¿Hidroituango se salvaría si el seguro no se paga a cuentagotas?: así se pactó el contrato

La suerte de Hidroituango aún no está despejada. Los varios puntos en los que se enreda el proyecto hidroeléctrico más importante para el país en los últimos años, continúan en veremos.

Uno de ellos es el pago de las aseguradoras. Un fallo de la Contraloría, que apenas está en primera instancia, va por el cobro de $4,3 billones, recursos que serían una tabla de salvación para las finanzas que permitan la continuidad del proyecto, y, por consiguiente, la reducción del riesgo de un apagón en el país si no entra en operación la hidroeléctrica. Recordemos que también están en juego las comunidades que habitan en la parte baja de la obra, que está utilizando un vertimiento de aguas por un tiempo mayor al que se tenía previsto originalmente. Eso, sin contar con la estabilidad de las finanzas de EPM, pues cada día que pasa y no se despeja el panorama, podría implicar mayores recursos.

En ese contexto, hay que señalar que el contrato suscrito entre la empresa y la aseguradora Mapfre es un acuerdo marco respaldado por una póliza todo riesgo, incluido, una contingencia, que, de hecho, se presentó.

La póliza como tal, conocida como ‘todo riesgo construcción y montaje’ fue suscrita entre Antonio Clemente, en respresentación de Mapfre, y Jorge Londoño de la Cuesta, quien en ese momento actuó por estar en el cargo de gerente de EPM.

Según los términos del contrato, la póliza tiene dos peldaños, uno para cubrir daños materiales de infraestructura y equipos, por un valor límite de 2.556 millones de dólares.

El otro eslabón es el que cubre el llamado lucro cesante, es decir, cuando se detenga la obra y se ocasionen afectaciones que lleven al dueño del proyecto a dejar de percibir lo que tenía previsto. En este caso, el seguro es por 628 millones de dólares.

La aseguradora ha venido haciendo pagos por daños, pero a cuentagotas, pues así está pactado y el proceso para verificar si se ocasionó el daño o no, es largo y dispendioso.

El segundo, sobre lucro cesante, solo se haría efectivo al final de la obra.

En otras palabras, por el lado de los seguros no podría haber plata rápida como se requiere, pues el pago que se está haciendo, demanda tiempo, debido a que exige comprobaciones de daños.

De cláusulas y tiempos

El contrato suscrito con la aseguradora está regido por cláusulas que requieren lupa sobre la letra menuda para hacerlas válidas.

El alcalde de Medellín, Daniel Quintero, explicó el contenido de la póliza, haciendo una comparación con el aseguramiento de un carro: “se tiene el seguro sobre el auto, pero no sobre los daños a terceros que ocasione el vehículo”.

Según Quintero, los daños totales causados son de 12 billones de pesos, pero el límite de pago de la póliza es de 4 billones. “El lucro cesante se aseguró para cuatro turbinas y solo por un año, y son 8 turbinas (la última estará en 2024) y van 3 años”.

La conclusión parece ser que no hay más remedio que recibir los pagos a cuenta gotas, por parte de las aseguradoras y negociar para establecer lo que se puede recuperar, según lo pactado en la póliza. “Las reclamaciones se hacen a través de un proces de ajustes, es decir, si nosotros revelamos nuestra expectativa o ellos lo hacen no habría dicho proceso. En estos momentos no tenemos la certeza de que el giro (llamémoslo así) que le va a hacer la asguradora a EPM sea por el valor de la responsabilidad fiscal que impuso la Contraloría”, sostuvo el gerente de EPM. Uno de los voceros de EPM, durante la rueda de prensa, expresó en que tienen toda la confianza en que se va a obtener la mejor indeminización.