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Hay dos maneras de invertir en bienes raíces: con el corazón y con la mente; ¿cuál es la mejor?

Como un mecanismo de crecimiento a largo plazo, las inversiones en bienes raíces parecen estar tomando un lugar relevante en los planes a futuro de muchos.

16 de diciembre de 2022
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Crisis financiera mundial. (Imagen de referencia). | Foto: Getty Images/iStockphoto

Pese a las circunstancias económicas, a nivel de Colombia y del mundo, como mucho se dice: una ventana se cierra, pero otra se abre.

Este pareció ser el adagio que cobró fuerza este año que casi termina en el país a raíz de las elecciones presidenciales. Por meses, se escuchó decir que muchos pensaron en “sacar su dinero”, otros en “diversificar sus inversiones”, tantos más en “pensar en abrir portafolios” desde una edad temprana .

Y con la crisis mundial, ataviada de conflictos, desastres naturales y presiones económicas, numerosas personas también se hicieron la misma pregunta: ¿qué hacer con el dinero ‘sobrante’?, ¿sacarlo de los bancos y guardarlo ‘bajo el colchón’?, ¿cambiar su lugar de depósito?, ¿convertirlo en oportunidades de negocio o inversión?, ¿dónde?

Con tantas inquietudes, un escenario proliferó entre la gente, los medios y los negocios, el de uno de los mercados que parece ser de los más estables en el mundo, pese a que también tiene sus épocas de vacas flacas: los bienes raíces. Y Estados Unidos se ve como el lugar de su apogeo para colombianos.

De acuerdo con la Asociación de Agentes Inmobiliarios de Miami (Miami Realtors), los colombianos son los extranjeros que más buscan vivienda en Estados Unidos, principalmente en Miami. Según un reporte de la empresa, Colombia ocupa el top ranking de búsquedas con un 11,77 %, desde la capital del país y de Medellín, seguido de Argentina en un 6,85 % y Rusia con un 6,69 % de búsquedas.

El estado de Florida suena con fuerza. Pero en un país de más de 331 millones de habitantes, según el Banco Mundial a 2021, las opciones son numerosas. Ohio es una.

Para Alejandra Alvarado, una venezolana cuya vida dio un vuelco total cuando sus padres decidieron migrar ante la situación del país sudamericano cuando aún era pequeña, ese estado ofrece cuatro aspectos diferenciadores de otros mercados, como el de Florida, por ejemplo: calidad de vida, crecimiento, estabilidad y precios competitivos.

Cofundadora de Kamehameha Realty, empresa dedicada a la solución de bienes raíces enfocada en la compra y venta de propiedades en Dayton y Columbus (Ohio), Alvarado ha vivido —aparte de en Venezuela— en al menos dos países y varios estados de EE. UU., lo que le ha permitido consolidar una visión del mercado de las propiedades.

En Suecia, donde estudió; en Honolulu (Hawái, EE. UU.), donde se graduó en Administración de empresas; en San Francisco (California), donde hizo un máster en Administración de empresas enfocada en finanzas; en Miami (Florida), donde decidió establecerse y emprender su negocio de bienes raíces, y en Ohio, donde reside actualmente junto a su familia y en donde se encuentra su empresa.

Ese recorrido le permite afirmar hoy que Ohio ofrece una excelente calidad de vida, que el crecimiento económico del estado ofrece estabilidad financiera porque hay empleo creciente, igual que mercados menos propensos a la volatilidad y las crisis, y un clima que —aunque no parezca, pues es frío— sí brinda una seguridad: desastres naturales como los huracanes, que golpean el sur de los Estados Unidos, allá no pegan y las propiedades no están sujetas a las consecuencias que ellos traen.

“Si bien Miami es una de las ciudades predilectas, no hay que dejar de lado algunos factores determinantes, como los riesgos que su ubicación geográfica traen consigo: los huracanes pueden poner en riesgo no solo los inmuebles, sino la vida de sus ocupantes”, explica Alvarado.

Alvarado dice también que Columbus, la capital de Ohio, está en pleno crecimiento y es reconocida como centro de tecnología. Una de las más grandes instalaciones de Intel, con un plan de inversión de veinte mil millones de dólares y de creación de veinte mil empleos, tendrá lugar en 405 hectáreas de New Albany. La mayor inversión de un privado en Ohio, dijo a principios de este 2022 el gobernador de ese estado, Mike DeWine.

“Columbus ha despertado el interés de grandes corporaciones como Intel, Victoria’s Secret y muchas empresas que forman parte de la lista de Fortune 500, logrando aumentar la tasa media de empleo anual a más del 2 %”, asevera.

Además, de Ohio, en varios escalafones, algunas de sus ciudades han entrado en los top de las mejores para vivir de los Estados Unidos. En ese país, factores como el vecindario, las escuelas, el índice de crimen, el mercado de trabajo, los entornos, los servicios públicos, el desarrollo a futuro y la disponibilidad de inmuebles inciden en los listados de dónde prefieren vivir sus ciudadanos.

“Actualmente, Columbus ocupa el puesto 11 entre las ciudades globales en desarrollos de smart cities y representa la número dos dentro de EE. UU. Es una ciudad que se mantiene en constante desarrollo laboral y crecimiento económico, ofreciendo calidad de vida y precios asequibles en el mercado inmobiliario a sus habitantes”, argumenta.

Para la experta en bienes raíces, esos factores hacen del estado un buen lugar para invertir. En el caso de sus clientes colombianos, que pueden entrar con una inversión desde 15.000 dólares, ven en ese campo un “mecanismo para crecer”, una decisión —eso sí— que debe tomarse con sus respectivas prevenciones.

Hay al menos dos iniciales. La primera es que es crucial delimitar suficientemente el mercado donde se quiere llevar el dinero: “La sectorización y delimitación del territorio de Estados Unidos es importante dada su magnitud. Es mejor centrarse para entender bien el mercado”.

“Es importante evaluar las ciudades en las que se va a invertir para entender su contexto y su oportunidad en el país”, añade.

La segunda es que se debe tener claro que hay dos maneras de invertir: con el corazón y con la mente. Hacerlo con el corazón es acudir a la “satisfacción personal”, hacerlo con la mente es pensar en el negocio. Para ella, este último es el criterio decisivo, que se verá reflejado en los rendimientos:

“Este es uno de los mejores momentos para invertir, pero en bienes raíces, ya que las propiedades inmobiliarias no son afectadas por la inflación porque los precios de los alquileres aumentan progresivamente, lo que no hará que tengan pérdidas. De igual forma, con el alza de los intereses, los habitantes de Estados Unidos no tienen las mismas oportunidades para comprar sus hogares, por lo que se ven obligados a alquilar, abriendo las puertas para los inversionistas de todas partes del mundo para que inviertan y generen ingresos en dólares sin salir del país donde se encuentren”.

Pasada esta etapa, según Alvarado, es hora de entender por qué invertir en bienes raíces es una de esas opciones para quienes han pensado o piensan en fortalecer sus finanzas: los bienes raíces ofrecen, por lo general, un flujo de caja constante, con saldos positivos; permiten diversificar los ingresos; dan seguridad en el largo plazo, y protegen contra la inflación.

En el caso específico de Ohio, habría otras ventajas competitivas: a diferencia de otros mercados internos, en ese estado no hay una regulación de precios de alquiler como sucede en Nueva York, y la demanda no es de tipo AirBnb, por lo cual ni los líos legales o de reserva ciudadana, ni los altos precios que pueden ser un impedimento para invertir, son motivo de preocupación.

Y es que invertir en Estados Unidos sí implica un hecho: del peso colombiano al dólar estadounidense, que con un panorama como el actual en el país (inflación, proyección de crecimiento económico en 2023 y el fantasma de la recesión) es un factor clave.

Además, la legislación del país del norte permite que los extranjeros accedan a crédito hipotecario sin ser residentes ni ciudadanos, y sin que su inversión los convierta necesariamente en residentes fiscales. Y el inversor puede actuar bajo una figura llamada LLC, similar a la SAS colombiana.

Sin embargo, alrededor de todo esto sí hay un tema: el miedo. A invertir en un país que no es el propio, a dejar el dinero en manos de una compañía con sede en el extranjero, a exponerse al riesgo de una crisis.

Sobre lo primero, Alvarado comenta: “Si va a contratar un agente de inversiones inmobiliarias, asegúrese de que esté regido por la Securities and Exchange Commission (SEC)”.

Sobre lo segundo, de alguna manera, los anteriores son “monstruos financieros”. Y Alejandra Alvarado los conoce muy bien. Reconoce que es un asunto difícil de abordar y que depende del potencial inversor quedarse con productos “más cercanos” u optar por otros.

Es una perspectiva que comparte con Tyba, plataforma de inversión y educación financiera, para la que hay que aprender a manejar esos miedos, entendiéndolos, si se busca entrar en este mundo. Según esa organización, son tres los “monstruos financieros”:

Volatilidad: la incertidumbre global y local lleva a cambiar los precios de los activos financieros, puede que bruscamente, desestabilizando mercados y haciendo que no haya una tendencia clara. “En la mayoría de los inversionistas, esto genera una falta de claridad de pensamiento y una necesidad irracional de retirar su dinero de la inversión”, dicen desde la empresa.

Recomienda “guardar la calma”. Porque lo importante es “mantener la estrategia de inversión planteada a largo plazo y ser constante. Cuando bajan los precios de los activos, esto significa que están más baratos, por lo tanto, si la capacidad del inversionista lo permite, podría ser un momento oportuno para ampliar el portafolio de inversión o la exposición a ciertos activos”.

Inflación: afecta las inversiones y las finanzas personales, pues quita poder de compra, haciendo que cada día el dinero valga menos y sea más difícil hacerlo rendir. Las presiones alcistas sobre los precios de los bienes y servicios siguen en el país, por ejemplo. Por ello, según la plataforma, “lo mejor es empezar a invertir más pronto que tarde, para que el tiempo y el interés compuesto sean los aliados clave para potenciar las futuras rentabilidades de las inversiones”.

Riesgo: el desconocimiento sobre el futuro económico global, local y de los mercados financieros genera incertidumbre. Este “tercer monstruo” juega con las emociones de los inversionistas, promoviendo la intranquilidad. Combatirlo es posible, diversificando “el portafolio y teniendo diferentes tipos de activos, así como exposición a diferentes regiones, países y temáticas, lo cual ayudará a gestionar y mitigar los riesgos asociados a las inversiones”.

Así las cosas, pareciera que el miedo se reduce cuando se es consciente de la existencia del riesgo. Las cartas están sobre la mesa. Ahorrar, tener unas finanzas personales sanas y diferentes tipos de inversión son algunos de los consejos que los expertos entregan a la hora de prepararse para un escenario de recesión.