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¿Cómo elegir la compañía de abogados correcta? Esto es lo que debe tener en cuenta
AGM Abogados ofrece asesoría integral y especializada en las diferentes áreas del derecho, asegurando un servicio completo, tanto a empresas nacionales y extranjeras como a entidades públicas en Colombia.
En medio de un mundo tan competitivo como es el de los abogados, en el que –según el Consejo Superior de la Judicatura– cada año se gradúan unos 14.000 profesionales, hay más de 300.000 registrados para ejercer esta profesión y existen un poco más de 600 bufetes dispuestos a ofrecer sus servicios, se hace imprescindible no errar a la hora de elegir la mejor firma que pueda llevar a feliz término, y de manera eficiente, cada asunto.
Un ejemplo es Abril Gómez Mejía Abogados Asociados (AGM), un bufete con casi diez años de experiencia asesorando empresas nacionales y extranjeras, así como entidades públicas, en la consolidación y el éxito de sus asuntos. “Contamos con un amplio número de profesionales capacitados para generar estrategias que se adapten a las necesidades de los clientes y brindar soluciones jurídicas acordes a cada necesidad; además de mantenernos en constante preparación en las diferentes prácticas legales, en relación con las áreas que atendemos”, dice Luis Abril, socio del área de derecho corporativo.
Servicios jurídicos de calidad
“AGM concentra sus servicios en las dos grandes ramas del derecho: el público y el privado. En la primera, asesora en asuntos como contratación pública y en la segunda, derecho corporativo y concursal, así como estructuración de inversiones; pero en medio de las dos dispusimos el área de litigios para ofrecer una atención completa e integral en esas materias. Esa sinergia entre las tres ramas permite que nuestros clientes se sientan protegidos y bien asesorados, porque nuestro objetivo es darles un acompañamiento transversal”, anota Omar Mejía, socio del área de derecho público de la firma.
Con todo esto, Abril Gómez Mejía Abogados Asociados se encarga de analizar los riesgos de los clientes como propios, con el fin de poder tomar decisiones jurídicas de rigor, que puedan prevenir riesgos o disminuyan las contingencias.
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