Crecimiento Económico
Sector industrial en Colombia sigue creciendo pese a las presiones de la inflación
Davivienda presentó los resultados del PMI para diciembre de 2022.
Colombia sigue luchando por mantener a flote sus diferentes sectores productivos y económicos, en medio de la tormenta generada por el creciente aumento del costo de vida y las subidas de tasas de interés que ha venido anunciando el Banco de la República. Un panorama que incluso ha incidido en que las proyecciones de crecimiento para este 2023 no sean tan alentadoras, después de un año en el que el país fue referente de la región.
Por ahora los expertos, el Emisor y el Banco de la República hablan de un repunte económico que oscila apenas entre 0,5 % y 2,0 % durante los próximos 12 meses. Así mismo, hay fuertes advertencias sobre los efectos que la inflación y el enfriamiento de la economía podrían generar sobre aspectos claves como la generación de empleo y la expansión empresarial. Cada decisión que se tome será clave para mantener la estabilidad y no caer en un escenario de recesión.
No obstante, un reporte PMI de Davivienda muestra que la salud del sector industrial colombiano mejoró en diciembre, después de sufrir el deterioro más pronunciado en un año y medio el mes anterior. La aprobación de los pedidos pendientes, las licitaciones públicas y la captación de nuevos clientes respaldaron un incremento renovado de las ventas, a lo que las empresas respondieron aumentando su volumen de producción, las compras de insumos y las nóminas laborales.
“Sin embargo, el ritmo de expansión de todos estos indicadores fue marginal. Por su parte, el pronunciado aumento de los precios de los insumos disparó la inflación de los precios, ya que algunas empresas compartieron con sus clientes el encarecimiento de los costos”, dice el informe.
Tendencias
El Índice de Gestión de Compras (PMI) del sector industrial colombiano de Davivienda, ajustado por factores estacionales, subió desde los 47,3 puntos de noviembre hasta los 51,1 en diciembre y permaneció en territorio de expansión por primera vez en tres meses.
A pesar de ello, el ritmo de crecimiento que encierra la reciente cifra fue moderado e insuficiente para contrarrestar la fuerte caída del mes anterior. Como resultado de ello, el promedio de la cifra principal permaneció en territorio de contracción en el último trimestre del año.
Andrés Langebaek Rueda, director ejecutivo de Estudios Económicos, Grupo Bolívar, de Davivienda, afirmó que el 2023 será un año retador en la medida que la indexación de precios en Colombia es relativamente más generalizada que en otras economías lo que debería impedir que las tasas de interés se reduzcan en forma tan significativa.
“Si bien diciembre pasado terminó con un repunte de los principales componentes del PMI, la caída en noviembre, y en menor medida la de octubre, hicieron que el último trimestre del año terminara en realidad con niveles más bajos de producción, pedidos y empleo que el trimestre anterior”, dijo este experto.
De esta manera, “el sector manufacturero constató un ajuste importante de la demanda doméstica y seguramente también de la demanda externa. Recordemos que el país debe iniciar un proceso de ajuste en la medida en que durante el último año el crecimiento de la demanda ha sido superior al de la oferta lo que se reflejó en un importante déficit en cuenta corriente”, agregó.
Los nuevos pedidos, el componente con mayor peso en la cifra principal, fue el factor contribuyente clave de este resultado. Así, los datos de diciembre reflejaron el primer incremento de las ventas en tres meses, si bien el ritmo de crecimiento fue marginal. Según los encuestados, las licitaciones públicas, la ampliación de la cartera de clientes y la firma de los contratos pendientes respaldaron los nuevos trabajos.
En respuesta a las primeras señales de recuperación de la demanda, los industriales colombianos aumentaron su producción al final de 2022. Aunque fue moderado, el ritmo de expansión superó el promedio a largo plazo. Para complementar la producción, los industriales adquirieron materias primas y productos intermedios adicionales en diciembre. El repunte fue marginal, aunque constituyó un contraste notable con respecto al importante descenso observado en octubre y noviembre.
“En este periodo de la encuesta, se observó una ampliación de la capacidad operativa, la cual se derivó del crecimiento del empleo. Así, el ritmo de expansión fue marginal, aunque contrastó con la sólida reducción de noviembre. Otro factor que respaldó la creación de puestos de trabajo fue el optimismo en torno a las perspectivas de crecimiento.
De hecho, cerca de la mitad de los encuestados prevé un aumento de la producción en 2023, mientras que el 10 % espera una disminución. Este optimismo se fundamentó en la expectativa de una mejoría de la demanda y el entorno económico”, se lee en este reporte.
De esta forma queda claro que los industriales registraron un aumento de los inventarios de productos finales en diciembre. En algunos casos, el repunte se asoció a la preparación de pedidos futuros y en otros a las ventas, que fueron inferiores a las previsiones. Así mismo, las existencias de insumos volvieron a caer en diciembre.
Esta contracción fue la tercera en el mismo número de meses, aunque fue moderada y la más lenta del periodo. Por su parte, los costos de los insumos volvieron a subir, lo que las empresas atribuyeron mayoritariamente a la fortaleza del dólar.