajo a distancia llegó a exigir un manejo más amplio de las posibilidades que ofrece internet.

Estos son los resultados de la encuesta en este ítem.

| Foto: Corbis.com

- 18,4% de los encuestados manifiesta tener dificultades para el manejo de herramientas digitales.

- 22,2% de trabajadores dice no contar con herramientas tecnológicas adecuadas para trabajar a distancia.

7. ¿Y la salud mental?

El estudio recomienda que “se debe prestar especial atención al fortalecimiento de las habilidades digitales, en especial, para las personas con bajo nivel de alfabetización digital, para mejorar las oportunidades de trabajar y aprender en línea”.

De igual manera, en Colombia se requiere tener en el visor que la conexión a internet aún presenta niveles de penetración de 39,7%.

Pero el punto más relevante que destaca el estudio y que debe ser motivo de preocupación, es el de la afectación de la salud mental y física como consecuencia de la baja interacción social y la poca movilidad.

Largas horas trabajadas y escasez de contacto social podrían afectar la salud mental. | Foto: sxc