Wall Street
Bolsa de Nueva York acabó este martes con pérdidas tras un día de relativa calma
Esta jornada no tuvo mayores cambios en los diferentes indicadores de este mercado.
Wall Street bajó y cerró en rojo este martes —20 de junio— por segunda sesión consecutiva tras varias semanas positivas, pero sin inquietar a los inversores que se mantienen optimistas.
Al cierre de las operaciones para esta jornada, el índice industrial Dow Jones cayó 0,72 %, el Nasdaq, de valores tecnológicos, cedió 0,16 % y el S&P 500 perdió 0,47 %.
“Los mercados no pueden subir todos los días, no es sostenible”, dijo Steve Sosnick, de Interactive Brokers. “Hubo algunas tomas de beneficios. Es saludable”, acotó. El mercado bursátil neoyorquino se tomó con calma la caída, especialmente porque los índices se recuperaron hacia el final de la sesión.
Como muestra de la calma de Wall Street, el índice de volatilidad VIX se mantuvo cerca de su nivel más bajo en más de tres años, alcanzado el jueves pasado. La bolsa de Nueva York no operó el lunes, por haber sido festivo en Estados Unidos.
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El inicio de construcción de viviendas llegó en mayo a su nivel más alto en 13 meses, y las solicitudes de permisos de construcción, consideradas un indicador adelantado del mercado inmobiliario, subieron un 5,2 % en un mes, mientras que los economistas esperaban un statu quo.
Europa se resiente con los anuncios Chinos
Por otra parte, dando un vistazo a otros mercados, la mayoría de las bolsas europeas cerraron el martes en baja, decepcionadas por las medidas anunciadas por el banco central de China para estimular la actividad económica.
La Bolsa de París cayó 0,27 %, la de Fráncfort 0,55 %, la de Londres 0,25 % y la de Milán 0,64 %. La plaza de Madrid registró por su lado un alza marginal de 0,08 %.
La Comisión Europea, brazo ejecutivo de la Unión Europea (UE), propuso este martes reforzar las herramientas del bloque para defenderse de las amenazas a su seguridad económica, en particular aquellas debidas al poderío de China. El plan deberá ser definido con una “iniciativa futura” para controlar mejor las inversiones de las empresas europeas en países fuera del bloque.
“Debemos asegurarnos que los capitales de las empresas europeas, su conocimiento, sus investigaciones y capital intelectual no sean usados de manera abusiva por ciertos países ni en aplicaciones militares”, dijo la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen.
Por eso, añadió, la Comisión “trabaja para construir estos instrumentos, y los vamos a presentar antes de fin de año”. La Comisión también pretende hacer una evaluación del mecanismo de control de las inversiones extranjeras, que entró en vigor a fines de 2020, pero que ahora pasará a ser aplicado con más rigor.
El año pasado, ante la invasión de Rusia a Ucrania, el bloque se dio cuenta súbitamente de la magnitud de su dependencia de la energía rusa, y tuvo que ponerse en marcha a toda prisa para encontrar un cambio de rumbo. “Tenemos que ser más asertivos”, apuntó Von der Leyen en su conferencia de prensa.
¿Cuáles son los riesgos?
Uno de los riesgos más apremiantes identificados por la Comisión es la posible fuga de información confidencial sobre tecnologías avanzadas “que podrían mejorar las capacidades militares y de inteligencia de actores que pueden usar estas capacidades para amenazar la paz y la seguridad internacionales”.
Entre esas tecnologías se incluyen semiconductores avanzados e inteligencia artificial, entre otros. La Comisión y la propia Von der Leyen, sin embargo, evitaron presentar esta nueva estrategia como una respuesta a China.
No obstante, Von der Leyen dejó claro que la UE busca adoptar un enfoque hacia China que equilibre las preocupaciones sobre depender demasiado de China y la conveniencia de mantener lazos con la segunda mayor economía del mundo.
Se trata de un equilibrio delicado. A inicios de este año, la propia presidenta de la Comisión definió que la prioridad de la UE no era desvincularse de la economía China, sino eliminar los “riesgos” de esa relación.
Un diplomático de la UE dijo que Bruselas necesitaba avanzar con el “rearme de la economía del bloque”, y apuntó que era “asombroso” cuánta dependencia económica había de China.
“Debemos dejar de ser ingenuos y protegernos, debemos cambiar el campo de juego”, dijo el mismo diplomático. Pero también ha habido llamados a la cautela sobre cómo la UE enfrenta los riesgos.
*Con información de AFP.