Economía
La iniciativa antimonopolio de EE. UU. que podría cambiar internet como lo conocemos
El paquete de reformas antimonopolio presentado en el Congreso de Estados Unidos, que está dirigido a las grandes empresas tecnológicas, podría tener, si se promulga, efectos de gran alcance en la forma como la gente utiliza internet.
Los cinco proyectos de ley que se someterán a votación en comisión el miércoles podrían allanar el camino para la reorganización o disolución de gigantes como Google, Facebook, Apple y Amazon, al tiempo que se remodelaría todo el uso de Internet.
Las medidas impedirían a los gigantes tecnológicos usar una plataforma para beneficio de terceros mientras ofrecen servicios de la competencia en esas plataformas, lo que supondría un duro golpe para empresas como Apple y Amazon. Los legisladores también pretenden prohibir que las empresas tecnológicas den prioridad a sus propios productos o servicios, con Google claramente en mente.
Otra medida exigiría la “portabilidad” e “interoperabilidad” de los datos, lo que podría facilitar, por ejemplo, que la gente dejara Facebook conservando sus datos y contactos.
Además, el paquete de medidas prohibiría a las mayores empresas tecnológicas adquirir competidores, sumando a la legislación antimonopolio.
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Fiona Scott Morton, profesora de la Universidad de Yale y exfuncionaria del gobierno estadounidense, asegura que los proyectos de ley surgen del fracaso de la aplicación de las leyes antimonopolio en Estados Unidos y otros países para impedir la supremacía de las gigantes firmas tecnológicas. Para la experta, que ha escrito extensamente sobre las grandes empresas tecnológicas, “esto es regulación, ya no es antimonopolio”.
Si los proyectos de ley son aprobados, señaló, Apple podría tener que vender o cerrar su servicio de música para no discriminar a rivales como Spotify. “Apple tendría que elegir”, dijo. Por otro lado, el requisito de interoperabilidad “sería muy provechoso para los consumidores porque permitiría a la gente unirse a otras redes sociales, además de Facebook e Instagram (propiedad de Facebook), y mantenerse en contacto con sus amigos”, señaló Morton.
El paquete llega en medio de señales de una postura más agresiva por parte de Washington contra las empresas tecnológicas dominantes, incluido el nombramiento por parte del presidente Joe Biden de Lina Khan, una destacada defensora de la disolución de las grandes empresas tecnológicas, para dirigir la Comisión Federal de Comercio, uno de los organismos encargados de velar por el cumplimiento de las normas antimonopolio.
Leyes “arriesgadas”
El Comité Judicial de la Cámara de Representantes programó una votación el miércoles sobre el paquete, que cuenta con cierto apoyo de los republicanos, además de los líderes demócratas, lo que indica que es probable que se apruebe en el pleno de la Cámara de Representantes. El destino en el Senado es menos claro.
Las medidas llegan tras una investigación de 16 meses en la Cámara de Representantes dirigida por el presidente de la subcomisión antimonopolio, David Cicilline, que concluyó que los gigantes tecnológicos estaban abusando de su posición dominante y tenían demasiado poder en la economía.
Christopher Sagers, profesor de la Universidad Estatal de Cleveland especializado en derecho antimonopolio, dijo que el paquete representa un enfoque radical para hacer frente al creciente poder de las empresas tecnológicas.
Los proyectos de ley “harían que las plataformas funcionaran más como las aerolíneas o las empresas de servicios públicos, que tienen que prestar sus servicios a cualquiera que los quiera, y no dar a nadie (o a sí mismas) ventajas discriminatorias”, dijo Sagers.
“Estas leyes también podrían acabar con algunos productos que son muy populares”, advirtió.
“No estoy seguro de cómo Apple podría seguir vendiendo incluso su propio software para móviles, por ejemplo, si los dispositivos iOS o la App Store se denominaran ‘plataformas cubiertas’, y podría haber consecuencias para productos como Amazon Prime, Google Maps, los libros digitalizados en el proyecto Google Books y quién sabe qué más.”
Sagers estima que el impacto podría no ser malo a largo plazo porque “los mercados se reordenan y aparecen nuevos competidores para sustituirlos (...) Igualmente, estas leyes parecen arriesgadas y sus consecuencias me parecen difíciles de predecir”.
¿Smartphones en blanco?
Otros analistas advirtieron de las consecuencias imprevistas de poner en jaque a empresas de gran éxito de las que dependen muchos consumidores en su vida diaria.
Iain Murray, investigador principal del Competitive Enterprise Institute, dijo que la medida podría significar que una empresa como Apple tuviera que cerrar su App Store, enviar “teléfonos en blanco” sin ninguna aplicación o escindir su división de teléfonos.
“En su mayor parte, el consumidor promedio verá su experiencia de usuario gravemente degradada”, dijo en un comunicado.
La legislación es un reflejo de la Ley de Mercados Digitales de Europa y es probable que “distorsione” la competencia, según Aurelien Portuese, de la Fundación de Tecnologías de la Información e Innovación, un grupo de investigación que suele reflejar las opiniones de la industria.
Para Portuese, la legislación llega en medio de una ola de resentimiento hacia las grandes empresas tecnológicas, pero puede perjudicar a los consumidores al permitir que las empresas menos eficientes ganen mercado.
“Si el objetivo es mantener a raya a empresas muy grandes y muy poderosas, el Congreso podría abordar el problema estableciendo barandillas que protejan a los consumidores y a la competencia sin lanzar una bola demoledora a todo un sistema”, opina.
© Agence France-Presse