NEGOCIOS
Venta de ISA: detalles del que sería el negocio del año en Colombia
El interés de Ecopetrol por quedarse una parte de ISA aumentó la puja por este activo, considerado como la joya de la corona. ¿Es viable? ¿Quién más está detrás de esta adquisición?
Colombia quedó este miércoles ad portas de tener el negocio del año, incluso cuando el 2021 apenas comienza.
El anuncio oficial de Ecopetrol de querer comprar una parte de Interconexión Eléctrica S.A. cayó como anillo al dedo en un mercado de valores que poco se mueve, pero también en el Gobierno, que necesita urgentemente recursos frescos.
De acuerdo con la petrolera, este martes presentaron una oferta no vinculante (que puede ser aceptada o no) para adquirir la participación que posee la Nación en ISA, equivalente al 51,4 % de las acciones en circulación.
“Esta decisión responde a la estrategia del Grupo Ecopetrol que busca fortalecer su liderazgo en la cadena de los hidrocarburos en el continente americano, al tiempo que acelera su transición energética con un ambicioso plan de reducción de emisiones, crecimiento en fuentes renovables, mayor producción de gas natural y participación en otros campos de la energía”, dijo la empresa.
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Pero en los detalles está la carne de este potencial negocio. Según el comunicado de Ecopetrol, la operación implicaría una nueva emisión de acciones de la petrolera, que se sumarían a otros recursos propios y a la salida de algunos activos.
No hay que olvidar que, por ley, el Gobierno aún puede vender un 8,5 % de esta compañía, que se calcula le puede representar ingresos de más de $ 10 billones. A pesar de lo anterior, el Estado seguiría teniendo el control de la empresa, pues aún contaría con una participación de 80 %.
Como si fuera poco, la Nación también seguiría teniendo el control de la energética aunque de forma indirecta.
La comunicación de Ecopetrol lo explica: “La transacción se realizaría a través de un contrato interadministrativo entre Ecopetrol y el Ministerio de Hacienda. Para hacer esta inversión no es necesario realizar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) a los accionistas de ISA, en la medida en que la Nación continuaría siendo el beneficiario real de las acciones de ISA y mantendría el control último sobre las mismas”.
Palabras más, palabras menos, la plata se movería de un bolsillo de la Nación a otro y esto sería un gana - gana para ambas partes. Por un lado, la petrolera tendría un activo clave en su transición energética, además de ser la joya de la corona en el sector. Y, por el otro, el Gobierno recibiría varios billones de pesos por la venta de ISA, que le permitirían pagar la cuenta pendiente de la pandemia.
Eso sin contar con que no requeriría hacer la OPA, lo cual le daría más celeridad al proceso. Según Felipe Bayón, presidente de Ecopetrol, “una vez presentada la oferta, el Ministerio de Hacienda la analizará y, si se acepta, viene un proceso riguroso, que esperamos hacer de manera rápida”.
Por lo anterior tampoco no sorprendió que al ministro de Minas, Diego Mesa, le suena la movida entre ambas compañías.
“Es fundamental para el país seguir teniendo una participación mayoritaria accionaria de ambas empresas y eso se garantiza con esa transacción. La propuesta que se hace es una forma de optimizar los recursos del Estado, ahora que tenemos un tema complejo por las exigencias fiscales que nos generó la pandemia”, señaló.
Tiempos y otros detalles
Al margen de lo anterior, Bayón dio mayores detalles sobre el potencial negocio. En rueda de prensa, el directivo señaló que la primera parte del proceso podría tomar unos tres meses, momento en el cual -si se acepta este negocio- comenzaría la nueva emisión de acciones.
Esta venta de títulos podría tomar otros seis meses, con lo cual a finales del 2021 quedaría lista y llegarían los recursos a las arcas de la Nación. Pero, ¿qué podría pasar con los accionistas minoritarios de Ecopetrol e ISA?
Si bien el presidente de Ecopetrol no dio mayores detalles, señaló que mantendrán el respeto hacia estos grupos de personas. “Para nosotros es fundamental el respeto del gobierno corporativo y de los accionistas minoritarios y eso quedó en las condiciones que hemos previsto hacer la operación”, señaló.
Las dudas
Esta es justamente una de las dudas que se mantienen en un posible negocio entre ambas firmas. Si se confirma que es un convenio administrativo, no es claro si los minoritarios puedan salir de sus posiciones.
De igual forma, según el grupo de Investigaciones Económicas de Corficolombiana, no todo sería color de rosa. “Aunque la alternativa planteada resulta novedosa, tiene varios costos asociados notables, teniendo en cuenta la modernización del mercado de capitales que quiere hacer el Gobierno (...). Adicionalmente, otras empresas controladas por autoridades regionales como GEB (Grupo Energía Bogotá) y EPM, que también podrían realizar el convenio interadministrativo, manifestaron su intención de participar como compradoras”, señaló.
Es en este punto que comienzan a aflorar los lunares de una eventual enajenación de Interconexión Eléctrica. Como se mencionó previamente, el GEB y EPM también estarían detrás de esta billonaria operación.
De hecho, esta semana, la primera reiteró que su atracción por los activos de la empresa energética. En una comunicación enviada a la Superintendencia Financiera, ratificó su “interés y disposición” de presentar una oferta para adquirir las acciones de ISA que actualmente son propiedad de la Nación.
Por lo anterior queda la duda de cómo podría garantizarse que haya igualdad de condiciones entre las partes, si no se realiza una oferta pública.
Este punto no es el único que despertó dudas en el sector. Sandra Fonseca, directora de Asoenergia, planteó dos consideraciones adicionales, que deberán resolverse en las próximas semanas. Por un lado, se deberían dejar de lado los negocios de red de transporte de energía a alta tensión. Y, por el otro, tendría que escindirse la firma XM de ISA, pues esta tiene funciones de operador del sistema, administrador de cuentas y liquidador de algunos servicios.
“XM debe mantenerse completamente libre de interferencia e independiente de cualquier agente o tercero interesado”, señaló la directiva.