Especial Lideres Empresariales

Conozca el impacto de Smartfilms: El cine hecho con celular que está cambiando vidas

La actriz y empresaria Yesenia Valencia, CEO de Smartfilms, está convencida del poder del cine para transformar vidas. El festival de cine hecho con celular que lidera, único en el mundo, busca darle una voz a la juventud colombiana.

Redacción Semana
13 de diciembre de 2024
Yesenia Valencia, CEO de Smartfilms.
Yesenia Valencia, CEO de Smartfilms. | Foto: Cortesía Smartfilms

Desde que Smartfilms nació hace diez años no ha parado de reinventarse, casi como un reflejo de una de sus creadoras y actual líder, Yesenia Valencia. Hija de una enfermera y de un panadero durante la época más violenta de la comuna 13 en Medellín, Valencia no solo se ha dedicado a participar en grandes producciones. Es profesional en psicología social, con un MBA, y además una de las creadoras del primer festival de cine de celulares del mundo.

Este proyecto ha permitido que casi 150.000 jóvenes lleven sus historias a la pantalla grande. A muchos de ellos los ha acompañado a que adapten con éxito sus narrativas a grandes marcas y a sus propios emprendimientos.

¿De dónde surge la idea de crear Smartfilms?

YESENIA VALENCIA: Siempre quise generar un proyecto que pudiera impactar a los jóvenes y les permitiera salvarse. Yo nací en la comuna 13 de Medellín y debido a la violencia mi mamá me metió a estudiar danza y teatro desde los 7 años en la Escuela Popular de Arte (EPA) en Medellín. Quería que estuviera ocupada. Smartfilms une el arte con toda una estrategia social, emocional y aspiracional que les permite a los jóvenes democratizar el cine, tener voz, ser incluidos. El proyecto se lo inventó un exsocio, Juan Beltrán. Cogimos la idea, la potencializamos con mis socios y equipo, y la convertimos en el festival de cine más incluyente del mundo.

¿Cuáles han sido las historias que más la han conmovido?

Y.V.: Tenemos unos casos muy emblemáticos, como el de Juan Carlos Mazo, uno de los directores más importantes de este país, que me dirigió en Rigo y salió de Smartfilms; o el de Yeison García, que acaba de llegar de Guadalajara del Taller del chucho de la mano de Guillermo del Toro. Es un genio. O en Medellín se me acercan diciéndome: “Estaba atravesando una depresión terrible y ustedes me salvaron”. Una chica que ganó, lloraba y decía: “Smartfilms me cambió la vida”. Tuvimos un niño de 14 años que sufría de un bullying aterrador y se volvió el orgullo del colegio porque ganó un Smartfilms.

¿Por qué tener una categoría para mujeres?

Y.V.: De las personas que entraban a nuestra página a revisar términos y condiciones, el 80 por ciento eran mujeres; y el 20 por ciento, hombres. Pero cuando llegaban los cortometrajes, el 80 por ciento eran de hombres y el 20 por ciento de mujeres. Desde el Ministerio TIC propusieron hacer una categoría solo para mujeres y el año pasado cerramos con el 52 por ciento de participación femenina en SmartFilms. Fue la categoría más masiva de nuestro festival.

¿Qué significa toda esta revolución para usted como mujer?

Y.V.: Me siento muy orgullosa. Hay algo muy lindo y es que mis mejores clientas han sido mujeres. Casi en el 70 por ciento de los patrocinios, la decisión la han tomado mujeres. Nos conecta muchísimo el tema social. A la mujer en Colombia le importa cambiar vidas, reducir la brecha de género… Somos muy sensibles al proyecto, lo entendemos. Me demoro mucho tiempo convenciendo a los hombres.

¿Ha sido difícil convencer a la industria de que es posible hacer cine de calidad con celular?

Y.V.: Ha sido muy difícil. Yo me siento discriminada, rechazada, súper atacada. Llevo tres años detrás de la asociación nacional de festivales y no he podido entrar. Ha sido difícil, pero no con todos. Tuvimos un logro importante en el Ficci, donde tuvimos cortos grabados con celulares gracias al apoyo de Margarita Díaz, su directora. Eso nos llenó de motivación.

¿Qué hubiera pasado si cuando era joven hubiera podido aprovechar una oportunidad como la que ofrece Smartfilms?

Y.V.: Seguramente no hubiera migrado. La violencia me estaba cubriendo tanto que tuve que irme a Bogotá a los 17 años.

¿Tuvo miedo mientras vivió en la comuna 13?

Y.V.: Era la época más violenta de la comuna 13. Yo saqué a mis papás ocho días antes de la Operación Orión. Era muy difícil. Se veía abuso sexual, me mataron mis amigos, me mataron mi novio. Uno veía cómo sacaban vecinos de sus casas para matarlos. Pero yo tenía papá y mamá. Sin ellos yo no hubiera ido a la EPA, ni estudiado arte.

Por eso su vocación de abrir caminos a los jóvenes…

Y.V.: Es mi objetivo número uno, y por eso en Smartfilms trabajamos por encontrar a jóvenes imparables con el apoyo de diferentes aliados. Por ejemplo, en esta edición del 2024 en Medellín nos estuvo acompañando Coca-Cola en el marco de una alianza que impulsa el desarrollo de talentos locales y promueve la inclusión. Gracias a ello, este año se estrenaron 1.074 cortos hechos con celulares en salas de Procinal en Bogotá, y 101 cortos en Medellín.

¿Cuáles han sido las últimas innovaciones para seguir creciendo?

Y.V.: Cuando llegamos a los diez años, dijimos: ¿Qué hacer para subir de nivel? Y la respuesta fue: “Quiero que los jóvenes se vuelvan emprendedores”. Los capacitamos para que sean ellos los que lleven al comercio popular esa transformación digital. A los tenderos, a los peluqueros. Tenemos un caso en Bogotá de una señora con una clínica de maletas. Gracias a que sus hijos, a través de Smartfilms la llevaron a ese salto digital, hoy está exportando.

¿Cómo visualiza a Smartfilms en diez años?

Y.V.: Tengo ganas de que la Fundación Rockefeller me pare bolas o la de Bill Gates, que grandes fundaciones nos observen y podamos mostrarles el proyecto. Ya vimos que también es exitosísimo en México o Paraguay, porque los jóvenes lo aman y lo sienten como una oportunidad. Quiero encontrar un gran foto partner para llevar Smartfilms al planeta entero.