CRIPTOMONEDAS
Almacenamiento en frío: la estrategia de una familia para cuidar sus altas inversiones en bitcóin
La familia Taihuttu compró una alta cifra de bitcoins cuando esta criptomoneda apenas se cotizaba en 900 dólares.
El bitcóin ha sido una de las criptomonedas de mayor alcance y reconocimiento en los últimos años. Su precio ha alcanzado máximos históricos en 2021 a raíz de las inversiones que el dueño de Tesla, Elon Musk, hizo en la criptomoneda y sus futuras intenciones de aceptarla como un medio oficial de pago.
Las historias alrededor de la criptomoneda también son muchas y entre esta se destaca la de la familia de Didi Taihuttu, que invirtió en el bitcóin en un momento en el que su cotización era baja (US$ 900) y cuando el boom de las criptomonedas apenas estaba siendo reconocido en diferentes países. Por estos días la moneda ronda los US$ 40.000.
Pero más allá de lo que ahora puede tener ahorrado e invertido en la criptomoneda, la familia Taihuttu resalta los enormes esfuerzos que ha realizado para guardar estas inversiones, cuidarla de hackers y evitar pérdidas económicas, debido a que es una moneda netamente digital, con pocas posibilidades de trazabilidad y que puede verse afectada por ladrones de fortunas criptográficas.
El ‘almacenamiento en frío’ es parte de la estrategia de esta familia para conservar su riqueza cosechada desde 2017. Esta técnica involucra mantener los bitcóines fuera de línea, es decir, completamente separados de cualquier acceso a internet, lo que reduce la amenaza de los hackers.
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Según el relato de la familia a CNBC, durante estos años ha “escondido las carteras de hardware en varios países para no tener que volar muy lejos si necesito acceder a mi billetera fría, para poder saltar fuera del mercado”.
La ‘familia bitcóin’ tiene dos escondites en Europa, otros dos en Asia, uno en Sudamérica y un sexto en Australia. Ninguno está enterrado bajo tierra y, sin entrar en mayor detalles, le dijeron a la cadena de comunicación que estas billeteras frías se pueden alojar en apartamentos de conocidos, casas de alquiler y sitios de autoalmacenamiento.
Este tipo de almacenamiento, que puede ser logrado de forma personal por los inversionistas de criptomonedas, también es brindado por compañías que son reconocidas en las transacciones por internet. Coinbase, PayPal, Trezor o Ledger están creciendo en este servicio de almacenamiento y cuidad de los criptoactivos.
Philip Gradwell, economista jefe de Chainalysis, una empresa de datos de blockchain, le dijo a la CNBC que “el almacenamiento en frío a menudo se refiere a las criptomonedas que se han movido a carteras cuyas claves privadas, las contraseñas, permiten sacar las criptomonedas de la billetera, no se almacenan en computadoras conectadas a internet, por lo que los piratas informáticos no pueden piratear la computadora y robar las claves privadas”.
La familia Taihuttu, sin especificar cuántos bitcoines tiene, asegura que parte de sus inversiones también están en “billeteras calientes”, es decir, de fácil acceso y conectadas a internet. Específicamente, el 26 % de sus inversiones está bajo este modelo y lo consideran un “capital de riesgo”.
El momento para estos familiares es perfecto, pues también tienen inversiones en ethereum y litecoin, cuyas cotizaciones han crecido un 83 % y un 61 % en las últimas semanas, respectivamente.
Pero el modelo de almacenamiento en frío tiene mucha más elaboración, requiere de mayor mantenimiento y en algunos casos, también de seguridad privada que vigile los lugares en donde estos valores se encuentran. “El almacenamiento en frío requiere muchos más permisos para acceder a él, ya sea en la bóveda de un banco o si está enterrado en las montañas de los Andes”, dijo Van Phu, ingeniero de software de Floating Point Group.
Este es el caso de Coinbase y Xapo, que tienen una bóveda enterrada dentro de un búnker militar en Suiza. Este territorio está desconectado de internet, custodiado por un equipo de seguridad en el lugar y, según el mismo banco digital Xapo, “vigilado en los cielos por satélite”.
Sin embargo, la familia Taihuttu dijo finalmente que este no es un modelo de su preferencia, pues guardar las inversiones de criptoactivos en un banco digital es centralizarse y estar al alcance de los estados, lo cual no sería conveniente al tratarse de una “fortuna”.