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Primeros constructores de vivienda sin cuota inicial, entre los ganadores del premio Empresario del año 2023
La santandereana Constructora Marval obtuvo el máximo galardón en los Premios Empresario Colombiano 2023 de la Universidad del Rosario. Tres jóvenes líderes también sobresalieron por su empuje.
Guerreras. esa es la palabra que mejor describe a las compañías colombianas que tienen resiliencia para mantenerse a flote en medio de las aguas turbulentas de la actual incertidumbre local e internacional.
Después de capotear la crisis más aguda de los últimos siglos: la pandemia de 2020, llegaron nuevos desafíos. Los dos últimos años han sido de altas y bajas. Luego del coletazo vino una recuperación en la que el mundo registró crecimientos que parecían imposibles para tan corto tiempo, pero luego vino la amenaza de recesión mundial y la inflación empezó a subir, recortando las posibilidades de gasto e inversión de consumidores y productores. La consecuencia necesaria fue el aumento en tasas de interés, que siguen históricamente elevadas, algo que ha frenado la puesta en marcha de expansiones o de nuevas apuestas empresariales.
Ninguno de estos acontecimientos les han sido ajenos a las compañías, que, sin embargo, se vuelven ágiles en adaptarse a cada circunstancia. Unas de esas batallas son ganadas y otras perdidas, pero todas aprovechadas como experiencias para empezar una y otra vez. Eso, precisamente, es lo que destaca el Premio Empresario Colombiano, de la Universidad del Rosario, en alianza con Grupo Semana y Talengo.
Durante la ceremonia de entrega de la distinción, el rector del alma mater, Alejandro Cheyne, se refirió a las encuestas que evidencian al sector empresarial como uno de los que más generan confianza entre los colombianos. Manifestó que, tanto en la academia como en el mundo empresarial, el aprendizaje es interminable, principalmente “para lograr enfrentar los vientos y ajustar las velas de la embarcación, de manera que se pueda seguir el rumbo trazado”.
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En la versión 18 de este galardón se volvió a destacar a los empresarios en cuatro categorías: Mariposa de Lorenz, premio máximo, el cual reconoce la perdurabilidad de las empresas; Ave Fénix, creado para exaltar organizaciones que resurgen a partir de una restructuración; Halcón Dorado, que busca destacar a los egresados rosaristas que hacen empresa y empujan la economía con sus creaciones, y Colibrí Esmeralda, que galardona a los emprendedores sostenibles.
Mariposa de Lorenz
La constructora Marval, que vio la luz en 1976, tras ser fundada como empresa familiar por Alfonso Marín y Luz Marina Valencia, fue la ganadora con el premio mayor: Mariposa de Lorenz, que destaca a las compañías con más de 20 años y con el 51 por ciento de capital nacional. Uno de los hijos de los pioneros de Marval y hoy su presidente, Rafael Marín Valencia, al recibir el galardón, revivió momentos emblemáticos que muestran el papel que ha desempeñado la compañía en el sector de la construcción.
El sello de esta empresa está en edificios, hoteles, obras públicas, ciclorrutas y grandes alamedas en ciudades y municipios del país. Particularmente, se destaca el hito de haber participado en uno de los primeros proyectos de vivienda sin cuota inicial, dentro del programa que lanzó en 1979 el entonces presidente Belisario Betancur. “En esos momentos estábamos construyendo un proyecto social, por lo que nos montamos en la estrategia gubernamental ‘Sin cuota inicial sí se puede’. El único financiador era el Banco Central Hipotecario y estaba naciendo el sistema Upac. Yo tenía 27 años y aún no existía la vivienda social, que arrancó con Betancur”, recordó Marín Valencia.
El empresario también mencionó lo sucedido cuando se desató la famosa crisis del Upac y la gente perdió sus viviendas, lo que causó una debacle en las empresas como Marval. En esa difícil circunstancia fue cuando se arriesgaron a buscar nuevos horizontes. “Nos volvimos contratistas, nos presentábamos para construir cárceles y edificamos cinco, segmento que nos dejó en la historia como los constructores de la penitenciaría más grande en Latinoamérica, ubicada en Panamá”, contó el presidente de la galardonada compañía.
Marval no se ha dejado amilanar por los momentos difíciles y se ha lanzado a hacer grandes proyectos, como la zona franca de Santander, y hasta fueron socios de Opaín, concesionaria encargada de una de las obras de infraestructura más importantes de Colombia: el Aeropuerto El Dorado de Bogotá. Marín Valencia se mostró orgulloso de liderar una empresa que nace en la provincia y ahora es la Mariposa de Lorenz, expresión que describe el principio cuántico de que “todo y todos estamos interrelacionados de manera involuntaria y general”, tal como sucede con Marval.
Ave Fénix
Batiendo las alas para salir de la tormenta, la empresa CI Lago Verde se llevó el galardón en esta categoría. Su vicepresidenta, Sandra Manzano, contó cómo pudieron resurgir y andar con más fuerza.
Esta organización empresarial está dedicada a la fabricación industrial de artículos para la construcción a base de arcilla cocida roja, entre otros materiales naturales. Se montaron en la nave de la economía circular y la protección del medioambiente.
Para 2023 avanzan en proyectos orientados a la renovación tecnológica de los equipos, de manera que puedan hacer una producción con reducción en el consumo de agua, ahorro de energía y aporte a la disminución de la huella de carbono.
Halcón dorado
María Paula Cornejo, una mujer que se describe como ‘mamá superpoderosa’, lidera el área comercial internacional de la Fundación Cardiovascular de Colombia, que obtuvo el premio en esta categoría.La organización, que exporta servicios médicos de mediana y alta complejidad, se ha posicionado entre los diez mejores hospitales de Latinoamérica, principalmente en especialidades como cardiología. Allí ha tenido importantes logros, incluyendo el implante de tres corazones artificiales a pacientes internacionales provenientes de Ucrania, República Dominicana y Panamá.
Colibrí Esmeralda
La empresa GreenCrop, gerenciada por Giovanny Bonilla, fue distinguida con el premio en la categoría Colibrí Esmeralda. Al igual que el pájaro de fino plumaje que es endémico en Honduras, su emprendimiento es singular. “Quería hacer algo importante. Por eso, escribía a diario en una hoja ‘Voy a ser el empresario más grande del país’”, recordó Bonilla. GreenCrop nació de un hecho doloroso en Colombia, una tragedia por intoxicación con agroquímicos en el municipio de Chiquinquirá, en donde, accidentalmente, el trigo para preparar el pan fue contaminado con un poderoso veneno.
El amargo recuerdo lo llevó a construir una compañía de biotecnología agrícola que desarrolla soluciones para proteger cultivos, mejorar la productividad y la rentabilidad de los agricultores, promoviendo la salud de los consumidores.
Lleva cinco años en el mercado, tiene dos plantas de producción, un laboratorio de I+D, suma 58 colaboradores y hace presencia en 20 departamentos y tres países.
Al igual que todos los ganadores del Premio Empresario Colombiano 2023, es uno de los líderes que pone el pedal por el país, aun en momentos adversos.