Los nuevos desafíos de las empresas en la era postpandemia

La economía colombiana se ha convertido durante las últimas semanas en un referente de reactivación económica, por lo menos en América Latina, y parece ser que la lección de cómo enfrentar una crisis está aprendida. Basta con ver las cifras de crecimiento económico, entregadas por el Dane recientemente, para ratificar esto.

El pasado lunes 18 de abril, el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, Dane, reveló que la recuperación de la economía en el país avanza a buen ritmo, según los registros del Índice de Seguimiento a la Economía, ISE, que registró un crecimiento anual de 8,1 % y una variación de 1,6 % frente a enero de 2022.

Analistas y expertos coinciden en que actualmente el país atraviesa por un buen momento, económicamente hablando. Sin embargo, señalan que estos resultados positivos son solo el punto de partida y que de ahora en adelante se vendrán nuevos retos de cara a suplir las necesidades del mercado.

Según la Organización de Las Naciones Unidas (ONU), la creatividad y la innovación son aspectos fundamentales en este proceso acorde con el informe de la UNESCO, " The First Map of Culture and Creative Industries”, en el cual se resalta que en Latinoamérica, la creatividad y la innovación generan cerca de 1.9 millones de empleos al año y dejan ganancias para las organizaciones de hasta US$124 billones.

Este informe también da cuenta que Colombia hoy en día, ocupa el puesto número 68 en un estudio de 132 países que se han destacado por sus iniciativas y esfuerzos en materia de innovación, al tiempo que reitera que las empresas tienen el reto de crear iniciativas alineadas a acciones que estén a la vanguardia de innovar y transformar los procesos organizacionales.

Jorge Matiz, socio director de la firma Talengo, resaltó que para poder cumplir con las expectativas actuales del mercado, las empresas deben apostarle inicialmente al reclutamiento de talentos que ayuden a estar acorde con los cambios y se anticipen a las dinámicas y exigencias de los consumidores.

“Hoy en día hay que concentrarse en lograr la capacidad de salir de la zona de confort, exponerse a retos nuevos y diferentes y poder en lo posible, tener una mirada con apertura a lo desconocido y así desarrollar una visión de negocio para no quedarse solo en responder a una necesidad funcional”, afirmó Jorge Matiz.

Este experto recordó que la llegada de la covid-19 hizo que las organizaciones se vieran en la necesidad de ajustar su manera de trabajar, cambiar de hábitos, procesos y formas de interactuar con la gente. Todo esto obligó a los líderes a hacer uso de un pensamiento disruptivo e innovador, permitiendo de esta manera desarrollar nuevas formas de llegar al mercado y conectarse con las nuevas necesidades del mundo actual.

“Actualmente hablar de innovación empresarial, no solo hace referencia al manejo y aplicación de nuevas tecnologías y herramientas para el funcionamiento estructural de una organización, también se trata de alinear la eficiencia de los procesos con la capacidad del equipo de trabajo, para saber aprovechar estos recursos y enfocarlos a las acciones estratégicas que necesita el negocio en el logro de sus objetivos”, explicó el vocero de la firma Talengo.

Para esto también es fundamental promover un equipo de trabajo diverso y visionario, que solo se puede lograr a través de la cultura de la innovación. Promover esta cultura es ir más allá de innovar en un producto o un negocio, se debe pensar en ofertas de valor únicas que realmente aporten al contexto y coyuntura global.

“Una gran base de la innovación es la capacidad de ver las situaciones desde diferentes puntos de vista y de capitalizar las inteligencias colectivas, porque cuando se tienen diferencias de género, cultura y generación, la capacidad de innovar se ve impactada”, concluyó Claudia Londoño, Directora de Consultoría de Talengo.

Al conocer el impacto que tiene la creatividad y la innovación en las empresas, Talengo recomienda a todos los líderes de las compañías a innovar creando ofertas de valor útiles tanto para los clientes y público externos, como para los equipos de trabajos internos, es decir, estar en constante cuestionamiento sobre cómo se puede ser más ágil, más efectivo y más competitivo.