Industria
¿Quién es el rey de las anchetas? Este empresario se corona cada diciembre
Tan solo el año pasado vendió 220.000 y este año espera vender 700.000. Distribuye marcas nacionales e importadas, pero también sus propios productos. Su primera apuesta de exportación será el durazno en lata, que hoy está escaso.
La pandemia de covid-19, que se llevó por delante miles de actividades económicas y de negocios, no le hizo ni cosquillas a la tradición colombiana de regalar anchetas en las fiestas de Fin de Año. Por el contrario, la fortaleció, pues muchas personas al no poderse encontrar físicamente, al menos se enviaron un canasto con conservas, vinos y galletas.
Esa oportunidad es una de las tantas a las que les ha sacado provecho el empresario Diego Orlando Ávila, fundador y gerente de Alimentos Shalom, quien fácilmente podría ser el rey de las anchetas en el país, al vender más de 220.000 el año pasado y tener la meta de 700.000 anchetas para este año. “En este país de 50 millones de habitantes, casi 70 % recibe al menos una ancheta. Es una tradición, un regalo que puede ir desde los 20.000 hasta los 4 millones de pesos. Desde el famoso matrimonio de solo vino y galletas hasta los que llevan licores y conservas importados”, explica, al tiempo que admite que es un negocio estacional para el que hay que prepararse con anterioridad.
En su caso, todo comenzó hace 10 años cuando junto con su esposa y su hijo decidió crear una empresa para proveer productos de confitería a las cárceles del país. La idea se le ocurrió tras trabajar en las cafeterías de la Policía y se dio cuenta que en el ‘mecato’ había una oportunidad de negocio. Así, su primera licitación fue para vender bocadillos y herpos a las cárceles. Después logró ampliar su portafolio a otros productos no perecederos como conservas e incluso se convirtió en el principal distribuidor de las bebidas de Postobón en diferentes centros penitenciarios del país.
Los grandes volúmenes que manejaban para las cárceles le permitieron abrirse campo en otras entidades estatales (Ejército, Policía, SENA, Idipron, Alcaldía Mayor de Bogotá, etc.) y el conocimiento del mercado de no perecederos fue lo que llevó a Alimentos Shalom a entrar en el negocio de las anchetas, que además es bastante competido.
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Producción propia
Empezaron vendiéndoles anchetas a sus clientes del sector público, pero luego se fueron ampliando a los privados e incluso se dieron cuenta de que podían producir sus propios productos. Hace cuatro años comenzaron con galleta y ponqué, que mandaron a hacer mediante el sistema de maquila. Lanzaron su marca Xoe (que significa vida abundante) y hoy ya tienen un portafolio de 32 productos para ancheta, que incluye incluso vinos.
“La venta de las anchetas arranca desde septiembre. Participamos en la feria del hogar y este año conseguimos un negocio grande con 100.00 anchetas que compraron los floricultores para sus empleados”, explica Ávila, quien aclara que uno de los impactos de la pandemia en las anchetas se vio en que muchas pasaron de la confitería y el vino a productos no perecederos de mercado como lentejas, fríjoles, harina de trigo, chocolate y pastas.
De hecho, el año pasado uno de los contratos de Alimentos Shalom fue la repartición de mercados que la Alcaldía de Bogotá entregó a los más afectados por las cuarentenas.
Para ampliar el negocio y manejarlo de manera más ordenada, abrieron inicialmente un centro de acopio en el centro de Bogotá y hoy ya cuentan con tres, así como 60 empleados directos y 200 indirectos, que incluyen quienes maquilan sus productos, así como todo el tema de logística para la entrega de los alimentos y, por supuesto, de las anchetas.
El plan es tener un punto de acopio en cada ciudad del país y mientras llegan a esa meta empezaron a trabajar para exportar sus productos marca Xoe. Van arrancar con durazno en lata. Ya están cultivando la fruta en Pamplona y decidieron empezar con ese producto porque es mayoritariamente importado y hoy está escaso.
“Ya tenemos 500 hectáreas sembradas y estamos construyendo la planta para enlatar. El proceso inició en febrero de 2021 y allí generamos 40 empleos”, explica Ávila y agrega que el siguiente paso con miras a la exportación es con uchuva y piña en rodajas. También está planeando licitar para los planes de alimentación escolar del país.
“Lo que más me interesa con la empresa es poder seguir generando empleo. Para eso es clave continuar soñando y creer en el país. Nosotros nos hemos caído muchas veces y nos hemos vuelto a levantar. Si uno persiste, todo es posible”, dice este empresario, quien sin duda es uno de los más felices en la temporada decembrina.