INFRAESTRUCTURA
Inversión colombiana en infraestructura de transporte ha sido históricamente baja, según investigadores
Los expertos sostienen que uno de los rubros en los que más ha caído la inversión pública es en carreteras.
Investigadores del Banco de la República publicaron un documento en el cual sostienen que la inversión de Colombia en infraestructura pública de transporte ha sido históricamente baja, lo cual ha impedido que varias zonas del país se desarrollen de manera adecuada.
“En Colombia la inversión en infraestructura de transporte ha sido históricamente baja, y el reciente aumento de la inversión privada no ha compensado la caída de la inversión pública en el sector, en particular en carreteras”, dice el documento.
Los expertos añaden que la infraestructura de transporte en el país no funciona como una red integrada, lo cual dificulta la conectividad y eficiencia de la Nación.
“La infraestructura de transporte no funciona como una red integrada: está compuesta de tramos separados, desarticulados, y las conexiones intermodales están altamente subdesarrolladas. Las grandes troncales no se han terminado, y se presentan atrasos en la construcción de dobles calzadas”, dicen los expertos.
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Además, los investigadores encontraron que hay fallas institucionales en la planeación y regulación, lo cual dificulta el desarrollo de las obras en el territorio nacional.
“Estos factores han llevado a que la infraestructura de transporte en Colombia se encuentre rezagada en el contexto internacional y a que se presenten importantes diferencias en su dotación regional. Así, la contribución de la infraestructura al crecimiento económico ha sido cada vez menor, y constituye todavía una barrera tanto para el comercio externo como interno”, dice el texto.
Y es que según la investigación, un incremento en la calidad de la infraestructura puede hacer que este sea más eficiente, reducir costos de transporte, e incrementar el crecimiento económico.
“En cuanto a la inversión regional en infraestructura, observamos que aquellas regiones menos desarrolladas han presentado menores inversiones, lo cual se debe a su baja capacidad de generación de recursos. Una mayor inversión en infraestructura de transporte en estas regiones contribuiría a mejorar sus perspectivas económicas de largo plazo. Por otro lado, al estimar los efectos multiplicadores de corto plazo para el sector de la infraestructura sobre el empleo, el valor agregado y la producción, encontramos que dichos efectos presentan importantes variaciones regionales, por lo que la efectividad de las políticas puede cambiar de acuerdo con la región donde se realicen”, dice el documento.
Falta de recursos
Uno de los principales hallazgos del documento es que hay una falta de inversión pública en la infraestructura de transporte de todo el país, derivada no solo de una falta de recursos estructural sino también de una inflexibilidad del gasto.
“Existe un sesgo en el largo plazo contra la inversión pública en infraestructura de transporte y un comportamiento procíclico de la misma. Esto impide que la inversión gubernamental gane y sostenga su importancia en el tiempo, convirtiéndola en una variable inestable, cuyos montos aumentan en períodos de auge económico, y se ven recortados en períodos de bajo crecimiento”, dice el análisis.
Los expertos consideran que es indispensable que el Gobierno pueda ampliar las fuentes de financiamiento y la competitividad al momento de hacer las concesiones de este tipo de obras.
“Es indispensable ampliar las fuentes de financiación de los proyectos y elevar la competencia entre los financiadores para evitar dificultades y sobrecostos en las concesiones. También, es importante que las inversiones sean de calidad, es decir, sería deseable seguir los principios sobre inversión de calidad que adoptaron los países del G20 en 2019”, recomienda el estudio.
Sumado a la diversidad de las fuentes de financiamiento, el texto sostiene que el país debe hacer reformas institucionales que ayuden a mejorar la planeación y estructuración de este tipo de proyectos.
“Es importante completar las reformas institucionales encaminadas a mejorar la planeación, como la puesta en marcha de la Unidad de Planeación de Infraestructura de Transporte en el Ministerio del Transporte, a fortalecer la regulación con el funcionamiento de la Comisión de Regulación de Infraestructura y Transporte, a transformar la ANI en una entidad con mayor autonomía técnica y administrativa, con una junta directiva independiente que pueda designar a un gerente con período fijo y a los principales funcionarios de la entidad, y a fijar las reglas y los procedimientos para realizar las consultas con las comunidades”, dicen los expertos.
De acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la inversión en infraestructura es fundamental para impulsar el crecimiento económico del país.
De hecho, un estudio elaborado por Fedesarrollo sostiene que si se incrementa la inversión en infraestructura en 0,5 % del PIB (poco más de $5 billones), el PIB del país aumentaría hasta 0,8 % del PIB por año.
Según Fedesarrollo, el mayor impacto positivo de incrementar la inversión en infraestructura se daría durante los próximos cuatro años. Gracias al crecimiento económico que causaría la mayor inversión, el desempleo se vería reducido hasta 0,6 %, generando cerca de 159.000 empleos por año.