EPM
Los hallazgos que evidenció la SuperServicios en evaluación a EPM
La entidad de control concluyó una evaluación a la empresa que tiene a su cargo la construcción de Hidroituango. Esto fue lo que encontró.
Todos están poniendo el ojo sobre EPM (Empresas Públicas de Medellín), teniendo en cuenta que esa compañía es la que tiene a su cargo la construcción del proyecto hidroeléctrico Ituango, en el que están cifradas las esperanzas de tener 17 % de energía para el país.
La Superintendencia de Servicios Públicos, bajo el liderazgo de Natasha Avendaño, hizo una evaluación integral a la empresa y concluyó la existencia de varias falencias.
Rendimientos financieros
Uno de los hallazgos que evidenció la SuperServicios está relacionado con una distribución de 55 % de los excedentes financieros anuales, hecho ocurrido en 2016 y que la entidad de vigilancia catalogó como relevante, teniendo en cuenta que “la empresa, por regla general, debe distribuir máximo 30 % de esos excedentes”.
Las distribuciones, según lo puso de presente el informe de la SuperServicios, habrían sido autorizadas por el Concejo de Medellín. No obstante, “el incumplimiento del Convenio Marco de Relaciones entre EPM y el municipio de Medellín afecta la calificación crediticia y el acceso a ciertos productos financieros como seguros y nuevos créditos, tal como lo reflejan los comentarios de las firmas calificadoras de riesgo”.
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¿Y de Hidroituango qué?
De acuerdo con la evaluación integral, la SuperServicios establece que, en el caso de Hidroituango, “el cronograma de entrada en operación de las dos primeras unidades de generación de esta hidroeléctrica, proyectada por EPM para julio y octubre de 2022, tiene un margen muy estrecho para el manejo de posibles imprevistos o crisis que se puedan presentar”.
En consecuencia, “de ocurrir alguna eventualidad, se pondría en riesgo el cumplimiento de obligaciones de energía firme a cargo de EPM y su sostenibilidad financiera”.
Con el suministro de energía y gas
De la evaluación realizada a EPM, la Superservicios evidenció que, en 2019, la duración promedio de interrupciones en los servicios “fue superior a la establecida en el indicador Saidi para su mercado de operación”.
De igual manera, “algunos activos sobrepasan las horas máximas de indisponibilidad permitidas, tanto para el sistema de transmisión nacional como regional”.
Para la SuperServicios, “en algunas subestaciones no se cumplen los valores de tensión esperados. En relación con el servicio de gas combustible, se identificaron fallas en el reporte de información técnica al SUI”.
Sin licencias a la vista
Otro de los tópicos que anotó la SuperServicios apunta a que “el prestador no aportó licencias de intervención y ocupación de espacio público, gestionadas ante las autoridades municipales para la instalación y ocupación de las redes de distribución de gas combustible”.
Entre tanto, la entidad de control evidenció “incumplimiento de requisitos mínimos de las facturas entregadas a algunos suscriptores, y de la obligatoria publicación del contrato de condiciones uniformes en su página web”.
Otro punto señalado es el que expresa que “la empresa tiene deficiencias en la estructuración de sus planes de gestión del riesgo de desastres para ambos servicios”.