Mercado cambiario
Al inicio de la cuarta semana de enero, el dólar en Colombia se mantiene bordeando los $3.900
Pese a que había expectativa por un posible impacto negativo tras una desmejora en la calificación del país, los más recientes datos de crecimiento le dieron un impulso a la moneda local.
De esta manera, en los primeros 22 días de 2024, el peso colombiano muestra una tendencia devaluacionista, luego de haberse fortalecido 19 % en 2023. En lo que va del presente año, la tasa de cambio ha subido 2,1 %.
Un análisis del banco Itaú asegura que esta semana la moneda estadounidense se moverá al ritmo del dato de crecimiento del PIB del cuarto trimestre del país del Norte, el cual se conocerá el 25 de enero. Tras crecer 4,9 % en el tercer trimestre, el mercado cree que la economía estadounidense avanzó un 2% al cierre de 2023. Esta información será fundamental, pues incide en las probabilidades de recorte de las tasas de interés de la Reserva Federal, lo que es determinante en el precio del dólar a nivel global.
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En Itaú también consideran que, pese a que la agencia Standard & Poor’s cambió la perspectiva de la nota de Colombia de estable a negativo, no creen que sea un factor que afecte el precio del dólar en el país, pues los temores de la calificadora están relacionados con el bajo crecimiento de Colombia y, contrario a lo que muchos esperaban, el Índice de Seguimiento de la Economía (ISE), el cual sirve como predictor del PIB, registró un alza de 2,25 % en noviembre, lo que redujo los temores de una posible recesión en el país, pues indicaría que el cuatro trimestre pudo terminar mejor de lo esperado.
“Los datos de actividad en Colombia dieron soporte a la moneda local la semana pasada, la cual se mantiene por debajo de los 3.960 pesos por dólar”, reiteran en el banco, donde esperan que esta semana la divisa se mueva entre 3.880 y 4.000 pesos.
Expectativas devaluacionistas
FocusEconomics, firma que mensualmente sondea a analistas globales sobre sus perspectivas para diferentes economías, publicó un informe sobre el comportamiento de las monedas de América Latina, las cuales tuvieron un año desigual en 2023. Esto porque algunas, como el peso argentino y el bolívar venezolano, se desplomaron en medio de una hiperinflación y una elevada emisión de dinero, mientras que otras, como los pesos mexicano y colombiano, se fortalecieron significativamente. “Las previsiones de nuestros panelistas sugieren que 2024 mantendrá este patrón de extrema divergencia entre las monedas”, indica el documento.
Su expectativa se basa en el impacto que tendrá el movimiento de las tasas de interés de los bancos centrales de la región, las cuales caerían mucho más rápido que en Estados Unidos, reduciendo el diferencial de tasas de interés positivo que actualmente disfruta América Latina frente al país del Tío Sam. Como consecuencia, prácticamente todas las monedas latinoamericanas se depreciarían este año frente al dólar estadounidense. “Por ejemplo, nuestro Consenso es que la tasa de política monetaria del banco central mexicano caiga alrededor de 200 puntos básicos y cerca de 500 puntos básicos en el colombiano en 2024, en comparación con 100 puntos básicos de recortes por parte de la Reserva Federal”