EMPRESAS
“Perdimos otra vez el año”: fundador de Amor Perfecto
Luis Fernando Vélez, fundador de Amor Perfecto, y Cristina Madriñán, directora de la fábrica Buencafé, revelan el complejo momento por el que pasa el sector cafetero.
Un contenedor de café de Amor Perfecto debía llegar a Uruguay hace varias semanas, ya que el comprador lo necesitaba de manera urgente para cerrar un negocio. La empresa, como en cada ocasión que realiza este tipo de envíos, se puso en marcha para lograrlo y evitar inconvenientes en su transporte.
Todo iba bien hasta que Luis Fernando Vélez, fundador y gerente de la compañía, se dio cuenta que una semana después de despachado, el contenedor seguía en un patio de Cundinamarca. Por cuenta de los bloqueos en vías, la empresa perdió la cita para embarcar hacia el sur del continente y debió pagar una millonaria multa.
Vélez hizo y deshizo para lograr que el café llegue a manos del empresario, pero aún así esta tendrá un retraso de casi un mes.
Con impotencia, el fundador de Amor Perfecto ruega para que los marchantes le permitan al sector privado trabajar. “Los señores del paro tienen todo el derecho de mundo a manifestarse, pero no a impedir el desarrollo del país, ni parar la economía, perjudicando a Colombia. Sobre todo, cuando lo que piden es más y mejores empleos”, asegura.
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Y al igual que el empresario Mario Hernández, dice que la única forma de que las personas salgan de pobres es trabajando.
Señala que por su empresa han pasado más de 15 empleados que han aprendido de café y técnicas de tostar, lo que les ha permitido salir adelante y mejorar sus condiciones de vida. Por todo lo anterior, les envía un mensaje a los manifestantes para que entiendan que las empresas son movilizadoras sociales y no el enemigo del pueblo, como muchos las han querido vender.
“Tenemos que cuidar y fortalecer a las empresas”
La situación no ha sido ajena a Amor Perfecto y ha afectado por igual a buena parte del sector cafetero colombiano.
En Chinchiná, Caldas, siete minutos separan la fábrica de Buencafé con la zona de donde extraen la materia prima para realizar el café soluble que exportan a diversos mercados en el mundo. La diferencia es poca y, regularmente, les permite tener uno índice de productividad elevado.
Sin embargo, el cierre de las vías los ha hecho cambiar por completo su dinámica de producción e incluso tener que parar algunas de sus operaciones.
Cristina Madriñán, directora de la Fábrica de Café Liofilizado, explica que uno de los momentos más complejos de las últimas semanas se dio cuando los vándalos les retuvieron uno sus camiones de café verde.
Aunque no ha sido lo único: han tenido que parar su producción, ya que no han podido recibir los materiales de empaque que les llegan desde Yumbo, Valle, generando millonarias pérdidas.
“Tenemos cinco líneas de producción y en este momento, tuvimos que parar dos plantas, lo cual significa que estamos dejando de producir unos US$ 150.000 dólares, pero además que hemos exportado un 30 % de lo que deberíamos haber enviado”, señala.
Esto último se ha traducido en incumplimientos a clientes del extranjero, lo cual también les ha generado una afectación a largo plazo. Ganarse la confianza de un cliente es, de por sí, una tarea difícil.
Si esta se incumple se convierte en una labor imposible, y por ende, se ponen en riesgo los 760 empleos que tiene Buencafe. De allí la importancia de proteger al empresariado colombiano: “Tenemos que cuidar y fortalecer a las empresas, estas son el motor de la economía”, dice Madriñán.