Opinión

Soltar el espejo retrovisor

Las buenas intenciones y el interés de los empresarios por aportar se están materializando, entendiendo las necesidades actuales. Nos debe impulsar una actitud de apertura y escucha activa para ser efectivos en nuestras propuestas. Columna de Roberto Moreno, Presidente de Amarilo.

24 de julio de 2021
Roberto MorenoPresidente de Amarilo
Roberto MorenoPresidente de Amarilo | Foto: Esteban Vega La-Rotta

La pandemia, los reclamos sociales del paro nacional y la compleja situación económica que atraviesa Colombia nos dan la posibilidad de vivir una oportunidad histórica.

Nos obliga a parar, a escuchar y a reflexionar para poder avanzar. No es momento de seguir dando la espalda, radicalizar posturas ni promover discursos fundados en el miedo y el odio. Como empresario, creo que es una posibilidad para entender que el diálogo es la única opción que tenemos como país para mirar hacia adelante.

El edificio corporativo Amarilo, en Bogotá, es considerado un ícono en la región.
El edificio corporativo Amarilo, en Bogotá, es considerado un ícono en la región. | Foto: Amarilo.

Es un momento histórico al que esta coyuntura nos enfrenta, y nos ofrece la oportunidad de construir una visión conjunta entre jóvenes, empresarios, líderes sociales y la clase política sobre el futuro que queremos como país.

Es imperativo crear espacios de conversación para escuchar y entender la posición del otro. Del joven que no ha tenido oportunidades para recibir educación o trabajar. De las familias que perdieron todo y a sus seres queridos por la covid-19. De quienes perdieron sus empleos. De los empresarios que quebraron y hoy están en ascuas para sobrevivir a los bloqueos. Es un punto de inflexión y un nuevo comienzo para Colombia, para superar la inmensa polarización y la crisis profunda que atravesamos.

He sido testigo en el último año de una movilización sin precedentes del sector empresarial y productivo del país, que retomó su rol de liderazgo para enfrentar los retos de construir comunidades sostenibles, cerrar las brechas sociales y ofrecer oportunidades a las nuevas generaciones. “Miles de colombianos están cansados de sobrevivir y quieren poder realmente vivir”, me decía un joven líder en uno de los espacios de diálogo y encuentro, en los que he procurado participar para escuchar esas voces que han sido relegadas, olvidadas y silenciadas en el debate público nacional.

Las buenas intenciones y el interés de los empresarios por aportar se están materializando, entendiendo las necesidades actuales. Nos debe impulsar una actitud de apertura y escucha activa para ser efectivos en nuestras propuestas, y estar dispuestos a soltar algunas de nuestras creencias para comprender con genuina curiosidad otras realidades de país.

Es el único camino para el futuro de Colombia con el aporte de todos, y así fortalecer nuestras comunidades promoviendo el bienestar y el desarrollo sostenible. Soltar el espejo retrovisor que nos mantiene anclados en el pasado y dejar de lado nuestras diferencias son los retos para lo que resta de 2021.

Es un año que puede marcar un nuevo comienzo en la historia del país, en el que todos los colombianos nos unimos para alcanzar el sueño compartido de una Colombia próspera, más equitativa y con acceso a oportunidades. Es nuestro deber poner lo mejor de nuestras empresas al servicio de todos.

Nuestra misión es ser parte de estos nuevos liderazgos que están surgiendo del sector empresarial y que exigen crear puentes comunicativos para asegurar la calidad de vida de las familias colombianas.