Los bancos colombianos han invertido más de 100 millones de dólares en educación sobre ciberseguridad

En 2022, Colombia registró más de 54.000 denuncias por delitos cibernéticos, principalmente estafas, superando ampliamente la cifra de 2021, cuando se documentaron 11.223, según el Centro Cibernético Policial.

Guy Sandomirsky, director del Javeriana CyberPro Center, explica que los ataques cibernéticos se dividen en dos: los que atentan contra la infraestructura bancaria y los que están dirigidos a los clientes de estas entidades, que usualmente caen en estas estafas por medio de mensajes de texto o llamadas (phishing) que buscan conseguir información personal para efectuar el delito o instalar un malware, un sistema peligroso que accede a los archivos de un dispositivo para obtener el control sobre este.

“Los talleres y tips sobre cyber wellness o conciencia cibernética son claves para que los bancos instruyan a sus clientes. Los bancos colombianos han invertido por lo menos 100 millones de dólares en la preparación sobre ciberseguridad, pero cada año la cifra aumenta, invierten más porque saben que deben proteger al cliente y a ellos mismos”, precisó Sandomirsky.

Hábitos que previenen

Incorporar hábitos como acceder a las cuentas sólo desde dispositivos personales, verificar que la URL tenga el candado de seguridad al inicio, activar la autenticación multifactor y no usar las mismas contraseñas del banco en otras páginas son algunas de las recomendaciones sugeridas por Martha Liliana Sánchez, presidenta del Internet Society Colombia Chapter.

Sin embargo, además de cuidar la actividad bancaria netamente digital también es importante estar alerta al realizar transacciones físicas para prevenir robos y estafas. Tanto en entornos digitales como en transacciones físicas, es muy importante cambiar las claves frecuentemente.

Servibanca, la red de cajeros de mayor alcance en Colombia, con 2.680 ATM en todo el país, actualizó sus equipos con softwares y hardwares especializados para contrarrestar nuevas modalidades de fraude. Además de priorizar sistemas de vigilancia modernos y refuerzos especializados instalados en la puerta y en las paredes laterales del cajero para evitar que sean violentados.