EMPRESAS
¿Qué tanto quieren salir corriendo las empresas del país con la reforma tributaria de Gustavo Petro?, esto dice Aliadas que agrupa a 7.000 compañías
María Claudia Lacouture, presidenta de Aliadas, una alianza que genera cinco millones de empleos, habló con SEMANA acerca del año que cumplen y lo que ven venir con estrategias de este gobierno, como la reforma tributaria.
SEMANA: ¿cuál ha sido el acontecimiento que ha marcado más el año que lleva Aliadas en el escenario colombiano?
María Claudia Lacouture (M. C. L.): La respuesta es muy fácil: las elecciones.
SEMANA: llama la atención esa contundencia con la que dice: ‘las elecciones’, ¿es decir que ustedes no estuvieron de acuerdo con que subiera a la Presidencia Gustavo Petro?
M. C. L.: nosotros nunca nos direccionamos con los temas políticos. Nunca hicimos parte del tema, ni de un lado ni de otro. Pero claramente teníamos diferencias, al igual que con Rodolfo Hernández (el otro aspirante a la Presidencia), o sea, no era por el uno o por el otro, sino por un cambio que genera alteraciones.
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SEMANA: claro, pero los cambios, por lo general, son buenos.
M. C. L.: yo creo que todos los cambios son buenos porque obligan a pensar, obligan a adecuarse, obligan a redireccionarse. Definitivamente, los cambios son positivos, el problema es qué tanto cambio, y el cómo.
SEMANA: ¿qué es lo que tanto les preocupa: la reforma tributaria, la coyuntura económica local y global, la inflación...?
M. C. L.: uno de los temas importantes que no se puede perder en Colombia es ese trabajo público-privado de construir solo construido. Tenemos un país que ha venido avanzando, que ha venido creciendo, que de hecho, hoy sigue siendo referencia en muchos temas a nivel internacional. Entonces, lo peor que nos puede pasar es perder todo lo avanzado, por eso siempre, desde Aliadas, insistimos en que es importante construir sobre lo construido.
No podemos perder ese conocimiento que realmente le ha dado al país grandes avances. Tenemos mucho por hacer, sí, no podemos escatimar en todas las necesidades que tiene el país. Sin embargo, también es importante buscar la forma de continuar con un diálogo, generando consenso, con respeto, pensando más en el bienestar general de la sociedad y fomentando la reconciliación. Para eso, hay que fomentar el acercamiento entre el sector público y el privado.
SEMANA: en qué parte cree usted que no ha habido diálogo, porque el Gobierno, por ejemplo, dice que la reforma tributaria ha tenido mucha participación.
M. C. L.: en la reforma tributaria ha habido mucho diálogo. De hecho, con el ministro Ocampo hemos tenido mucho espacio. El tema de fondo es que, aunque sabemos de la necesidad de una reforma tributaria, pero también es clave que se pueda equilibrar el requerimiento del gasto en Colombia para financiar el componente social, con la viabilidad del tejido empresarial. No se puede poner en desequilibrio esa balanza, porque, al final, quienes pagan impuestos son el tejido empresarial, el mismo de siempre. En ese sentido, sí hemos hecho un llamado al equilibrio, de manera que no se termine afectando a las empresas.
SEMANA: es decir, las empresas asociadas en Aliadas están de acuerdo con lo que se está planteando en la reforma tributaria, pero que todo el mundo pague, que involucre a todo el tejido empresarial, no a los mismos de siempre...
M. C. L.: siempre hemos estado de acuerdo en que tenemos que ayudar y tenemos que aportar en el pago de impuestos. El tejido empresarial que es parte de Aliadas, que son más de 7.000 empresas, tanto micro, pequeñas, medianas, grandes empresas, pagan impuestos y le apuestan al país. En realidad, están aquí para ayudar a construir, para crecer, para generar empleo, para promover la innovación. Sin embargo, sí es necesario que a las empresas se les permita el crecimiento. Esto requiere que se les deje ser viables, porque al final la sostenibilidad de las empresas depende de su viabilidad económica.
SEMANA: dentro de ese tejido empresarial que está bajo la sombrilla de Aliadas, ¿hay algún temor; han dicho que se van del país o que ven riesgo de seguir su actividad por medidas incluidas en la reforma tributaria?
M. C. L.: efectivamente, todas las empresas a nivel nacional, tanto las colombianas como las extranjeras, necesitan estabilidad, necesitan un contexto que les permita crecer y desarrollarse. Es indispensable que el Gobierno logre transmitir certidumbre, que no se tengan versiones encontradas y tampoco versiones inconclusas.
Bajo un ambiente de incertidumbre, muy difícilmente van a querer crecer y continuar haciendo esa inversión que es benéfica para el país.
SEMANA: usted dice que les han dado participación en la construcción de la ponencia de la reforma tributaria. ¿qué es lo que falta entonces por ajustar, en relación con las empresas, de manera que no tengan riesgo para invertir, para mantenerse vigentes y se proteja de esa manera el empleo?
M. C. L.: son múltiples los temas, pero hemos hecho un llamado en aquellos donde hemos encontrado grandes desventajas, no solamente a nivel nacional, sino a nivel internacional.
Uno de los temas es seguir insistiendo en el tema de dividendos, porque es una doble tributación que se ve como una limitante para el desarrollo empresarial.
Otro tema importante es el de las zonas francas, que es una herramienta que le han venido reconociendo a Colombia como una ventaja para atraer inversión. Limitar esta herramienta restringe la capacidad del país de competir internacionalmente por los inversionistas. Además, cambiar el derecho adquirido a las que ya estaban genera inestabilidad jurídica.
En realidad, tenemos un listado de Niño Dios.
SEMANA: ahí es donde voceros del Gobierno sostienen que nadie quiere pagar impuestos, pero sí reclaman un desarrollo, que es lo que se financia con recaudo tributario.
M. C. L.: lo que sucede es que en este país tenemos una base de empresas que pagan impuestos que es muy pequeña en comparación con el número de empresas que existen en Colombia.
Tenemos que avanzar hacia un escenario en el que paguemos, pero paguemos todos. Además, no podemos perder de vista que el contexto nacional y el contexto internacional de 2023 nos obliga a pensar, no solamente en el ya, sino en el corto y el mediano plazo, porque viene un panorama mundial de incertidumbre muy grande.
De esa manera, no suena eficiente ponerle limitaciones y desincentivar la producción y el desarrollo de ese sector que nos genera el mayor ingreso, para ayudar a financiar los temas fiscales del país (déficit, pago de deuda...).
Son muchas variables las que están en juego en este momento para establecer una reforma que le pegue de forma tan fuerte el tejido empresarial.