El 9,34% de la población colombiana se autorreconoce como afro

Zulma, una mujer afrocolombiana originaria del Litoral Del Bajo San Juan, en el departamento del Chocó, se vio obligada a desplazarse a Cali, con su familia, debido al conflicto armado. Creció en una comunidad completamente afro, donde adquirió un profundo conocimiento de su cultura, tradiciones, gastronomía y medicina ancestral. Estos conocimientos la ayudaron a convertirse en una emprendedora y líder social destacada en la comunidad afro de Bogotá, a donde se mudó a los 21 años con su esposo.

En sus primeros años en Bogotá, vivieron en el sureste de la ciudad, en un barrio llamado Nueva Esperanza, en el Parque Entre Nubes. Aquí, Zulma se dio cuenta de la importancia de ayudar a los demás siempre que fuera posible. Esta experiencia la llevó a conectar con sus habilidades de liderazgo y a impulsar iniciativas de impacto social.

Motivada por su deseo de ayudar, Zulma se capacitó con el Bienestar Familiar y fundó su propia organización, ‘Senderos de Esperanza’. En esta organización, con la ayuda de patrocinadores, proporciona atención gratuita a los niños. Actualmente, Zulma y sus tres empleadas atienden a más de 80 niños, incluyendo afrodescendientes e hijos de migrantes, en ‘Senderos de Esperanza’ todos los días.

Con el paso del tiempo, la organización se fortaleció, pero el deseo de Zulma de emprender y contribuir a la comunidad nunca disminuyó. Conoció a Empropaz en 2019 gracias a una amiga y vio la oportunidad de construir su propio negocio para preservar sus raíces. Así nació ‘Angel’s Esthetic’, un salón de belleza familiar especializado en trenzas, un estilo de peinado que las personas afros han llevado con orgullo durante siglos.

Zulma está orgullosa de su salón de belleza, que se centra en temas afros para rescatar las raíces de sus ancestros. Ve este salón como una oportunidad para enseñar a las futuras generaciones sobre su herencia y ayudar a preservar su historia.

El 21 de mayo de cada año, se conmemora el Día de la Afrocolombianidad, en honor a la abolición de la esclavitud en Colombia en 1851. Este día destaca la identidad cultural y las contribuciones de la comunidad afrocolombiana, que representa el 9,34 % de la población total del país, según el último Censo Nacional de Población y Vivienda (CNPV) del DANE.

Sin embargo, esta comunidad enfrenta desafíos económicos significativos, con una tasa de pobreza multidimensional del 30,6 %, que supera en 11 puntos el promedio nacional. Estas dificultades económicas han llevado a muchos afrocolombianos a migrar a las ciudades principales en busca de mejores oportunidades y para escapar de la violencia en sus regiones de origen. De hecho, más de 2 millones de afrocolombianos han sido desplazados forzosamente debido al conflicto armado en Colombia, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.

Para abordar estos desafíos, Bancamía, una entidad de la Fundación Microfinanzas BBVA, en colaboración con USAID, la Corporación Mundial de la Mujer Colombia y la Corporación Mundial de la Mujer Medellín/De Mis Manos, ha estado trabajando con los afrocolombianos a través de la inclusión financiera y el apoyo empresarial.

Actualmente, el programa cuenta con 1.918 participantes que se identifican como afro, de los cuales 1.503 son mujeres y el 59 % son madres solteras. Gracias a Empropaz, se han creado más de 200 empresas por personas afros y se han fortalecido más de 570 microempresas. Como resultado, después de dos años o más, los negocios de los beneficiarios han experimentado un crecimiento interanual en ventas (65 %), utilidades (66 %) y activos (123 %).

Los datos del programa indican que el 12 % de los emprendedores afrocolombianos beneficiados han sido víctimas del conflicto, como es el caso de Zulma Manyoma, quien llegó a Bogotá hace 30 años con la esperanza de construir un futuro mejor para su familia, manteniendo vivas sus raíces y cultura.