Economía
La organización que cumplió 70 años y ha sido fundamental para las leyes de riesgos laborales en Colombia
“El Consejo Colombiano de Seguridad representa para el país un acompañamiento a lo largo de su crecimiento y evolución económica”, resalta su presidenta ejecutiva, Adriana Solano Luque.
Fundado en 1954, el Consejo Colombiano de Seguridad “ha venido participando desde su visión de la gestión de los riesgos laborales en la construcción de ese propósito de la creación de un mundo sano, seguro, sostenible y con seguridad”, explica Solano Duque, quien resalta el importante rol que ha jugado en varios hitos de la economía colombiana.
La seguridad es productividad y no hay crecimiento sin ella
La presidenta del Consejo resalta que le organización ha contribuido a hacer del país uno de los que cuenta con mayor robustez en lo que respecta al cuidado de los trabajadores, entre los países de América Latina: “Aportó algunos insumos técnicos y sobre todo apoyó la creación y fomento de ese tipo de normas” en el país, añade.
“Cuando estamos hablando de seguridad estamos aportando a que nuestro país no genere gastos en atención desde el punto de vista de enfermedades o riesgos laborales”, prosigue. “Le apostamos a una prevención”.
Sin embargo, Solano también advierte que todavía hay temas por superar, algunos de los cuales incluso muy básicos: “El primer factor que tenemos que empezar a evaluar es la formalización; entender que, sin importar el tamaño, el territorio donde desarrolles tu actividad, ese proceso de formalización, ser parte del sistema de seguridad social permite avanzar. Hace que pequeñas y medianas empresas sean menos vulnerables ante cualquier riesgo que se les presente”, comenta.
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La labor del Consejo Colombiano de Seguridad frente a la equidad de género
La inclusión es otro de los aspectos en los que el Consejo Colombiano de Seguridad trata de aportar al mantenimiento del tejido empresarial: “Somos necesarios hombres y mujeres en esa participación, pero además entendiendo esas equidades”, menciona, reiterando en la necesidad de “políticas que permiten que tanto hombres y mujeres podamos estar en ese desarrollo de generar hogares, crear la base de la sociedad”.
Los desafíos no han faltado, y la presidenta de la organización recuerda que la pandemia hizo perder a las mujeres un 30 por ciento más de empleos que los hombres. Por eso se ha propuesto adelantar acciones claras para derribar limitaciones para cualquier actividad laboral, independientemente del sexo, propiciando adaptaciones que permitan que incluso actividades industriales puedan ser desarrolladas por mujeres, pero también que las mujeres puedan tener mayor participación en juntas directivas, que las niñas tengan las mismas posibilidades de ingresar a programas de formación tradicionalmente copados por niños y que labores como las del hogar dejen de ser responsabilidad exclusiva de las mujeres. Todo esto sin dejar de reconocer que la maternidad, por ejemplo, requiere de reconocimiento dentro de las estructuras corporativas.
Pero la pelota también está del lado de las empresas, a las que insta a garantizar que “los procesos de selección estén totalmente abiertos y muy encaminados a seleccionar personas que tienen competencias específicas para ciertos cargos, pero sin tener distinción desde el punto de vista de género”.
“Bienvenidas más empresarias, esas que he podido conocer en el Círculo de Mujeres, que le han apostado a emprendimientos maravillosos, que han puesto capitales importantes para generar más empleo y actividades innovadoras”, dice.
* Contenido en colaboración con el Consejo Colombiano de Seguridad.