Entidades públicas
¿Qué está pasando en el Dane? Reprogramación de entrega de resultados estadísticos y filtración muy anticipada al presidente
La encuesta de calidad de vida y las estadísticas vitales, temas cruciales entre los que han sido reprogramados. Exdirectores opinan.

Los datos estadísticos que produce el Dane no son del gobierno, son del Estado, pues hay muchos actores del entorno nacional que requieren los resultados que produce esta entidad para tomar decisiones trascendentales.
Por esa razón, no deja de sorprender que, en los últimos dos meses, el Dane haya entrado en ‘aplazadera’ de entrega de datos, lo que tendría varios motivos que, de paso, llevan a plantear el interrogante: ¿qué está pasando en el Dane? SEMANA buscó explicaciones.
Desde febrero, en el cronograma establecido por la entidad de las estadísticas, se empieza a ver el asunto. El 10 de ese segundo mes del año iban a salir las estadísticas de concreto, que luego fueron reprogramadas para el 27 del mismo mes.

Dentro del mismo sector (el de construcción), los indicadores de mezcla asfáltica estaban previstos para el 14 y se divulgaron el 28.
Para el 19 de febrero se daría a conocer el comportamiento de la financiación de vivienda y la agenda se corrió para el 4 de marzo.
Entre tanto, la encuesta de micronegocios que saldría el 28 de febrero terminó dándose a conocer el 13 de marzo.
Y ni qué decir de la cartera hipotecaria, que también se había registrado en el cronograma estadístico para ser destapada el 28 de febrero y finalmente salió el 13 de marzo.
Caso similar ocurrió con el cemento gris, que se divulgó el 17 de marzo, pese a que estaba previsto para darse a conocer el 28 de febrero.
En marzo siguió la aplazadera
En marzo las cosas no han sido distintas y lo que se ha reprogramado son grandes investigaciones, como la Encuesta Nacional de Calidad de Vida, que iba a darse a conocer el 20 de marzo y ahora solo saldrá el 24 de abril.
Este tercer mes también se aplazó la encuesta de gasto interno del turismo, que no salió el 14 de marzo, sino que verá la luz el 31 de este mes. Y ni qué decir de la productividad de todos los factores, que debió conocerse el 14 de marzo y ahora está prevista también para el 31.
Este 26 de marzo, los colombianos tendrán en sus manos las estadísticas vitales (nacimientos y defunciones), que debió estar al aire el 21 de marzo.
Es decir, es como si casi ninguna operación de recolección de información estuviera andando al ritmo habitual.

¿A qué se debe?
Aunque habría razones distintas para cada aplazamiento, algo transversal al hecho sería el Censo Económico Urbano (Cenu), que se adelanta en el país y del que se habló en 2024 como “la operación estadística más grande, innovadora e importante que se ha hecho en los últimos años en Colombia”.
Las circunstancias que han rodeado el levantamiento de esta información, que se habría recolectado en un momento atípico (en diciembre), ante los desfases en el cronograma previsto, develan varias dificultades que ahora estarían salpicando otras investigaciones habituales del Dane, según conoció este medio, de fuentes cercanas al proceso.
Toda la atención centrada en el Censo Económico, en una entidad en la que la mayoría del personal está vinculada a través de contratos de prestación de servicio, habría hecho colapsar toda la logística para tener a tiempo los resultados de los demás informes.
Un problema mayúsculo
En medio de tantos problemas en el país, los aplazamientos de la información estadística podrían verse como un tema menor, pero no hay tal.
La política pública depende de ese monitoreo a lo económico y social que se hace con las encuestas del Dane. Además, las decisiones que toman los inversionistas y los que deben hacer planeaciones dependen de la estadística.

Había sucedido, pero…
Juan Daniel Oviedo, exdirector del Dane, recuerda que las reprogramaciones en la entrega de resultados estadísticos ha ocurrido en otros momentos, pero en circunstancias específicas y —en general— de suma gravedad.
Sucedió, por ejemplo, con la reprogramación de la publicación de PIB anual de 2018, en febrero de 2019. “Fue por la implementación de las normas NIIF (contabilidad según estándares globales)”.
También ocurrió con el IPP (índice de precios al productor) de noviembre de 2021. “Fue posterior al ataque informático que sufrimos en noviembre de 2021. La publicación, que normalmente debió hacerse el 4 de diciembre, se hizo a completitud el 15 de diciembre”, dijo Oviedo.
Otro caso que trae a colación el también exconcejal de Bogotá es el de las publicaciones de pobreza monetaria y pobreza multidimensional, para la cual no se tienen fecha fija en el calendario. “Sufrieron traumatismos por la recolección de información en el contexto de pandemia, pero se publicaron debidamente y con la totalidad de las desagregaciones posibles”, dijo el exdirector.

“La información es un bien público”
Sobre el tema, el también exdirector del Dane, Jorge Bustamante, subraya el hecho (aplazamiento de presentación de resultados) como preocupante, ya que, desde su experticia, sabe que “la información estadística es un bien púbico de los ciudadanos, de los investigadores, de los gremios, del gobierno, entre otros”.
Filtración de datos al Presidente
Desde esa perspectiva, Bustamante trae también al debate lo ocurrido en días pasados, cuando el presidente Gustavo Petro divulgó antes que el Dane el dato de crecimiento de la economía en enero, según la medición del ISE (Índice de Seguimiento a la economía).
“Esa situación viola el protocolo del Estatuto Estadístico de Naciones Unidas. Los institutos de estadísticas de los países deben ser independientes de los gobiernos. Así sea en su divulgación”, manifestó Bustamante.
La directora del Dane, Piedad Urdinola, salió a explicar que no había violación de la reserva estadística, mientras que otros líderes de opinión coincidieron en rechazar dicha filtración, pues “la información estadística está protegida por una reserva”, dijeron Fedesarrollo y el exdirector del Dane Juan Daniel Oviedo.
Según expresa Bustamante, el protocolo de divulgación de la información estadística “textualmente” permite que el presidente conozca cinco minutos antes el dato, en parte para que pueda dar declaraciones al respecto.
Cinco minutos antes tiene una razón de ser y es que no habría tiempo para ninguna suspicacia alrededor de posible manipulación del dato.

En el caso del ISE de enero, el Dane presentaba la cifra a las 11:00 de la mañana y el presidente Petro emitió su trino a las 9:28 a. m.
“Lo grave es que (el presidente) la filtre antes de que la saque el Dane, de acuerdo con los protocolos establecidos de día y hora exactas. Si un corredor de bolsa o un banquero la conoce antes de que se publique, puede hacer juegos especulativos (cuando se trata de información privilegiada)”, dijo Bustamante, y agregó: “El presidente no puede suplantar al Dane, y el Dane, menos, justificarlo.