Presencialidad total en el trabajo: 3 leyes que podrían llevar de vuelta a los empleados a las oficinas. ¿Qué tan conveniente es?

Colombia avanza en la legislación relacionada con el mercado laboral, principalmente, para promover que el trabajador tenga las eficiencias necesarias para llegar a tener la combinación armónica entre trabajo y vida personal.

Desconexión laboral, reducción de la jornada laboral y una nueva reforma al Estatuto del Trabajo que hace curso en el Congreso de la República, con la cual, se plantea un pago al empleado de horas nocturnas desde las 7 de la noche y dominicales con un mayor porcentaje al que se aplicaba hasta ahora, hacen parte de legislaciones que, si bien suenan benéficas para los trabajadores, podrían estar llevando a los empleadores a buscar el regreso a las oficinas.

Antes de la pandemia, según recuerda Rafael Ortega, Senior Partner de Korn Ferry, firma mundial de talento humano, ya el trabajo remoto venía andando. No obstante, fue la crisis sanitaria que llevó a los confinamientos, la que hizo que se acelerara el proceso.

En ambos casos (antes y en medio de la pandemia), la lógica señalaba el norte. Dependiendo de la naturaleza de los cargos, se iban sumando a la virtualidad, mientras que otros puestos de trabajo requerían presencialidad, como la construcción o la salud.

Lo cierto es que la amenaza de una extinción del ser humano impulsó más la reflexión acerca de cómo las personas quieren seguir manejando su vida. “Fue en ese contexto que el hecho de poder tener una flexibilidad laboral se ha ido convirtiendo para las compañías en una estrategia para atraer y mantener talento”.

Tanto así que la firma NNTT DATA Colombia, consultora en tecnología, realizó un análisis en el que concluyó que “el empleado del futuro se define con un perfil flexible que se adapta a los cambios y la innovación”. En otras palabras, las nuevas generaciones no parecen estar dispuestas a sacrificar esa forma de trabajo que se posicionó en medio de una crisis y que les mostró ventajas en productividad, economía y bienestar.

Tanto así que, según recuerda Ortega, “es tan fuerte la tendencia de la virtualidad que hay investigaciones que se hicieron a nivel global, en las que los encuestados le dieron un valor económico a la flexibilidad: las personas estarían dispuestas a recibir el 10 % menos de salario si pudieran mantener esas condiciones. Y si van a perderla tendrían que tener una compensación mayor”.

Madres y padres, entre los más afectados

Y no es para menos. Al decir del vocero de Korn Ferry, con la presencialidad total, las personas tendían que incurrir en gastos superiores, de traslados más frecuentes y comidas por fuera, además de los costos en tiempo, para mencionar solo algunas. “Hoy existen cuentas que no se hacían antes. Mientras se puede adelantar una reunión virtual, con participantes en distintos lugares de la geografía, antes había que tomar avión, pagar hotel, transporte urbano, entre otras, para poder llevar a cabo esos encuentros de trabajo”. Hoy, todo eso se logra con una simple conexión a través de una plataforma.

El experto agrega que, si bien se han empezado a dar reflexiones sobre el beneficio del retorno a las oficinas, pensando en términos emocionales, teniendo en cuenta que el trabajo remoto total también ha evidenciado que se requiere una interacción social, enfatiza en que “de ninguna manera hay justificación para que las personas estén a toda hora sin considerar la naturaleza de la actividad que puede hacerse en el modelo híbrido”.

En particular, el vocero de la firma de talento humano se refiere a las mamás que trabajan, y que, a su juicio, “encuentran una inmensa bondad entre el trabajo remoto para balancear la vida laboral con la personal”.

Así las cosas, ese grupo de trabajadores (las mamás) sería uno de los más afectados con la pérdida del trabajo remoto, manifiesta Ortega: “el impacto emocional de dejar de tener ese espacio sería tremendo”.

Empleador digital

En el entorno de los líderes de recursos humanos, una gran mayoría: el 80 %, considera que debe haber un posicionamiento del empleador digital, según el estudio de la firma NNTT DATA Colombia, en el cual, el 82 % de encuestados estima que se debe incorporar la flexibilidad dentro de la propuesta de valor para el empleado.

De hecho, el estudio halló que un 25 % de los empleados en esquemas flexibles trabajan más de cinco horas semanales fuera del horario laboral y que otro 52 % lo hace entre una y cinco horas, por lo cual, “el análisis de estos datos permite entender no solo qué tan flexible debe ser en realidad un modelo híbrido, sino también, anticipar potenciales problemas como el agotamiento de los colaboradores, ya que la ultra conexión tecnológica de los empleados incrementa el riesgo del síndrome de burnout (empleado quemado por el cansancio).”.

Según la firma NNTT DATA Colombia,” el modelo de trabajo preferido tiende a ser el híbrido con un 69 % de preferencia, contra apenas un 9 % que elige el presencial”.

¿Qué tienen que ver las leyes con el regreso?

Una de las dificultades para la aplicación de las legislaciones que se están introduciendo y planteando en Colombia es la de poder implementarlas en la realidad. En parte, porque, como se trata de pagos adicionales, por horas extras, reducción de jornada laboral semanal y desconexión laboral, sería complejo de controlar.

Sobre el tiempo real de trabajo, para que se haga efectiva la reducción de la jornada laboral, que pasó de ser de 48 horas semanales, a 47, aún no muestra claridad de la manera en que pueda aplicarse eficientemente. Y ni qué decir de la desconexión laboral, que también se volvió irrealizable.

En todo caso, se trata de un desafío pues, según expresa Rafael Ortega, “la tendencia importante y muy positiva en el mercado laboral, es la de promover el bienestar de las personas. Empleadores que aplican modelos presenciales totales tienden a no ser competitivos para retener talento”.