Economía
¡Ojo! Se disparan estafas en compras de bicicletas por redes sociales
La cadena colombiana de tiendas de bicicletas Bike House advierte sobre un incremento de fraudes a través de Instagram, Facebook y WhatsApp. Estas son las recomendaciones.
No crea en todas las gangas que ve en redes sociales. Inescrupulosos están utilizando fotos y nombres de reconocidas marcas de bicicletas para engañar a los consumidores.
El presidente y fundador de Bike House, Carlos Ballesteros, indicó este jueves que en las últimas dos semanas varias personas llamaron a las oficinas de la compañía pidiendo explicaciones por supuestas demoras en la entrega de bicicletas que van desde el millón a los $ 10 millones.
“En ese momento se dan cuenta que fueron víctimas de un fraude”, explicó Ballesteros. La compañía ya puso en conocimiento de la Fiscalía estos hechos, pero a la vez lanzó una voz de alerta para evitar más estafas.
Al menos 10 personas habrían caído en este tipo de información falsa de estas personas que suelen crear perfiles falsos en redes sociales.
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Para identificar qué cuentas son reales y cuáles falsas, la industria recomienda en primera instancia comprar los artículos a través de las páginas oficiales de la compañía. No olvide que los delincuentes suelen abrir cuentas o líneas de pago en plataformas electrónicas de pago para evitar el rastreo de las autoridades.
“Lo primero que debe hacer un cliente es verificar que la cuenta corriente donde va a realizar el pago es de la empresa y no de una persona natural”, explicó el empresario.
En el caso de Bike House, los canales autorizados de esta empresa son: www.bikehouse.co / facebook: @bikehousecolombia / instagram: @bikehousecol / o el WhatsApp: 316 646 07 07.
Otra forma de evitar caer en estas redes fraudulentas es desconfiar de los descuentos irracionales en el precio del artículo. No todo lo que brilla es oro y de eso tan bueno no dan tanto.
Los defraudadores ofrecen bicicletas que en el mercado tienen un precio de referencia de $ 10 millones a $ 5 millones o menos.
También se ha registrado el caso de bicicletas de marca que traen al país de contrabando. Cuando éstas suelen tener algún problema técnico, los consumidores pretenden hacer efectiva la garantía en tiendas como Bike House. En ese caso es necesario advertir que sin la factura de compra no se puede hacer efectiva dicha garantía y menos si no se compró en ese sitio.
Bicicletas por los aires
Los estafadores se están aprovechando de un incremento inusitado y progresivo en el precio de las bicicletas. El flete marítimo entre China y Buenaventura pasó en el último año de US$ 1.500 por contenedor a US$ 10.000 o US$ 12.000.
A esto hay que sumar los efectos del paro nacional. El cierre de las vías por más de 30 días en el Valle del Cauca dejó varados en el puerto de Buenaventura los contenedores con las bicicletas, lo que derivó en un pago adicional por concepto de bodegaje y almacenamiento.
“Si una bicicleta valía antes de la pandemia US$ 100, hoy puede estar en US$ 140 debido a todos estos cargos”, dijo el empresario.
Como no todo este incremento se le puede trasladar al consumidor, las distribuidoras deciden asumir parte de esta diferencia, pero castigando la rentabilidad, lo que hace más difícil el negocio.
La escasez mundial de bicicletas de todo tipo, especialmente las de lujo, es otro incentivo perverso para los estafadores.
Un pedido que se haga a las fábricas de Asia este mes de junio estaría llegando al país en julio de 2023. No hay stock suficiente en el mundo porque durante la pandemia las personas se bajaron de los sistemas de transporte masivo o del carro particular para movilizarse en bicicleta.
“No tenemos cómo responder ante la creciente demanda, el uso extensivo de la bicicleta llegó para quedarse”, dijo Ballesteros.
Hasta la victoria de Egan Bernal en el Giro de Italia este año tiene a más de uno bajándose del bus o del carro para ir en bici. ¡Genial!, pero tenga en cuenta que no hay suficientes bicis, que en la mayoría de los casos subieron de precio y que ahora pululan los estafadores en redes sociales.
Así que no se deje ‘tumbar’, desconfíe de los precios irrisorios y vaya a las plataformas oficiales de las empresas distribuidoras o fabricantes. Otra opción es pagar contra entrega y siempre pedir la factura legal.