Empresas
La historia del empresario huilense que creó un emporio a punta de fracasar
Cumplió 40 años vendiendo cursos de inglés. Hoy tiene negocios en varios sectores y mantiene una fuerte apuesta por la cultura. Acá, algunos de sus consejos para tener éxito en los negocios.
Siendo aún un niño en el municipio de Rivera (Huila), Jesús Oviedo vendía mamoncillos en la calle con la convicción de que ese dinero le serviría para poder estudiar en el colegio Salesiano de Neiva y luego poder sobresalir cuando fuera grande.
La estrategia le funcionó y en el mismo colegio lo dejaban vender sus mamoncillos, pero aún el dinero no le alcanzaba, así que decidió complementar sus ingresos los domingos, voceando El Espectador en el atrio de la Iglesia Colonial en Neiva. “Vocear era como cantar las noticias para que la gente se animara a comprar y eso hizo que me interesara mucho en la actualidad y por lo que estaba pasando”, recuerda este empresario hoy de 74 años.
La necesidad de dinero hizo que pronto empezara a buscar un trabajo formal y lo consiguió como mensajero en el almacén de ropa Everfit. Le fue bien y al poco tiempo pasó a ser cobrador y pronto se convirtió en el gerente, aprovechando no solo su formación académica en el Salesiano, sino la cultura que había adquirido al ser un gran lector. Así, inició una fulgurante carrera en la capital del Huila, en donde presidió la Cámara de Comercio y fue uno de los fundadores del capítulo regional de Fenalco.
“Muy rápido me volví el hombre de moda en Neiva, metido en muchos negocios y cometí numerosos errores, al punto que me quebré y me tocó salir corriendo, pidiéndoles a mis acreedores que me dieran plazo para pagarles”, recuerda Oviedo, quien hoy presidente el Grupo JOM Internacional, con sede en 13 países.
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Arrancando la década de los años ochenta llegó a Bogotá con una mano adelante y la otra atrás, buscando qué ponerse a hacer para pagar sus deudas y mantener a su familia. Vio un aviso en el periódico para vender cursos de inglés y no lo pensó dos veces. Eran cursos para vender puerta a puerta y sacó su vena de comerciante para convencer a sus clientes. Le fue tan bien que en dos años decidió que, en lugar de ser empleado, él podía ser el dueño y con los ahorros que tenía compró los derechos para comercializar un programa de inglés llamado International System (pionero de la enseñanza del inglés mediante la hipnopedia -mientras se duerme-).
Expansión internacional
De esta manera, en noviembre de 1982 inició su conglomerado, pues un año después ya no solo vendía en Bogotá, también en Barranquilla, Cali, Medellín e Ibagué.
En 1984 comenzó su expansión internacional, pues sabía que en otros países de América Latina existía la misma necesidad de aprender inglés. Comenzó por Panamá, Perú y Venezuela. “Vendíamos libros y casetes, que hoy ya no se usan, pero hemos evolucionado y también les hemos apostado a más mercados, ahora también estamos en Centroamérica”, explica.
Su marca cambió a Natural English y en sus 40 años de existencia ha logrado capacitar a 650.000 personas. De los cursos de inglés pasó a los de lectura rápida, primero con Técnicas Americanas de Estudio y luego con AvanC, con la promesa de que quienes adquieren esa habilidad pueden pasar de leer 400 palabras por minuto a entre 1.800 y 2.000. En este negocio también tiene presencia en México, Bolivia y Panamá.
Su gran apuesta ha sido por los negocios relacionados con la cultura, pese a las altas y bajas en materia de rentabilidad y, por eso, hace 28 años, después de haber honrado sus deudas en Neiva, no lo pensó mucho para abrir el periódico La Nación, en un sector que claramente está amenazado por la virtualidad.
“Quería un periódico impreso, no solo por mis orígenes, sino porque quería prestarle un servicio a mi ciudad”, asegura, y dice que por ese mismo motivo montó hace nueve años la Fundación Escuela Tecnológica del Huila, una institución de educación superior que tiene mil estudiantes.
En Bogotá, que es donde fijó su residencia permanente, pese a que con frecuencia va a Neiva, tiene también una empresa de logística para las grandes superficies, llamada Espacio y Mercadeo, en donde emplea a 1.300 personas.
Igualmente, decidió invertir en la fábrica de chocolate de mesa Tolimax, que vende con su propia marca en Caquetá, Tolima y Huila, al tiempo que maquila para supermercados como Colsubsidio.
Hora de exportar
Sin embargo, lo que más tiene emocionado a este empresario empírico, que recibió un título honoris causa por su experiencia y trayectoria, es que recientemente Tolimax empezó un proceso de exportación de licor cacao al enviar siete contenedores a Argentina. Le gusta, además, que toda la materia prima es de cacaoteros huilenses.
Actualmente, el Grupo JOM Internacional está conformado por 27 empresas, que en conjunto facturan unos 50.000 millones de pesos mensuales. Jesús Oviedo está convencido de que, para ser empresario, primero se requiere ser comerciante y conocer la calle, a los consumidores y sus necesidades.
“No es un tema de suerte, para eso está el Baloto, lo que hay que hacer es trabajar mucho y motivar a las personas para transformarlas en pensadores exitosos. Una de las cosas que he aprendido es delegar, cada empresa tiene su presidente y ellos son autónomos, porque acá crecemos todos”, dice el antiguo vendedor de mamoncillos que aprendió a ser grande en la sencillez.