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Icónica marca de restaurantes de EE.UU. está evaluando declararse en quiebra: busca comprador para evitar la bancarrota
La situación de varias cadenas estadounidenses no es la mejor.
Las empresas estadounidenses no pasan por un buen momento y en los últimos meses se han conocido nuevas solicitudes de reconocidas empresas que funcionaban en ese país, pero que enfrentan fuertes problemas financieros y en algunos casos ven poco viable continuar operando.
Es por ello que la mayoría acude ante un tribunal para solicitar a un juez acogerse a la ley de quiebras, que les permite reorganizar ciertos procesos y con ello garantizar el pago de sus deudas, que en la mayoría de los casos es la razón del problema.
En algunos casos, el escenario que se ha hecho común es un aumento considerable en el valor de los pasivos, que, con la coyuntura actual y las altas tasas de interés que se mantienen en la economía norteamericana, ponen más difícil la tarea de pagar las deudas a los empresarios, que deben elegir la opción de liquidarse como última salida ante un alto número de intereses.
Recientemente se conoció sobre la posible decisión que tomaría una reconocida cadena de restaurantes que por décadas ha encantado el paladar de los norteamericanos con sus platillos de mar. Su primer restaurante fue inaugurado en 1968 y desde ese año se ha vuelto un referente en la comida de mar.
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¿Cuál es la cadena estadounidense que estaría considerando entrar en la Ley de quiebras?
Se trata de la famosa cadena de restaurante y productos de mar Red Lobster, que estaría considerando acogerse al capítulo 11 de la Ley de Quiebras, luego de evidenciar un problema financiero tras una fuerte deuda.
De acuerdo con el medio local CNBC, la compañía necesita reestructurar una de sus obligaciones, además de salir de una serie de arrendamientos que enfrenta con alto costo. Sin embargo, durante los últimos meses han intentado buscar un inversionista que los pueda apalancar nuevamente.
Es por ello que a la empresa solo le quedan tres salidas: declararse en quiebra y acabarse, conseguir un comprador y reestructurarse, o que los prestamistas sean quienes tomen el control de la empresa.
De acuerdo con el medio mencionado, si Red Lobster encuentra un comprador, podría resultarles más difícil acogerse a la Ley de quiebras, debido a que muchos contratos son más difíciles de romper sin esa ley, y eso es justamente lo que está buscando la cadena, finalizar estas formas contractuales.
De hecho, las cifras reportan que durante la última década, Red Lobster se habría endeudado y habría celebrado una serie de arrendamientos a largo plazo con cerca de 700 ubicaciones, algo que los ha puesto en la cuerda floja durante la dura crisis que viven.
Actualmente, la firma está siendo asesorada por un bufete de abogados. Uno de los integrantes del cuerpo de juristas fue nombrado recientemente director ejecutivo de Red Lobster, pues durante los últimos meses una alta rotación en cargos directivos ha ocasionado un grave daño a la compañía.
Es preciso recordar que Red Lobster fue una de las grandes cadenas que sobrevivió a la pandemia. Sin embargo, en 2021 uno de sus directores se retiró y en este momento comenzó una serie de nombramientos y de movimientos nocivos en la planta ejecutiva.
Las tendencias de consumo estadounidense han golpeado fuertemente a este tipo de cadenas, pues los comensales cada vez buscan opciones baratas y sencillas, por lo que las cadenas de comida rápida tienen todas las de ganar en esta puja.
La cadena Red Lobster reportó cerca de 11 millones de dólares en pérdidas para el tercer trimestre fiscal, según CNBC. Además, registró 12,5 millones de dólares en pérdidas para el trimestre siguiente. Por su parte, el Thai Union Group, uno de sus grandes accionistas, ya tenía intenciones de vender su participación en enero.