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Infraestructura: implementar prácticas de desarrollo sostenible es fundamental para la industria, según estudio de tendencias 2023
Son cinco los principales retos que enfrenta el sector de infraestructura.
Los constantes cambios a nivel mundial han puesto en jaque a las diferentes industrias. Este es el caso del sector de infraestructura que, según el más reciente estudio de KPMG, titulado Tendencias Emergentes en Infraestructura, señala que en el futuro cercano la industria tendrá que enfrentarse a retos como el territorialismo, la inflación, sostenibilidad, transformación digital y las interrupciones en la cadena de suministro.
Pues las circunstancias sociales y políticas, así como la incertidumbre económica y la crisis medioambiental obligan a que las compañías y líderes empresariales a adaptarse al cambio y buscar alternativas para mitigar el riesgo y evitar una fractura en la sociedad.
Para Mario Peláez, gerente senior para KPMG en Colombia, “El 2023 va a ser un año muy importante porque estamos en un periodo en el que están surgiendo varios cambios políticos, ambientales, económicos y sociales, que tendrán una repercusión durante la próxima década. De allí la importancia de tomar decisiones acordes a las necesidades actuales”.
Entre los temas clave que los empresarios deberán tener en cuenta para un futuro cercano, según el informe, se encuentran:
Tendencias
Inclinación hacia el territorialismo y el cambio de lealtades
A escala nacional y regional, “asistimos a un alejamiento del consenso geopolítico mundial. Están surgiendo múltiples puntos de fractura, ya sea en líneas regionales, líneas políticas, líneas comerciales, líneas medioambientales o líneas económicas, están debilitando los cimientos de la globalización”, asegura el estudio.
Y añade que, “no obstante, la infraestructura es uno de los pocos lugares en los que se espera que aún pueda encontrarse el consenso. Lo anterior, ya que la gran mayoría está de acuerdo en la necesidad de infraestructuras nuevas y mejoradas, para así proporcionar a los ciudadanos un mundo conectado y una mejor calidad de vida”.
Sostenibilidad
En las reuniones de la COP27, celebradas en Egipto, se hizo evidente la necesidad de trabajar para contrarrestar los efectos del cambio climático. Pues, los plazos se han reducido y los impactos potenciales del cambio climático ya no son problema de otros.
“Es importante que, paralelo a los planes de mitigación, en los que muchos ya están avanzando, se creen estrategias de adaptación a las nuevas condiciones climáticas y garanticen una infraestructura adecuada en costos, sostenibilidad y seguridad para las personas”, comenta Peláez.
La era de la personalización masiva
La era de la personalización masiva consiste en personalizar la infraestructura al usuario, tanto en su manifestación física como en la forma de utilizarla. Eso exigirá un cambio radical en la digitalización, así como nuevos modelos de negocio y de servicios.
La atención puede centrarse en crear experiencias únicas para los usuarios al tiempo que se protegen sus datos, su privacidad y sus intereses. “Es probable que las cadenas de valor de las infraestructuras deban adaptarse para lograr mejores tiempos de respuesta y mayor valor. En este sentido, cobran relevancia la habilitación del 5G y los enfoques emergentes como el metaverso, que serán claves en la integración”, añade.
Aprovechar al máximo la tecnología
La tecnología cada vez cobra más relevancia en la cotidianidad del ser humano, por eso se espera que desde este año se empiece a evidenciar una “presión significativa sobre los contratistas para implementar diferentes tecnologías en las infraestructuras”. Esto permitirá mejorar la experiencia de usuario y aumentar la eficiencia de las construcciones ya existentes.
Para finalizar, Stephen C. Beatty, presidente mundial, jefe de Infraestructuras y socio de KPMG International, comenta que, “probablemente, la tendencia más grande que vamos a ver este año se relaciona con la transición energética y la transición energética DSG. Pues, solo tenemos seis años para cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible y, al mismo tiempo, tendremos que asegurarnos de que estos cambios se implementen de manera equitativa, para que los beneficios y los costos sean asumidos por todos, no solo por los ricos y no solo por los pobres”.