CHANCE
La reacción del campesino que ganó el chance de $1.582 millones y lo que hará con la plata
Tardó dos horas en las oficinas de Susuerte. Por ser una historia humana, el gerente de la entidad contó algunos detalles. A sus 45 años nunca había sacado el RUT. Casa y moto, los primeros sueños que cumplirá.
Al menos una semana más tendrá que esperar el campesino de Caldas que ganó el chance millonario, que le llenará los bolsillos con 1.200 millones de pesos de los 1.582 millones que estaban acumulados en el sorteo.
El primer trámite que surtió lo hizo desde el jueves. Después de sospechar que había ganado algo con el billete que compró por insistencia de una vendedora, tras haber ido por un chance tradicional de tres números, acudió a un punto de venta, donde le dijeron que era el ganador del premio gordo.
Entre confundido y asustado, volvió de regreso a la finca en la que vive con sus hermanos. Pidió la compañía de uno de ellos y partieron en una moto de bajo cilindraje que le sirve para desplazarse en el campo, en donde ha trabajado toda la vida como jornalero, ganando entre 30.000 y 40.000 pesos.
Llegaron a las oficinas principales de Susuerte, la empresa que opera el chance en el departamento de Caldas y maneja la categoría del chance millonario, una modalidad que ofrece un premio que se va acumulando, pero que también tiene un precio fijo por boleto: 5.000 pesos.
Sin conocer mucho de la forma en la que se entrega un premio de juego de suerte con un monto tan alto, el jornalero hizo la fila de la ventanilla de pagos de la empresa. El cajero, al percatarse de lo que estaba sucediendo, avisó al gerente, Julián Hurtado, quien relató en SEMANA la reacción del nuevo millonario y lo que le contó que hará con la plata.
“Este es uno de los premios que a uno le da gusto entregar, se trata de un hombre realmente humilde, que ha vivido toda la vida en el campo, trabajando por días”.
Según cuenta Hurtado, el par de hermanos entraron a su oficina, estaban nerviosos, al principio silenciosos. No recibían ni agua, ni café, pese a ser esa una zona cafetera en la que la gente es fanática de esa bebida.
No tenía RUT
Empezaron a revisar los trámites que demandaron un poco más de dos horas, porque el ganador, nunca había tenido un RUT (Registro Único Tributario). El tiempo que tarda en evolucionar el papeleo que hicieron el jueves será el que lleve a que el campesino ganador del premio mayor del chance millonario, no pueda tener un peso en el bolsillo hasta después de al menos 4 días hábiles.
El par de horas que pasaron en la oficina de la gerencia fueron tumbando la barrera inicial de los hermanos para empezar a conversar con mayor confianza.
El nuevo millonario contó que el domingo había llegado de un viaje de más de 20 horas en una pequeña moto, el cual había realizado como parte de sus labores de labriego. Aun así, el lunes de nuevo estaba de pie, a las 5 de la mañana, cumpliendo una jornada laboral más, en la que gana por jornal. Ese día, su actividad se extendió hasta las 9 de la noche.
Por esos motivos, el ganador del chance siempre había soñado con la idea de alcanzar un premio que le permitiera dejar de ser empleado.
Sus aspiraciones ahora, una vez reciba el cheque con la abultada suma, es hacer un asado para invitar al gerente de Susuerte. El jolgorio no será tan rápido, porque el campesino dice que primero quiere arreglar la casa en la que vive, ya que, por ahora, la vivienda no está en condiciones para recibir a un gerente. También tiene el sueño de comprarla, pese a que es un pequeño lugar en el sector rural.
La moto que hoy utiliza para trasladarse de una finca a otra, a realizar su trabajo como jornalero, también será reemplazada, pues es es otra de las inversiones prioritarias que hará, tan pronto reciba la millonaria suma. Siempre ha soñado con un vehículo de alto cilindraje.
El hombre, de 45 años de edad, no toma licor, ni fuma. Por ello, piensa en invertir en la compra de dos terrenos para trabajarlos y ser su propio patrón. Todo eso lo hará pasados unos 6 meses, pues si ha vivido toda la vida en la pobreza, que más da una corta espera de medio año para pensar bien en todo lo que viene ahora y que le dará un giro a su vida y a la de su familia.