Corficolombiana
“Tenemos que ser optimistas frente al país”: presidenta de Corficolombiana
María Lorena Gutiérrez considera que sería desastroso volver a los aislamientos. Pero también que el Gobierno se está demorando en presentar la reforma tributaria.
Volver a prender motores una vez se terminó la parte más dura de la cuarentena del año pasado fue, quizá, una de las tareas más duras que ha tenido que enfrentar Corficolombiana desde que se fundó, hace más de 60 años.
Si bien esta es una compañía de financiamiento, sus inversiones están puestas en sectores clave como la infraestructura y la hotelería, cuyas empresas vieron cómo hacia el segundo trimestre del año pasado tuvieron que frenar sus operaciones.
María Lorena Gutiérrez, presidenta de Corficolombiana, no duda en decir que 2020 fue un año de muchos aprendizajes y retos. Sobre todo porque la pandemia les dejó una lección que nunca olvidarán y es mantener su vocación de seguir aportándole a la economía colombiana. Pero también pudieron confirmar que el sector privado es el eje del aparato productivo del país y, por ende, del empleo.
“Lo más importante fue nuestra capacidad de seguir trabajando y de superar el hecho de que paramos. En medio de todo volvimos a arrancar y logramos seguir construyendo, con inversiones de más de $ 2 billones”, dice Gutiérrez. Eso sí, enfatiza en que la cosa no puede terminar allí y este año deberán mantener su estrategia de corto y mediano plazo si se quiere seguir impactando positivamente al país.
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No es gratuito que hace unos días confirmara que la corporación financiera realizará inversiones por unos $ 3 billones, lo que es un incremento de 50 % frente a lo que tenía el año pasado.
¿Qué hay detrás de esto? Un fuerte componente de inyección de capital en las carreteras del país, así como en sectores como el del gas, el agro y la hotelería. En los primeros, la cosa va bien encaminada y se ha recuperado de una manera rápida. El último, en contraste, sigue sin ver la luz al final del túnel, pero ahora se prepara para allanar su regreso a las épocas de prepandemia.
Desde Corficolombiana están convencidos de que, al igual que en otras ramas, la hotelería volverá a levantarse. De hecho, hay señales que los hacen ser optimistas para dar esta declaración. Entre ellas, que a finales del año pasado lograron ocupaciones del 35 %, cifra que si bien sigue siendo baja, no se compara con el desplome registrado desde abril de 2020.
El aumento en el monto de inversión de Corficolombiana es, sin dudas, un espaldarazo de la firma a las empresas made in Colombia, pero también a la mano de obra nacional. Manda un mensaje claro para todos los ciudadanos, esta firma no tiene pensado parar en su estrategia de consolidarse en el sector financiero y de impulsar el crecimiento económico.
De hecho, de la cabeza de la compañía para abajo prevén que el PIB del país tendrá este año un rebote sin precedentes. Desde finales de 2020, el equipo económico de esta empresa esperaba un crecimiento de más de 5 %. Y a medida que el país ha avanzado en vacunación y reactivación, la situación se ha aclarado.
No obstante, como a cualquier jefe de empresa, a María Lorena Gutiérrez le preocupan el paro nacional y sus efectos en la recuperación. “Esperamos que se encuentren los caminos de diálogo, sobre todo porque los bloqueos es lo que más daño le hace a la economía. Las partes tienen que ser conscientes de eso y esperamos que, con el apoyo del sector privado, encuentren caminos de diálogo”, señala.
También afirma que las demandas de buena parte de los jóvenes que están en las calles son fundadas en una realidad, y es que es necesario que en Colombia se realicen inversiones sociales de gran calado. La disparada de la pobreza y del desempleo son apenas dos señales claras de que algo está mal y es urgente solucionarlo.
Los clamores que se vienen presentando desde finales de abril deben llegarles a los colombianos como un mensaje de que se requieren cambios estructurales. Si bien la reforma tributaria que presentó el exministro Alberto Carrasquilla fue el detonante del paro, una ley similar tendrá que servir para apagar el incendio generado por el exfuncionario.
Gutiérrez es optimista de que el Gobierno y el Comité del Paro logren un acuerdo y a la par o posteriormente se tramite este proyecto. El problema es que mientras más se demoren, más tardará en llegarles las ayudas a quienes más lo necesitan.
Si hay algo que deben tener claro los colombianos es que desde marzo se dejó de ayudar a las empresas para pagar las nóminas. Y lo mismo sucederá este mes con Ingreso Solidario, cuando se deje de girar a más de tres millones de familias con todas las implicaciones que tiene en el golpe a sus bolsillos.
Esta realidad, según la presidenta de Corficolombiana, debe prender las alertas en el Congreso y el Gobierno. Y no duda en decir que el Ejecutivo se está demorando para radicar la nueva reforma tributaria. “Creo que el ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ha presentado algunos consensos, pero debe mostrarlos más abiertamente. En todo caso, si fuera yo, no dejaría pasar esta legislatura y que el proyecto se discuta en un primer debate”, señaló la directiva.
El proyecto, como se ha mencionado en diversas ocasiones, sigue en construcción y buena parte del mismo depende de lo que se acuerde con el Comité del Paro. El problema es que uno dependa del otro y que los marchantes no estén afanados en llegar a buen puerto. Mientras esto sucede, las empresas se reactivan y vuelven a enganchar a su personal, por cuenta de la reactivación económica plena, que comenzó hace unas semanas.
Esta noticia llegó como un bálsamo, luego de un año de encierros, toques de queda, restricciones de movilidad y demás políticas tomadas para contener la covid-19. Pero de todas maneras será insuficiente para atacar de raíz los problemas que tiene Colombia. Además de esto, afirma Gutiérrez, es fundamental modificar aspectos para que los jóvenes ingresen al mercado laboral, como la exigencia de cierto tiempo de experiencia.
La presidenta de este gigante del sector financiero cree que llegó la hora de dar los debates sobre flexibilizar algunos puntos del empleo en el país. Pero también que desde el sector privado se le dé un mayor impulso al frente educativo. Y, eso sí, que en medio de este proceso por fin se pase la página de la pandemia.
Como se mencionó, el país comenzó una nueva etapa de desconfinamiento el pasado 8 de junio, pero esta se dio cuando se presentaron cifras récord de contagios y muertes por covid-19. Así como cuando la ocupación de camas uci llegó a su máximo en todo el territorio. Esta disyuntiva, dice Gutiérrez, puede generar un pánico colectivo que lleve a reversar la reactivación y a frenar la tan anhelada recuperación económica.
“Tenemos que ser optimistas y creo que los datos, tanto de la economía del primer trimestre como de Corficolombiana, permiten anticipar que el país crecerá más de 5 % este año y que se podrán solucionar los temas sociales, que no podemos dejar de lado”, dice.
Entrar en la desesperanza generaría un paro de inversiones, eso sería letal para el empleo, los ingresos y la economía. Por eso, el optimismo es el camino.