GESTIÓN SOCIAL
¿Cómo invierten los privados en sostenibilidad?
A pesar de que el 57 por ciento de las empresas reportó una caída en sus ingresos, el 67 por ciento aumentó su inversión social privada.
La pandemia, además de traer innumerables consecuencias negativas tanto para la economía como para la salud pública, despertó la solidaridad entre las personas, y el sector privado fue un ejemplo de ello.
Por lo general, cuando disminuyen los ingresos de una empresa se recortan los gastos. Pero en 2020 la inversión social de las compañías no fue vista como un gasto, sino como una oportunidad de aportar. Así lo reveló el Índice de Inversión Social Privada (IISP) de Jaime Arteaga & Asociados, pues, a pesar de que las firmas en Colombia registraron una contracción del 15 por ciento en sus ingresos, aumentaron su inversión social privada en 24 por ciento, comparado con 2019.
En el país, el 72 por ciento de las empresas reportaron el desempeño de la inversión privada mediante metodologías como el Global Reporting Initiative (GRI), los principios del Pacto Global, ISO 26000, entre otras, mientras que el 85 por ciento tienen un reporte de sostenibilidad anual.
Además, el 90 por ciento de las compañías dicen que aplican los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, una cifra que ha crecido a lo largo de los años, pues muchas lo han adoptado como un código para la ejecución de sus inversiones.
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Un ejemplo de esto es la farmacéutica Pfizer, que prioriza cinco objetivos de la Agenda 2030. El ODS 3, que se refiere a la salud y el bienestar, lo orienta a la investigación clínica; a las campañas de sensibilización y concientización sobre diferentes patologías, programas y servicios para pacientes; a actividades con asociaciones de pacientes e iniciativas digitales para la divulgación de contenidos para profesionales de la salud.
La igualdad de género (ODS 5) ha comprendido una estrategia y un comité de diversidad e inclusión, lo que ha permitido que la planta de la farmacéutica sea mayoritariamente femenina (61 por ciento) y que el 82 por ciento de los altos cargos sean liderados por mujeres.
Industria, innovación e infraestructura, ciudades y comunidades sostenibles y producción y consumo responsables son los otros tres ODS con los que se rige la compañía.
Ana Dolores Román, gerente general de Pfizer en Colombia, explica que la sostenibilidad no puede ser vista como “un elemento accesorio o aislado, sino que forma parte de la estructura y razón de ser de nuestra compañía, en un nivel de importancia equivalente a nuestro desempeño financiero”.
El 57 por ciento de las firmas que evaluaron el índice reportaron una caída en sus ingresos; entretanto, el 67 por ciento de las compañías consultadas aumentaron su inversión social privada. Los municipios PDET vieron un incremento del 196 por ciento de esta inversión en 2020.
La inversión en acciones sociales que llevaron a cabo las empresas de manera voluntaria en 2019 sumó 1,3 billones de pesos, y para 2020 esta cifra tuvo un crecimiento importante, hasta llegar a 2,8 billones de pesos.
El 86 por ciento de las empresas señalaron que tuvieron que redefinir sus inversiones sociales como consecuencia de la pandemia. De hecho, el 41 por ciento se destinó para atender la emergencia en un momento en el que los ingresos se habían caído: 21 por ciento para apoyar y dar respuesta a las necesidades relacionadas con la salud y la crisis sanitaria, y 20 por ciento en aporte de alimentos y otros productos de primera necesidad para las poblaciones.
Davivienda destinó la mayoría de sus inversiones sociales en donaciones para las comunidades afectadas por la covid-19, la atención de la salud, el medioambiente, y en arte y cultura. El monto de sus inversiones fue por el orden de los 92.000 millones de pesos, y logró impactar a más de 1,2 millones de personas, principalmente a población vulnerable: personas en situación de pobreza, niños y jóvenes.
“Nuestros objetivos se centraron en mejorar la red para que en el ámbito nacional se tuviera una mejor cobertura y, de esta manera, las personas pudieran estar conectadas desde sus hogares”, dice Natalia Guerra, directora de Asuntos Públicos y Regulatorios en Telefónica Colombia. La compañía cerró 2020 con 33 municipios pasados por fibra óptica y contribuyó con equipos tecnológicos para que las comunidades tuvieran facilidad de acceso a la red, así como educación y empleabilidad digital.
El 35 por ciento de la inversión social privada proviene del sector financiero, 27 por ciento del minero-energético, 13 por ciento del agroindustrial, alimentos y bebidas, y otro 13 por ciento del sector salud. En total, 389.000 ciudadanos se beneficiaron con estas inversiones el año pasado.
En Colombia, la inversión en medioambiente en 2020 sumó 1,8 billones de pesos, de los cuales 245.268 millones de pesos correspondieron a inversión voluntaria; 1,3 billones, a inversión obligatoria, y los 210.966 millones restantes, a compensaciones. En 2019, la inversión para medioambiente fue de 1,3 billones de pesos: 207.368 millones en inversión voluntaria, 976.807 millones en inversión obligatoria y 114.420 millones en compensaciones.
Las apuestas que hace PepsiCo para impactar a la población están dirigidas al agro y a la contribución al medioambiente, a partir de la implementación de prácticas agrícolas sostenibles. “Creemos que existe la oportunidad de cambiar la forma en la que el mundo produce, distribuye, consume y desecha alimentos y bebidas”, destaca Gustavo Salas, gerente general de PepsiCo Colombia.
A la fecha, la compañía es el principal comprador de papa y plátano industrial del país, con 80.000 y 24.000 toneladas, respectivamente. Así mismo, estas dos materias primas son ciento por ciento de origen local. PepsiCo puso en marcha el programa Agricultura Positiva, que busca abastecer a la empresa de cultivos e ingredientes de tal manera que puedan acelerar la agricultura regenerativa y fortalecer las comunidades agrícolas en las que operan. Con los esfuerzos que hará la compañía en esta materia, estiman reducir al menos 3 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero para finales de 2030.
Para este informe, el 71 por ciento de las empresas afirmaron que cuentan con herramientas para evaluar el impacto alcanzado por los proyectos sociales implementados. Esta cifra ha venido en un aumento sostenido desde 2017, cuando era del 37 por ciento. Los sectores que menos utilizan métodos para evaluar su inversión social privada son el industrial y el de servicios, con un uso del 50 y 57 por ciento, cada uno.
El ramo de tecnología y comunicación hace uso de estas herramientas en un ciento por ciento, le siguen construcción y financiero con 83 y 80 por ciento, respectivamente. Un gran avance.