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Hernando José Gómez renunció a la presidencia de Asobancaria
Estaba en este cargo desde enero de 2021.
Por medio de una carta a la junta directiva de la Asociación Bancaria y de Entidades Financieras de Colombia (Asobancaria), este jueves 11 de noviembre, Hernando José Gómez presentó su renuncia a la presidencia del gremio que reúne a los principales bancos y entidades financieras del país.
Así se anunció por medio de un escueto comunicado en el que se indica que Gómez Restrepo se va tras dos años en el cargo, en el que representó al sector en varios momentos claves, como durante la discusión de la reforma tributaria y en la etapa de recuperación económica pospandemia.
“En su carta de renuncia, Gómez agradeció el compromiso de las entidades financieras y del equipo profesional de la Asociación con el propósito de acercar la banca a los colombianos y generar oportunidades de desarrollo para una economía sostenible”, informó Asobancaria a la opinión pública.
Este personaje estaba en la presidencia del gremio financiero desde enero de 2021, aunque su designación se dio algunos meses atrás, en octubre de 2020. Durante su gestión destacó la presentación del informe “los 5 caminos que propone la banca para el desarrollo sostenible de Colombia”, con el que buscaba dar un enfoque ambiental a su trabajo como vocero de la banca nacional.
Nacido en 1975, el saliente presidente de Asobancaria es economista Cum Laude de la Universidad de los Andes, candidato a Ph.D. en Economía, con especialización en Moneda, Banca y Economía Internacional de Yale University. Cuenta con alta experiencia en gremios, banca central, organismos oficiales y consultoría con responsabilidad en negociaciones comerciales, planes de desarrollo, políticas de sostenibilidad e inclusión, programación macroeconómica, política financiera y cafetera.
En su hoja de vida destacan cargos como director asesor del Banco de la República de Colombia, presidente del Consejo Privado de Competitividad, embajador ante la OMC, jefe del Equipo Negociador del Gobierno Colombiano en la negociación del Tratado de Libre Comercio con los Estados Unidos y director del Departamento Nacional de Planeación de Colombia, entre otras posiciones.
También se ha destacado como consultor de la CEPAL, Banco Mundial el Departamento Nacional de Planeación, Fedesarrollo y de la Agencia de Renovación del Territorio, en donde se destacan sus investigaciones sobre Pymes en Colombia, crecimiento verde, política pública de competitividad y productividad, cambio climático y planes de desarrollo con enfoque territorial.
Su más reciente pronunciamiento desde el sector financiero se había dado en contra de la reforma tributaria, en el que dijo que siendo conscientes de la situación fiscal del país y de los requerimientos financieros para la política social, anuncian que asumirán el incremento de la sobretasa de renta que les impusieron, el cual es del 5 %, adicional al impuesto de renta que aportan todas las sociedades.
No obstante, recordó que, así como lo han sostenido en otros escenarios, insisten en que “una sobretasa diferenciada para un sector económico es antitécnica, resta competitividad y en nuestro caso, afecta los esfuerzos que realizan los bancos en materia de inclusión financiera”.
Hay que señalar que, en la ponencia, quedó establecido que la sobretasa será solo por cuatro años, por lo cual, insistieron en que, efectivamente, “sea de carácter temporal (tal como lo trae la ponencia)”. Según el pronunciamiento de Asobancaria, dentro de lo que les preocupa está “la actividad operativa y el excesivo costo que podría representar la propuesta de control sobre operaciones y montos exentos del Gravamen a los Movimientos Financieros (GMF)” o 4 x 1.000, que trae la reforma.
En la ponencia se evidencia que la medida, basada en una proposición, apunta a establecer que, para efectos del hecho generador del GMF, se considera como una única operación gravada, los movimientos crédito y débito originados en operaciones de pago electrónicas por un tarjetahabiente o por el usuario de un medio de pago electrónico, hasta la dispersión de fondos a los comercios”.
Desde la perspectiva de los banqueros, “si bien el planteamiento es beneficioso para nuestros usuarios, existen alternativas de efectividad similar, menos costosas y con menos problemas en la administración de la información crediticia de los usuarios”.
Para Asobancaria, “esta medida puede distraer los esfuerzos necesarios para fortalecer iniciativas que generan un impacto mayor como los sistemas de pago de bajo valor”.