Finanzas
‘Corrientazo’, afectado por alto precio de alimentos: este es el panorama
Las medias de los restaurantes van desde aumentar el costo de los platos y reemplazar los alimentos más costosos, hasta cambiar los menús y disminuir las cantidades que se sirven.
Como era de esperarse, los altos precios que están registrando los alimentos en el país ya le pasaron cuenta de cobro a los restaurantes, que están tomando toda clase de medidas para seguir a flote, como por ejemplo, reemplazar alimentos costosos por otros que se consigan más económicos, cambiar los menús o disminuir las cantidades que se sirven.
La papa ha sido el alimento que más ha subido de precio, y tener una porción en un plato se ha vuelto un lujo. El precio del bulto de papa ha aumentado más de seis veces. Antes costaba unos 25.000 pesos aproximadamente, luego se lograba conseguir a 50.000 pesos, pero ahora cuesta 160.000 pesos.
Ante este precio tan elevado, los restaurantes han optado por reducir las cantidades que se sirven o por dejar de ofrecer algunos platos, como la ensalada fría. Además, han reemplazado la papa a la francesa por la papa cocinada en los platos ejecutivos.
Y cambiar la sopa por el huevo ya se está convirtiendo en todo un privilegio en un restaurante, pues la cubeta de huevos doble A (30 unidades) prácticamente dobló su valor, de 7.500 pesos a 14.000 pesos. Lo mismo ha pasado con la paca de plátano, su precio pasó de 22.000 pesos a 52.000 pesos.
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El arroz es infaltable en el famoso ‘corrientazo’, pero ahora los restaurantes deben pagar más para seguir ofreciéndolo en el menú. Una arroba de arroz ahora cuesta 32.900 pesos, cuando antes se conseguía a 28.000 pesos. Además, principios que se ofrecen en el corrientazo, como el frijol, han subido su valor casi un 50 %; la libra ahora está a 4.100 pesos.
El ‘corrientazo’, aún más caro
Las diferentes medidas que han tomado los restaurantes se han quedado cortas ante los altos precios de los alimentos en el país, por eso, ni los ‘corrientazos’ y platos ejecutivos y a la carta se escaparon de un aumento.
Maribel Molano, dueña del restaurante La Casona, aseguró que las ventas han disminuido porque tuvo que aumentar los precios de los platos que ofrece. Por ejemplo, antes de la pandemia vendía un corrientazo a 7.500 pesos y ahora está en 8.000 pesos. El aumento en el ejecutivo ha sido mayor (46 %) ya que se sirve con papa a la francesa. Antes de que llegara la covid-19 se podía consumir en 15.000 pesos, luego pasó a costar 20.000 pesos y ahora cuesta 22.000 pesos.
“Los clientes se quejan, pero uno debe decirles que todo está caro, hay algunas personas que son conscientes. También hemos tenido que disminuir un poco las porciones de carne para no aumentar más el precio del plato y que los clientes no se vean tan afectados”, aseguró Maribel Molano.
Por su parte, Carlos Pinto, administrador del Restaurante ‘Donde Piere’s’, decidió subirle 1.000 pesos a sus platos. El ‘corrientazo’ pasó de costar 7.000 pesos a 8.000 pesos y el plato ejecutivo ahora cuesta 10.000 pesos.
¿Y los precios de las carnes?
Manuel Augusto Rivera, administrador de la distribuidora ‘Los Primos’, comenta que la libra de carne de res pasó de 10.000 pesos a 12.000 pesos. Esto ha llevado a que en los restaurantes, aunque siga siendo parte del menú, disminuya la cantidad que se sirve.
“Antes se daba una porción de 100 gramos o 120 gramos, ahora se sirve una de 90 gramos. Además, dejamos de ofrecer churrasco, porque está carísimo. Está a 15.000 pesos la libra”, aseguró Carlos Pinto, administrador del restaurante ‘Donde Piere’s’.
Además, debió aumentar el costo de los platos especiales en su restaurante, y ahora son 2.000 pesos más costosos. La mojarra tampoco se ha escapado del aumento de precios, pues pasó de 6.000 pesos a 7.000 pesos la libra, mientras que la libra de bagre ahora está en 13.000 pesos, cuando antes se compraba a 10.000 pesos.
En cuanto al lomo de cerdo, la libra ahora cuenta 11.000 pesos (antes estaba a 9.000 pesos) y la pechuga de pollo pasó de 5.500 pesos a 6.000 pesos. La libra de queso criollo antes se conseguía a 4.500 pesos, y ahora cuesta 8.000 pesos, mientras que la libra de queso doble crema pasó de costar 6.500 pesos a 9.000 pesos la libra.
Las frutas, incomparables
Las frutas tampoco se han salvado del aumento de precios. “Todo el mercado está carísimo. Todo es todo”, aseguró Maribel Molano, quien antes compraba paquetes de fruta a 1.000 pesos para el jugo, pero la misma cantidad ahora la consigue en 2.000 pesos.
Por su parte, Carlos Pinto asegura que frutas como la mora y el lulo duplicaron su costo por libra, mientras que la libra de guayaba o tomate de árbol ha subido entre un 50 % y 60 %. “Yo esperaba que este nuevo año bajara el precio de los alimentos, pero antes subieron”, afirmó.