CONSTRUCCIÓN

Big data y nuevos materiales, las innovaciones más importantes en el sector de construcción

El devenir de la industria constructiva pasa por la innovación permanente en la planificación y la ejecución. Los mat-lab y los procesos inteligentes abren nuevas posibilidades.

26 de junio de 2021
Materiales como el plástico PET reciclado y el icopor son usados actualmente para hacer, por ejemplo, bloques de construcción.
Materiales como el plástico PET reciclado y el icopor son usados actualmente para hacer, por ejemplo, bloques de construcción. | Foto: Getty Images/iStockphoto

La investigación y la inversión en herramientas tecnológicas asociadas a la construcción están permitiendo que los proyectos arquitectónicos actuales –y por venir– sean más eficientes desde aspectos constructivos, ambientales, presupuestales, de diseño y de confort.

Desde el uso de materiales de vanguardia hasta la incorporación de modelos prospectivos (basados en el análisis de grandes cantidades de datos), la construcción del futuro está a la vuelta de la esquina.

La era de los mat-lab

En primer lugar, los avances en materiales innovadores de laboratorio (conocidos como mat-lab) son un factor clave para mejorar, optimizar y potenciar edificaciones más allá de la estética: unos interactúan y hasta purifican el ambiente exterior; otros, por su parte, son hechos a partir de residuos y hasta resisten mejor a fuerzas de la talla de movimientos telúricos.

De acuerdo con el arquitecto Camilo Ernesto Hernández Mejía, director de Línea de Construcción y Tecnología del programa de Arquitectura de la Universidad El Bosque, “actualmente, tenemos materiales sintéticos interesantes como el grafeno, que mejora las condiciones tradicionales de los concretos; la madera transparente, con capacidad de permitir la iluminación, así como almacenar o liberar calor según sea el caso, y las varillas ‘Cabkoma’, como un mejorador sismorresistente de preexistencias”.

Si bien el uso de materiales sintéticos es un paradigma en la industria constructiva de países desarrollados (Japón o Estados Unidos están a la vanguardia), en Colombia existen avances.

Del lado de los concretos, hoy estos tienen propiedades autorreparables. Según explica William Aperador, docente investigador de la Facultad de Posgrados de la Universidad ECCI, “el cemento tradicional se mezcla con ciertas bacterias, y al haber una fractura, las bacterias entran en contacto con el aire y humedad del ambiente y empiezan a secretar un sedimento que rellena esas grietas”.

Los avances también se ven en los ladrillos, que actualmente pueden atrapar partículas contaminantes del ambiente, evitando que las fachadas se ennegrezcan por cuenta del esmog en las ciudades. Así mismo, residuos plásticos PET y poliestireno expandido, mejor conocido como icopor, se compactan para crear bloques de construcción.

La data como cimiento

El big data, es decir, la recopilación y análisis de datos a gran escala, es otro aporte de la tecnología aplicada a la construcción, especialmente en lo que a prospección y planeación se refiere.

Al pensar un nuevo proyecto, una firma constructora suele realizar todo tipo de estudios técnicos, presupuestales y de mercado. No obstante, gracias al big data los análisis evolucionaron.

“Hoy, los softwares analizan todo tipo de variables presentes y futuras e indican al constructor la mejor forma de desarrollar el proyecto. Desde hallar el terreno con mayor potencial de desarrollo, conocer el tipo de vivienda o inmueble que mejor se ajusta a las necesidades del público (con base en cifras de ventas) o determinar todos los costos de personal, insumos, maquinaria y cadenas de suministro que requerirá el proyecto, las posibilidades del big data son amplias”, indica Aperador.

La información y asistencia que brindan los softwares actuales no son únicamente de diseño virtual o digital; por el contrario, son herramientas proyectuales que permiten el control de recursos, la interacción profesional-técnica, la predicción de situación, la simulación y evaluación de circunstancias y la corrección anticipada, la adaptabilidad de sistemas en tiempo real y mejoramiento de respuesta, entre otras ventajas.