Combustibles
Impresionante, en Colombia hay millones de hogares que tienen el tubo del gas, pero no han podido pagar la conexión interna para recibir el servicio
Hace muchos años que en Colombia se viene hablando de una cifra macabra: 1,6 millones de familias cocinan con leña. Hasta ahora, no ha existido una solución definitiva. Esto cuesta habilitar la conexión interna.
Definitivamente, Colombia es un país que al parecer se detiene poco a evaluar el costo beneficio.
Es bien sabido que el uso de leña para cocinar y abastecer de energía a las familias no solo es algo altamente contaminante, por lo tanto, genera fuertes impactos en la salud humana; sino que también es un sinónimo de pobreza y desigualdad, toda vez que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el uso de combustibles sólidos como la leña son responsables de más de 800.000 muertes prematuras al año en el mundo, pues el fogón encendido con estos materiales en una cocina equivale a la combustión de 400 cigarrillos por hora.
Insólito
Por esas estadísticas globales resulta insólito que en el país, desde hace varios años, se sigue contando la misma cifra: hay 1,6 millones de familias que cocinan con leña. Y aunque se mencionan soluciones, la definitiva no llega.
Peor aún es que en el país, que indudablemente ha avanzado en cobertura de gas natural, de los millones de colombianos que aún tienen que recurrir a la leña, hay muchos que están ubicados en los sitios de la red de distribución del combustible, es decir, tienen el tubo, pero no han logrado pagar lo que cuesta la conexión interna para recibir el servicio de manera directa.
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Según los datos del informe de Naturgás (Asociación Colombiana de Gas Natural), presentados este martes 28 de noviembre, “la cobertura de gas natural a la fecha ya alcanza 763 municipios del país, lo que equivale al 83 % del territorio nacional”.
Entre tanto, hay otros 700 mil hogares que están listos para contar con este servicio.
Aunque el gas está llamado a ser parte protagónica de la transición energética, hay 1,6 millones de familias que cocinan con leña. La mayoría está ubicada en zonas intermedias y en áreas rurales.
Si bien se podría entender que llevar la tubería a viviendas en zonas alejadas es costoso, resulta impresionante que existan hogares que no tienen el servicio que los protegería de la muerte, porque no tienen la plata para pagar la conexión interna.
Luz Stella Murgas, presidenta de Naturgás, explicó que esas familias están el perímetro de red de distribución de gas, pero prefieren seguir cocinando con leña, porque tienen una barrera insalvable: el costo del punto de conexión interna en sus hogares.
De acuerdo con lo expresado por Murgas, familias de estrato 1 y 2 tendrían que disponer de 2 millones de pesos, que es el costo de la conexión. Y, como el servicio de gas es regulado, se necesitaría que los distribuidores del combustible les hicieran la tarea, pero tendrían que trasladarles el costo, lo que incrementaría la tarifa a niveles probablemente impagables.
Necesidad de un plan de seguridad energética
Los mensajes más frecuentes que se escuchan en el país mencionan al gas como protagonista en una eventual transición energética. Sin embargo, se requiere de un Plan Integral de Seguridad Energética, que es la propuesta de Naturgás.
“Con dicho plan se le podría dar prioridad y agilidad a la exploración y desarrollo de los descubrimientos para garantizar el abastecimiento, incluso en momentos críticos de contingencias o fenómenos de la naturaleza, que puedan poner en riesgo la seguridad energética que hemos mantenido por décadas”, sostuvo Murgas.
Venga de donde venga
En este contexto, de cara a los mensajes que se han emitido en Colombia, sobre traída de gas desde Venezuela, la presidenta de Naturgás señaló que, “será necesario contemplar todas las opciones viables de fuentes de suministro de gas natural externas sin generar dependencia de estas, esto son opciones de interconexión regional, infraestructura de regasificación, entre otras”.