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Fuertes desplomes en Bolsa de Valores de Colombia llevaron las acciones a niveles vistos en la pandemia, esta es la alerta de JP Morgan
La jornada del martes cerró con profundas caídas en los mercados. El índice de la BVC podría reclasificarse y dejar al país fuera de los mercados emergentes, pasando a lo que la institución financiera llama mercados de frontera, ¿Qué podría pasar con el capital y la inversión?
La jornada bursátil del martes 5 de septiembre cerró con cifras que prendieron las alarmas en los mercados. Y es que la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) vivió un día con fuertes desplomes, donde la mayoría de los índices mostraron caídas preocupantes.
Para empezar, Coleqty, que abarca un amplio espectro de acciones, cerró en 728,42 puntos, marcando una disminución notable del 2,24 %. Por su parte, el Colir, que se enfoca en el rendimiento de las empresas más influyentes en la bolsa, se situó en 682,08 puntos, evidenciando una caída del 2,21 %.
El índice MSCI Colcap, que sigue el desempeño de las compañías más grandes y líquidas de la Bolsa de Valores de Colombia, cerró en 1.051,18 puntos, experimentando una caída significativa del 2,45 %. Lo llamativo de esta cifra es que configura un nuevo mínimo en lo corrido del 2023, solo comparable con los puntos registrados en mayo de 2020, durante la pandemia.
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De hecho, el 15 de mayo de 2020, el Colcap cerró en 1.052,23 puntos (el más bajo para ese momento). Luego, se mantuvo relativamente estable hasta comenzar una recuperación progresiva.
Mientras tanto, el Colsc, que abarca a las empresas del sector de la construcción, finalizó la jornada del martes 5 de septiembre en 750,95 puntos, lo que representa una disminución del 1,63 %.
En medio de este panorama de caídas generalizadas, Ecopetrol se destacó como una excepción positiva en la BVC. La compañía petrolera cerró con un rendimiento positivo del 1,94 %, alcanzando un precio de 2.416,00 pesos por acción, logrando un resultado que es especialmente relevante considerando el contexto de volatilidad en los precios del petróleo a nivel internacional.
Vale mencionar que la jornada de caídas en la BVC se dio tras conocerse un informe publicado por JP Morgan. En el documento, la firma expone que el mercado accionario colombiano podría ser excluido del índice MSCI de mercados emergentes y reclasificado como mercado frontera.
“No vemos grandes impulsores positivos para las acciones colombianas: un escenario macro poco atractivo y un panorama político incierto nos mantienen al margen”, dice el informe.
“Es principalmente en las valoraciones donde Colombia se destaca, ya que los múltiplos están extremadamente descontados, pero eso viene acompañado de un pobre top down y ganancias débiles”, anota.
En ese orden de ideas, de acuerdo con JP Morgan, el MSCI podría reclasificar a Colombia y dejar al país fuera de los mercados emergentes, traduciéndose en salidas de capital y menor visibilidad. Esto significa que esta nación podría pasar de mercado emergente a otro conocido como de frontera, lo que dejaría a la Bolsa colombiana por fuera del panorama de muchos fondos de inversión que, por sus propias reglas, tienen restringido invertir en estos mercados de frontera.
¿Qué influenció los desplomen en la BVC?
El panorama en la BVC para esta oportunidad estuvo influenciada por factores globales que generaron tensión en los mercados financieros. Uno de estos factores clave fue la evolución de los precios del petróleo, que cerraron en su nivel más alto en más de nueve meses. Esta subida fue impulsada por los anuncios de Rusia y Arabia Saudita sobre la prolongación de los recortes de producción petrolera.
En Londres, el precio del barril de Brent para entrega en noviembre aumentó un 1,16 % a 90,04 dólares, mientras que el barril de West Texas Intermediate (WTI) para octubre ganó un 1,26 % a 86,69 dólares en Nueva York. Estos precios elevados del petróleo impactaron positivamente en Ecopetrol, una de las principales empresas petroleras de Colombia.
De acuerdo con los expertos, estas caídas en la BVC se atribuyen a una combinación de factores como la incertidumbre económica mundial, el aumento de las tasas de interés y la deuda pública elevada en relación con el Producto Interno Bruto (PIB) de los países de la región contribuyen a crear un entorno desafiante para los inversionistas.
