Empresas
La petición de los microempresarios a Petro tres llegar a la Presidencia
Este gremio dijo en varios momentos, antes de la segunda vuelta, que hay incertidumbre en el sector por el futuro económico del país.
Tras la victoria de Gustavo Petro en la segunda vuelta presidencial, la Asociación Colombiana de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Acopi) saludó a quien será el nuevo presidente de la República en Colombia los próximos cuatro años y le extendió la mano para que desde ya trabajen en conjunto.
Este gremio, que no sentó una posición abiertamente durante las elecciones, sostuvo que lo más importante desde ahora será seguir impulsando el desarrollo económico que ha traído Colombia desde la pandemia, resaltando que este ha sido ejemplo no solo en América Latina, sino en todo el mundo.
“Desde la Asociación Colombiana de la Micro Pequeña y Mediana Empresa – ACOPI, saludamos y felicitamos al presidente electo doctor Gustavo Petro Urrego, extensivo a la doctora Francia Márquez –vicepresidenta, período 2022-2026″, (sic) inició el texto.
Esta organización manifestó en su momento la preocupación que había entre sus agremiados por la incertidumbre en el país frente al futuro económico -ya que no se divisaba un claro ganador en las encuestas-, al tiempo que no se dejaba ver el rumbo que tomará la nación en materia de fortalecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas.
Sin embargo, en el documento conocido resalta: “Los resultados reflejan una democracia e institucionalidad sólida, donde la mayoría de Colombianos que cumplieron con el deber de sufragar, decidieron por el cambio expresado en las propuestas del Pacto Histórico”.
Las doce seccionales representadas en Acopi manifestaron que están prestas a trabajar con el nuevo gobierno en políticas públicas diferenciales para las mypimes, que les permitan un crecimiento sostenible y de esta manera recuperar y generar puestos de trabajo estables y, por consiguiente, mejorar la calidad de vida de los colaboradores y sus familias.
“Todo lo que fortalezca la propiedad privada, la inversión y la libre empresa, como base del desarrollo económico y social, será parte de nuestra agenda institucional con el gobierno de turno”, concluyeron.
Al igual que grupos como el Consejo Gremial, la Sociedad de Agricultores de Colombia o Fedesarrollo, la vocera de Acopi recordó que los intereses del país deben estar por encima de cualquier corriente política, ya que está en juego el futuro de millones de personas que dependen directa o indirectamente de las industrias.
“Pasamos por un contexto mundial de muchos retos, que afecta a Colombia también en sus diferentes indicadores sociales y económicos, pero estamos en un momento muy importante y decisivo para el país, que genera mucha incertidumbre y es precisamente quién va a liderar el futuro de la nación”, dijo en su momento Rosmery Quintero, presidenta de Acopi.
Luego de la victoria de Petro, diferentes empresarios y grandes gremios del país se pronunciaron. Uno de los que más llamó la atención fue el de Mario Hernández, quien le envió un mensaje de reconciliación y le recordó que se debe gobernar para todos y no solo para quienes lo apoyaron.
“Petro presidente de Colombia, miraremos resultados en beneficio del país y la comunidad. Tiene la gran oportunidad de construir un país nuevo”, fue el mensaje del empresario.
Y es que Gustavo Francisco Petro Urrego se convirtió ayer en el nuevo presidente de Colombia tras ganar la segunda vuelta frente a Rodolfo Hernández, en unas elecciones sin sobresaltos y seguras.
El candidato del Pacto Histórico se impuso con 11.281.013 votos (50,44 %), la cifra más alta en una elección presidencial en la historia del país, mientras que el ingeniero santandereano obtuvo 10.580.412 votos (47,31 %), con el ciento por ciento de mesas informadas. Una diferencia de 700.601 votos.
El triunfo de Petro este domingo es considerado como histórico porque por primera vez la izquierda estará al frente de los destinos de la nación. En este caso, con un ingrediente que incluso ha resaltado la prensa internacional, al tratarse de un exguerrillero del M-19 que firmó la paz en los años noventa.