EMPRESAS

Los esfuerzos de Airbnb para callar casos de agresiones sexuales

Bloomberg reveló un informe en donde se detalla la estrategia de la compañía para evitar que graves incidentes de seguridad, incluso agresiones sexuales , salgan a la luz pública.

17 de junio de 2021
Según Bloomberg, la compañía destina unos 50 millones de dólares al año para afrontar las denuncias y malas experiencias. | Foto: Getty Images

Bloomberg publicó una investigación en donde se muestra cómo Airbnb desarrolló toda una estrategia para atender miles de denuncias de agresión sexual, gracias a la cual miles de casos no llegan a conocerse cada año.

Según el informe, en donde se citan testimonios de ex empleados, Airbnb utiliza desde tácticas legales, hasta jugosos acuerdos monetarios, con el fin de evitar juicios y daño reputacional a causa de sus problemas de seguridad. Además, esto les habría permitido que en muchos de estos casos no se defina quién es legalmente responsable.

El medio asegura que la compañía destina unos 50 millones de dólares al año para afrontar las denuncias y malas experiencias.

| Foto: Crédito: GettyImages/Picture Alliance/Colaborador

Aribnb le dijo a Bloomberg que si bien se presentan varios incidentes de seguridad cada año, estos tan solo están relacionados con el 0,1 por ciento de las noches reservadas. No obstante, aunque parece una cifra insignificantes, vale a pena destacar que por la plataforma se reservan casi 200 millones de noches al año, lo que podría significar que en más de 190.000 estadías al año ocurre algún tipo de problema de seguridad.

En el artículo, se cita un caso en la que una mujer fue violada. Al conocer el hecho, Airbnb le habría pagado una mujer la suma de 7 millones de dólares, esto a cambio de firmar un acuerdo de confidencialidad y de comprometerse a no demandar a la compañía.

Y es que según cuenta Bloomberg, Airbnb ha evitado costosos juicios y estar en la pupa de la opinión pública sobre temas de seguridad gracias a una cláusula de arbitraje obligatoria en sus términos de servicio .

Esta cláusula en la letra menuda, evita que tanto los los huéspedes, como los anfitriones de Airbnb demanden a la compañía en los tribunales, sino que generalmente estas disputas son solucionada a través de un sistema de arbitraje en donde los procedimientos se mantienen confidenciales.

“La caja negra”

Este tema de seguridad se ha vuelto tan importante para la compañía, que actualmente tiene un equipo especializado conformado por más de un centenar de agentes que responden las llamadas de los usuarios o de los anfitriones.

Bloomberg habló con varios miembros de este equipo que firmaron un acuerdo de confidencialidad y por lo tanto pidieron que su identidad permanezca en el anonimato. Estos contaron que “tienen autonomía para gastar lo que sea necesario para que la víctima se sienta apoyada, incluido el pago de vuelos, alojamiento, comida, asesoramiento, costos de salud y pruebas de detección de enfermedades de transmisión sexual para sobrevivientes de violación”.

Un ex empleado aseguró que tienen carta blanca para gastar dinero para hacer sentir seguro a las víctimas, peor lo que más sorprendió fue que algunos de los agentes entrevistados comentaron que tuvieron que asesorar a personas que se habían tenido que esconder en armarios o que habían tenido que huir tras ser agredidos por anfitriones.

“A veces, los invitados eran los perpetradores, como en un incidente en el que uno fue encontrado en la cama, desnudo, con la hija de 7 años de su anfitrión.

Los agentes han tenido que contratar equipos de fluidos corporales para limpiar la sangre de las alfombras, hacer arreglos para que los contratistas cubran los agujeros de bala en las paredes y lidiar con los anfitriones que descubren restos humanos desmembrados”, dice la investigación.

Varios agentes consultados explicaron que si bien el objetivo principal de si trabajo era ayudar a los clientes en las crisis, también sienten que hacen un doble trabajo pues también deben proteger la imagen pública de la compañía.

Esto sobre todo teniendo en cuenta que en casos delicados se les animó a que lograran un acuerdo de pago lo antes posible para impedir que el destinatario hablara “sobre lo que había sucedido, hiciera más solicitudes de dinero o demandara a la empresa”.