Divisas
Dólar en Colombia sigue cayendo y este martes cerró en $ 4.811,50
Esta divisa está cada vez más cerca de cerrar en la barrera de los 4.700 pesos.
El precio del dólar en Colombia no logra revertir la tendencia a la baja que trae desde hace varias jornadas y este martes —29 de noviembre— volvió a cerrar con un fuerte desplome en su cotización, que lo acercó mucho más a la barrera de los 4.700 pesos.
La calma que reina por estos días entre los inversionistas ha sido fundamental para que esto se dé y el peso colombiano pueda aprovechar para cortarle todo el camino que cedió durante el mes de noviembre, cuando el temor a una recesión se hizo sentir.
De acuerdo con la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), la moneda oficial de los Estados Unidos cerró operaciones con un precio último de 4.811 pesos con 50 centavos, retrocediendo 17 pesos frente al valor final del pasado lunes, cuando quedó en 4.828. Con este ya son dos días seguidos esta semana con una caída en su cotización y se suma a la tendencia de la semana pasada, que mayoritariamente fue negativa.
Así mismo, a lo largo del día manejó un valor promedio de 4.809 pesos con 44 centavos, el cual también se sitúa por debajo de la Tasa Representativa del Mercado (TRM) fijada para hoy por la Superintendencia Financiera en 4.840 pesos con 60 centavos. Por ahora, el país se mantendrá en una TRM de 4.800 para mañana miércoles 30 de noviembre, mientras que los analistas no descartan que siga bajando.
De acuerdo con los expertos, esta caída en el precio del billete estadounidense se debe principalmente al poco apetito por activos refugio que hay en el mercado mundial.
Ya los últimos mensajes que llegaron desde la Reserva Federal (Fed o banco central) en Estados Unidos fueron de calma, en medio de su lucha contra la inflación en ese país. Sin embargo, se mantiene la expectativa frente a lo que pase con China y la covid-19.
En otros valores, llama la atención que sobre las 8:10 de la mañana cayó en Colombia a mínimos de 4.791 pesos, tocando nuevamente la barrera de los 4.700, luego de casi un mes en máximos históricos, que lo llevaron incluso a quedar en ese entonces en 5.133 pesos.
El punto más alto alcanzado en esta sesión no fue de apenas 4.825 pesos, levemente por encima del registro de apertura que se tenía para hoy.
“Los mercados mantienen el optimismo en términos de dólar, la región está fortalecida y con mucho dinamismo; vemos un petróleo que viene en subida; algunos traders están especulando sobre nuevos recortes por parte de la Opep, que podrían ser alrededor de dos millones de barriles al día y gracias a esto podemos decir que los futuros del petróleo están arriba. Sin embargo, tenemos la presión de estar por debajo de los 80 dólares por barril y esto pone muy nervioso al mercado”, dijo Juan Eduardo Nates, analista de Credicorp Capital.
No obstante, ayer lunes, 28 de noviembre, se dio una noticia que de inmediato encendió las alarmas entre los inversionistas, luego de que Jhon Williams, presidente de la FED en Nueva York, no quisiera dar luces sobre qué tan pronto empezarán a bajar las tasas de interés en Estados Unidos, ni sobre hasta que punto se podrían elevar estas referencias en medio de su lucha contra la inflación. Esto generó preocupación sobre algunos economistas, puesto que nuevamente se deja el futuro en un terreno incierto.
La expectativa en este momento se centra principalmente en los resultados de desempleo que se darán a conocer el próximo viernes en el gigante norteamericano, dato que será clave para medir si el mercado en este país se está desacelerando como muchos analistas esperan o si, por el contrario, la Fed deberá endurecer su lucha contra la inflación, lo que pondría a muchos a pensar en nuevas subidas agresivas para las tasas.
Por otra parte, analizando lo que está pasando en el contexto local, hay que tener presente que comenzarán en firme las negociaciones del salario mínimo y se espera que tanto centrales obreras, como los empresarios, destapen sus cartas respecto a lo que debería ser el incremento de este ítem para 2023, en medio de un año que estará marcado por una inflación elevada y la posibilidad de crisis económica en varios países potencias.