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Momentos de tensión en la asamblea extraordinaria de Sura
Un accionista minoritario pidió levantar la reunión, pero el abogado Néstor Camilo Martínez dijo que las normas indican que debe agotarse el orden del día. Sura presentó sus explicaciones. Abogado pidió derechos para que la asamblea pregunte y delibere.
Momentos de tensión se presentaron en la asamblea extraordinaria del Grupo Sura que se realizó en Medellín, con participación de los accionistas, tanto mayoritarios como minoritarios, para conocer los detalles acerca del informe financiero de la compañía, el cual presentó salvedades por parte de la firma de revisoría fiscal EY, que puso en evidencia tres contratos de compra venta que involucran miles de millones de pesos que Sura.
Entre críticas que surgían de un lado y del otro se desarrollaron los primeros momentos de la asamblea. Luego, el presidente del Grupo Sura, Gonzalo Pérez, presentó el informe sobre el interrogante planteado, del cual, dijo, era algo público que cualquier persona puede consultar.
No obstante, el abogado Néstor Camilo Martínez, en representación de la firma Nugil del grupo Gilinski, expresó que en más de 1.000 revisiones a informaciones presentadas por Sura en la Superintendencia Financiera no encontró información alguna sobre las obligaciones que surgen para la compañía, como consecuencia de la existencia de los contratos que motivaron la convocatoria a la asamblea.
En el mismo sentido, Jaime Gilinski intervino para señalar que dedicó miles de horas para revisar la compañía antes de tomar la decisión de invertir en ella. “Revisé los estados financieros de los últimos 20 años”, señaló Jaime Gilinski, y agregó que, lo que no sabía era sobre la existencia de esas operaciones que nunca fueron reveladas.
En sus cuentas, se trataría de una serie de contratos que ponen a la sociedad en unas obligaciones, en caso de que los acuerdos sean requeridos por los accionistas, que pueden llegar a involucrar cerca de 3.000 a 4.000 millones de pesos.
¿Debate o respuestas?
En representación de las empresas Argos y Nutresa, los abogados hicieron sus intervenciones, una de las cuales mencionó que el orden del día estaba agotado y que no era necesario responder los interrogantes que se plantearon para convocar a la asamblea, lo que Jaime Gilinski dijo no entender, poniéndose en los zapatos de los accionistas: “no entiendo que no haya el interés de conocer algo que creo que es importante para la compañía y todos los socios”, expresó.
Por momentos se pedía que se cerrara la evolución de la asamblea debido a la amplitud del debate, con lo cual, uno de los representantes de Argos dijo que “no se planteó un debate”, como estaba ocurriendo, sino que el orden del día tenía contemplado era una sesión de preguntas”, lo que claramente cambió en medio de las tensiones.
El abogado Martínez, en línea con Jaime Gilinski, manifestó que no entendía la razón por la cual, los accionistas no estaban interesados en resolver todos los interrogantes que había traído consigo el hecho de lo que planteó la firma de revisoría fiscal.
A su turno, otro de los abogados del grupo Gilinski detalló que las directivas tradicionales no estaban acostumbradas a que les hicieran interrogantes, pues tenían una estructura que dejaba sin derechos a los accionistas, y muestra de ello era la existencia de los contratos desconocidos para la mayoría.
En respuesta, Pérez replicó y dijo que Sura lleva 77 años de asambleas y ha tenido más de 14 mil accionistas que año tras año hacen asambleas y, en todas ellas, los socios se han manifestado en el momento en el que lo han solicitado. “Lo que usted dice es un juicio de valor”, respondió Pérez.
Gabriel Gilinski es accionista de Publicaciones SEMANA