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La Federación de Cafeteros ya es Operador Económico Autorizado, ¿qué significa?

La certificación beneficia a más de 550.000 familias que producen el grano.

27 de enero de 2022
La Federación Nacional de Cafeteros busca promover la comercialización de café colombiano en el mercado nacional, a través de medios digitales.
La Federación Nacional de Cafeteros tendrá paso libre al mercado externo. | Foto: Getty Images

Todo paso que da la Federación Nacional de Cafeteros tiene un gran impacto social en Colombia, teniendo en cuenta que este gremio asocia a más de 550.000 familias que producen el café y tienen conexión con la exportación del grano que se hace mediante dicha federación.

También es de impacto para los caficultores el hecho de que la federación, como principal exportadora de café, haya sido certificada como Operador Económico Autorizado (OEA).

La búsqueda de ese sello empezó hace tres años. Se trata de una especie de ‘voto de confianza en un exportador’, lo que implica que cumple con los más altos estándares de seguridad en la cadena de suministro. En otras palabras, la carga que lleve pasará por puertos y terminales de transporte, con total libertad.

El nivel de Operador Económico Autorizado (OEA) que le fue otorgado a la Federación de Cafeteros es el de Exportador Categoría Seguridad y Facilitación.

La autorización la otorga la Dian y la Policía antinarcóticos, bajo los lineamientos de la Organización Mundial de Aduanas. Solo la reciben aquellas empresas que han sido ampliamente estudiadas en su comportamiento como exportador y se les comprueba un comportamiento intachable: “Cumplen con los más altos estándares de seguridad, tienen historial satisfactorio de obligaciones aduaneras y fiscales”, según la norma.

¿Para qué sirve?

Ser OEA no es un pergamino más que se cuelga en un estante. En términos prácticos, es una herramienta que facilita el comercio exterior y la competitividad de la empresa que sea certificada, toda vez que el certificado puede pasar por las aduanas sin que tenga que ser sometido a mayores controles.

Roberto Vélez, gerente de la Federación de Cafeteros, dijo que “con este reconocimiento la Federación no solo sigue marcando la pauta en la industria, en este caso en materia de seguridad de su cadena logística, sino que el mismo contribuirá a elevar el renombre de Café de Colombia en el mundo”.

Además de un tránsito más expedito hacia su destino, del café que transporte la Federación, ser OEA también implica un asunto de reputación, lo que seguramente ayudará a que se le amplíen los mercados al grano colombiano que lleva la agremiación de caficultores al exterior.

Para conseguir el sello, la federación hizo una tarea titánica: “Redobló esfuerzos en materia de seguridad, con la participación de todos sus colaboradores en acciones preventivas que redujeran el posible impacto de situación internas o externas no deseadas. Para ello, la organización adoptó el componente de Control y Seguridad en su SGI como un elemento clave para la cadena de comercialización de café verde e industrializado, lo que conlleva cumplir con los requisitos y altos estándares internacionales de seguridad”.

Las ventajas puntuales

1. Competitividad: los clientes internacionales tendrán más confianza en negociar el café con la Federación.

2. Apertura: cumplir estándares de seguridad es una puerta abierta a desarrollos comerciales futuros, pues los compradores en el mundo dan cada vez más prioridad a empresas fuertes en cumplimientos ambientales, sociales y de seguridad.

3. Agilidad y ahorro: un proceso de entrega del producto más ágil, pues no tendrá que demorar tanto tiempo en los controles, podría tener un efecto en el menor costo para llevar a cabo el traslado de los pedidos.

En resumen, es toda una cadena de ventajas que, sin duda, tendrán un impacto en la actividad caficultora de Colombia, la cual se hace principalmente mediante la Federación de Cafeteros, que en 2021 cerró con una producción de 12,6 millones de sacos de 60 kilos de café verde, de los cuales, casi todo fue vendido en el exterior. Las exportaciones del año sumaron 12,4 millones de sacos.