Alineación
Inversión social de las empresas: ¿Qué tienen en cuenta para hacerla?
Para muchas empresas es clave que la inversión social que realizan en los territorios esté alineada con su actividad económica o comercial. Aunque no es excluyente y hay apuestas diversas.
A la hora de realizar su inversión social en el país, cada empresa tiene en cuenta diferentes aspectos. Algunas se deciden por apoyar con recursos iniciativas gubernamentales, otras realizan donaciones a la ciudadanía, mientras que algunas organizaciones aprovechan su experticia en su sector de negocio para así contribuir a proyectos que adelantan las comunidades en esa misma área.
Ernesto Fajardo, presidente de Alpina, explica que en el caso de esta compañía, a la hora de hacer una inversión en un programa social, buscan que los proyectos estén alineados con sus compromisos de sostenibilidad para poder fortalecerlos y así contribuir a su cadena de valor, que en este caso es la producción y comercialización de productos a base de lácteos, por lo que sus proyectos tienen alta relación con miles de campesinos y ganaderos en Colombia, “como parte clave de nuestro negocio está el abastecimiento de insumos del campo como la leche y la fruta, entre los dos contamos con aproximadamente 4.300 proveedores del campo colombiano. Crecer de la mano de nuestros ganaderos y campesinos ha sido una muestra de la contribución de la empresa a la sociedad”, explica.
El hecho de que empresas hagan este tipo de inversiones sociales, que sin duda dan un valor agregado a los proyectos que respaldan, es uno de los factores que tiene en cuenta la firma Jaime Arteaga y Asociados (JA&A) a la hora de destacar las empresas en el Índice de Inversión Social Privada (IISP), en el cual Alpina fue resaltada en la dimensión de Alineación, la cual identifica el nivel de vinculación de la inversión social con el modelo de negocios de las organizaciones.
“Las empresas cada vez tienen más políticas y estrategias de acción social con la idea de brindarle un aporte al país, la mayoría tienen un comité de sostenibilidad, casi todas tienen áreas de responsabilidad social empresarial y de gobierno corporativo”, señala Jaime Arteaga, presidente de la firma.
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Un ejemplo de cómo la inversión social con experticia es una relación en la que ganan tanto la compañía como el beneficiario de estos recursos, es el caso de los recursos invertidos por Alpina en Guachucal (Nariño). En 2007, la compañía buscaba fortalecer su acopio de leche en Nariño, pero se encontraron con que muchos productores tenían brechas importantes en cuanto a prácticas de ordeño, calidad de la leche y administración del hato lechero.
A raíz de esto, implementaron el modelo de asociatividad y entregaron, en ese entonces, 1.200 cantinas y 12 tanques de enfriamiento, cada uno con sus respectivas plantas de electricidad, “esto llevó a la comunidad a producir una leche de primera calidad, a conocer un modelo de bancarización, recuperar la economía de la zona y fortalecer el tejido social de las comunidades; la gran mayoría de ellas indígenas víctimas del conflicto, beneficiando así de manera directa a 1.400 familias. Hoy tenemos una relación sólida con estos proveedores”, explica Fajardo.
Holcim Colombia, otra de las empresas destacadas en la dimensión de alineación del IISP, también es muestra de cómo las empresas especializadas pueden contribuir en el área en la que se desempeñan. Mediante MingAgua, uno de los proyectos bandera de Holcim, busca promover la implementación de acciones colectivas en pro de la gestión integral del agua.
Eunice Herrera, directora de Asuntos Corporativos de Holcim Colombia, explica que con esta iniciativa se han sembrado más de 5.800 especies nativas, implementado tres sistemas de cosecha de agua lluvia, acopiando más de 144.000 litros de agua y mejorando la condición de 121 viviendas en zonas urbanas en el departamento de Boyacá.
“Nuestra empresa se enfoca en que el proyecto o programa a apoyar beneficie a la comunidad y que sea sostenible en el tiempo, es así como en los proyectos desarrollados todos contribuimos, decidimos y nos apropiamos de la ejecución. Es interesante, pues además cuando las comunidades e instituciones trabajan en conjunto con la empresa se logra la sostenibilidad y la solución de necesidades más integrales”, afirma Guerrero.
Inversiones diversas
Aunque muchas empresas buscan que las iniciativas que apoyen estén relacionadas con su actividad económica, esto no es una camisa de fuerza y también dirigen sus inversiones sociales a otros proyectos.
En Holcim, cuenta su directiva, una de sus inversiones más importantes ha sido su propia institución educativa en Boyacá, la cual ya cumple 21 años de labores académicas, con un modelo pedagógico innovador y exitoso que le ha permitido posicionarse dentro del 7 por ciento de las mejores instituciones educativas de Boyacá, apoyando la educación de niños y jóvenes de estratos 1 y 2.
“El liceo provee herramientas para que los estudiantes moldeen su proyecto de vida y aporten a la construcción de la sociedad, siendo hoy un referente de calidad educativa y un ejemplo de cómo Holcim genera proyectos de alto impacto y largo alcance en el tiempo”, dice.
Otro ejemplo de esto podrían ser las inversiones que hizo en salud esta compañía que pertenece al sector minero-energético por cuenta de la coyuntura que trajo la pandemia.
Teniendo en cuenta la situación sanitaria, Holcim compró elementos de protección para el personal médico que fueron donados a diferentes instituciones hospitalarias de Boyacá, Bogotá, Cundinamarca, Antioquia, Valle y Santander; además, puso al servicio sus camiones mezcladores de concreto, convirtiéndolos en pieza vital para el desarrollo de las jornadas de lavado y desinfección de zonas estratégicas que las autoridades locales requerían, “con el apoyo de líderes y comunidades, e incluso con otras empresas, hemos podido establecer alianzas para desarrollar proyectos que han beneficiado a miles de personas en diferentes campos de acción”, concluyó Herrera.