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Juan Valdez anunció la apertura de tiendas en Catar y Turquía
La marca de los caficultores colombianos robustece su presencia en Oriente Medio, que inició en Kuwait.
La compañía Juan Valdez anunció su ingreso este viernes a los mercados de Turquía y Catar con sus primeras tiendas locales, y con el objetivo de seguir expandiendo la marca a través de diferentes canales de venta en estas dos naciones.
Así las cosas, Turquía se consolida como una de las grandes apuestas de la marca, pues con la entrada a este país espera obtener mayor reconocimiento en Oriente Medio, Europa y Asia.
La compañía destacó además que la apertura de la primera tienda Juan Valdez en Estambul será una oportunidad única para la compañía, que busca atraer a los consumidores locales con un café prémium 100 % colombiano.
De la mano del franquiciado Honest Holding, una de las organizaciones locales de mayor experiencia en la industria de turismo, hoteles y de servicios y bebidas, se logrará este hito para la caficultura colombiana.
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En cuanto a Catar, Ali Bin Ali Holding, uno de los principales grupos económicos y líderes en distribución de este territorio, será el aliado de la compañía para entrar a este mercado con una primera tienda en la exclusiva zona de Katara Village, ubicada en la ciudad de Doha.
De acuerdo con Sebastián Mejía, vicepresidente internacional de Juan Valdez, “la llegada a estos mercados significa un orgullo inmenso para Juan Valdez y para Colombia, ya que nos entrega el mejor escenario para visibilizar en más rincones del mundo y en diferentes culturas, la experiencia y calidad de nuestro café prémium 100 % colombiano y toda la tradición cafetera de nuestro país”.
“Con la entrada a estos dos países, la marca de los caficultores colombianos robustece su presencia en Oriente Medio, la cual inició en Kuwait, con dos tiendas ubicadas en el Australian College y en el Symphony Mall de Arabian Gulf Street, puntos que recientemente se han caracterizado por un creciente interés de los consumidores jóvenes por este tipo de bebida”, destacó la empresa.
Colombia va rezagada en la tarea de producir café, uno de los motores del agro
Brasil, que es el primer productor, redujo su producción del grano en cinco millones de sacos en 2020 (normalmente produce 50 millones al año), lo que dejaba un espacio para que los demás países pudieran entrar a ofrecer más al mercado mundial.
Sin embargo, en octubre de 2021, mes en el que inicia el año cafetero en Colombia, la producción tuvo un declive y cayó en 13 %, según la Federación de Cafeteros. La cifra reportada es de 1.012.000 sacos de 60 kilogramos cada uno. En el décimo mes del año pasado, la producción fue de 1.159.000 sacos.
Durante los primeros diez meses de este año, el acumulado va en 10,1 millones de sacos, lo que también representa una caída del 6 % en comparación con el mismo periodo del año anterior, cuando se llevaban 10,7 millones.
Si la situación se mira en los doce meses corridos, es decir, desde noviembre de 2020 hasta octubre de este año, igualmente se ve un declive. “La producción cayó 5 % a 13,2 millones de sacos, desde los casi 13,9 millones del mismo lapso anterior”, estableció la Federación.
La meta de producción de café en el país para 2021 ha sido estimada entre 13,5 millones de sacos y 13,9 millones. De lograrse, implicaría que se tendrían seis años consecutivos con producciones cercanas a los 14 millones de sacos.
Desde 2020 y en 2021, los efectos del clima le han pegado a este producto, que es uno de los principales para Colombia en el comercio exterior: el primero en el segmento agrícola.
En el inicio de este año se habló de un déficit mundial del grano, partiendo de la caída proyectada en la producción del café en Brasil. De hecho, eso llevó a que el precio repuntara, tanto a nivel interno como externo, sobrepasando así los niveles habituales de Colombia que son considerados benéficos para los productores: más de un dólar por libra en el caso de la cotización en Bolsa de Nueva York, y más de un millón de pesos por carga para el precio interno.
Si bien los precios se han mantenido en buenos niveles, la reducción en la producción no deja de preocupar, pues este cultivo está en 16.000 veredas colombianas y es la fuente de sustento para más de medio millón de familias que, en su mayoría, son pequeños productores.