Inversionistas
Criptomonedas: cinco términos claves para todo aquel que comienza
Conocerlos ayuda a evitar confusiones y permite protegerse de los cibercriminales.
El mundo de las criptodivisas sigue ganando terreno conforme pasa el tiempo y los avances de la tecnología permiten que más personas puedan acceder a herramientas del sistema financiero que anteriormente eran impensables para muchos. Esta fue una de esas cosas que llegó para quedarse y ha obligado a que la gente se prepare.
Recientemente, el mundo ha tenido que enfrentarse a un fenómeno muy particular: la entrada de la virtualidad al mundo de los negocios y la creación de productos como las criptomonedas, los NFT y el mercado de valores de lo intangible. Para nadie es un secreto que la adopción y el uso de las criptomonedas viene en aumento en Latinoamérica y ya el debate se está trasladando al terreno de la reglamentación, por encima de la prohibición
El universo de las criptomonedas ha provocado la aparición de términos tecnológicos complejos. Si bien en el mercado existen productos que nacen muy rápido y desaparecen con la misma velocidad, hay otros que llegan para quedarse y cambian drásticamente la forma en la que hasta ese momento se venían haciendo las cosas. Esta es una explicación de las más importantes.
“Cadena de bloques” o “Blockchain”
“Se trata de un registro compartido por millones de ordenadores conectados donde se inscriben y archivan las transacciones de dos partes de manera verificable, permanente y anónima, sin necesidad de intermediarios”, explica la Fundación del Español Urgente.
Según los defensores de esta tecnología, la cadena de bloques es un protocolo totalmente transparente, infalsificable e indestructible. Su aparición es motivo de leyenda en el mundo de los apasionados del universo cripto. La primera “cadena de bloques”, el bitcóin, fue creada en 2009, tras la gran crisis financiera.
Su creador oficial es Satoshi Nakamoto, cuya identidad real es desconocida. Algunos expertos creen que bajo ese nombre se oculta un grupo de ingenieros informáticos, otros creen que es una sola persona. Cada vez que se produce una operación en la “cadena de bloques” (por ejemplo, la venta de una imagen digital), esa maniobra queda registrada en la cadena, a la vista de todos los participantes.
En una plataforma de compraventa de arte digital, por ejemplo, los artistas y clientes pueden “ver” quién creó la obra, el precio de partida y todas las transacciones. Después de bitcóin fueron surgiendo otras “cadenas de bloques” como Ethereum, Solana o Tezos.
NFT o “token no fungible”
Acrónimo en inglés de “Non-Fungible Token”, el NFT es “una unidad de valor que, en el campo de la cadena de bloques, sirve para lo que establezca la persona u organización que lo ha diseñado o desarrollado” según la Fundación del Español Urgente.
Esa ficha o token es “no fungible” es decir que no se puede sustituir. El NFT es básicamente una prueba de autenticidad de un objeto digital, aunque también hay tókenes ligados a obras materiales -por ejemplo un cuadro. Un objeto digital puede ser copiado o transferido infinidad de veces, por ejemplo, una imagen animada (gif) de un teléfono móvil a otro. Cuando el creador de ese objeto quiere demostrar su autoría, lo registra en la “cadena de bloques” con el NFT.
Los detractores de los NFT señalan los innumerables fraudes (imágenes registradas sin autorización por otras personas), además de la especulación desenfrenada que rodea algunas de esas creaciones, como por ejemplo los “Cryptopunks” o los “Bored Appes”, series de “cromos” o viñetas como las que existían en papel décadas atrás, y que se coleccionan a cambio de miles de dólares.
“Contrato inteligente” o “Smart contract”
Los “contratos inteligentes” son los programas informáticos irrevocables, inscritos en la “cadena de bloques”, que ejecutan un conjunto de instrucciones predefinidas.
En el caso de los NFT, esas reglas pueden por ejemplo limitar el número de ejemplares a la venta de una obra, u organizar un sistema de derechos de autor que permite que cada vez que el contrato cambie de manos, el autor perciba una comisión por la transacción.
“Prueba de trabajo” o “Proof of Work”
Para validar sus transacciones, los actores de la red deben probar su legitimidad mediante un protocolo preciso. Uno de esos protocolos es la “prueba de trabajo” (“Proof of Work” o PoW).
Ese protocolo, creado para el bitcóin, consiste en pedir al ordenador de la persona que pide una validación que resuelva un complejo problema matemático que necesita una enorme potencial de cálculo, lo que a su vez implica un gran consumo de energía. El primero en resolver el problema es recompensado con bitcoins, y los otros participantes pueden así verificar su legitimidad.
“Prueba de participación o ”Proof of Stake”
Para limitar el consumo energético de Ethereum, su creador, Vitalik Buterin, así como la mayoría de sus usuarios, quieren que el método de validación de transacciones sea más moderno, es la “prueba de participación” o “Proof of Stake” (PoS).
La participación en la red ya no está en manos de ordenadores con enorme capacidad de cálculo, sino que se basa en la aportación voluntaria de parte del capital de cada uno.
En otras palabras, cuánto más capital se aporte mediante el ordenador, como fondo de garantía, más probabilidades hay de que participe en la validación de las operaciones de la “cadena de bloques”.
*Con información de AFP.