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Probando, probando hasta llegar a una lechona singular
La lechona es el plato más vendido en Colombia, más aún si tiene un perfil vegano. Esta es la historia de un tolimense que le juega a la innovación.
El tolimense Fernando Perdomo podría fácilmente entrar en la categoría de lo que se conoce como un emprendedor serial, ese que no se rinde e intenta con varios negocios hasta que por fin lo logra. Es administrador de empresas y, mientras intentaba con diferentes emprendimientos, un día entró a un Carrefour (hoy Jumbo) en Cali y decidió probar la lechona de este supermercado, pero no le gustó. Aprovechando que conocía a los compradores de la cadena, les ofreció venderles una de mejor calidad.
Pese a que no sabía mucho del tema, buscó un proveedor e inicialmente intermediaba entre el fabricante y el supermercado. Como dio resultado, comenzó la fabricación en su propia casa. Ese fue su negocio paralelo por 25 años mientras intentaba con otros emprendimientos, pero la “lechona de Carrefour” empezó a tener reconocimiento en Cali, y Perdomo vio allí su gran apuesta. Comenzó a investigar y descubrió que la lechona es el plato más vendido en el país; además, lo consumen todos los estratos por su practicidad, aunque es una actividad muy poco industrializada y en muchos casos con deficientes prácticas de manufactura.
Así comenzó por certificar sus procesos, tener una planta de producción y montar puntos de venta con la marca Mr. Lechón, de la empresa Industria de Alimentos Encanto Colombia. Pero no en los barrios o en locales con vista a la calle, sino en centros comerciales, en donde la lechona había estado ausente. Para lograr una mejor presentación, la exhibe sin las cabezas de los marranos, pues tiene claro que eso puede asustar a los niños o molestar a los veganos.
El primer centro comercial que le dijo sí a su propuesta fue Único y luego vino la expansión. Ahora en las plazoletas de comida es vecino de marcas internacionales como Starbucks y se encuentra en más de 800 puntos tanto físicos como digitales. Pero en su trabajo no solo ha estilizado la lechona, sino creado desarrollos para llevar a casa con formatos para venta en supermercados. Esto lo hizo de la mano de un ingeniero de alimentos, con quien elaboró una lechona en una atmósfera modificada y una tecnología especial en su empaque: no exige refrigeración y puede durar hasta un año sin perder sus sabores ni dañarse. Solo hay que sacarla del paquete y calentarla. Con esto aspira a crecer en el país y exportar; ya tiene una patente en trámite ante la Superintendencia de Industria y Comercio.
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El siguiente paso de Perdomo se dirige a la búsqueda de capital para llevar sus desarrollos fuera de las fronteras y avanzar en investigaciones e innovaciones. Una de las dificultades está en la limitada accesibilidad internacional del cerdo colombiano, pero ya vio oportunidades en mercados como Corea del Sur. Asimismo, lanzó la lechona vegana para superar ese obstáculo y atender dicho creciente mercado en Colombia.